Dark? Switch Mode

Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33

A+ A-

—¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡Camina!!!

El jefe gritaba con furia, arrastrando a Iris por el camino abrupto, su mano firme en su brazo la empujaba sin piedad hacia la cumbre de una gran roca. “Haré que ese maldito vea cómo acabo con esta mujer. Pagará caro por lo que le hizo a mi hijo”, pensaba el jefe con un odio profundo, sin reparar en la débil resistencia de Iris, cuyo cuerpo ardía de dolor. La flor que la había debilitado al contacto seguía consumiéndola desde dentro, dejándola vulnerable.

— ¡Ven aquí! —ordenó, mientras la subía con brusquedad sobre la roca.

Desde la cima, su mirada se clavó en los dos grupos de hombres bestia que se enfrentaban a los Yumaf en el campo distante. “Es de noche… para la mayoría será difícil ver lo que ocurre”, pensó con satisfacción, identificando entre ellos a Shuu en un lado, y a Harvey y Bokeer en el otro. Una sonrisa cruel curvó sus labios al reconocer que su venganza estaba a punto de cumplirse.

—Suel… Suéltame —susurró Iris, débil y apenas consciente.

Su visión se tornaba borrosa, pero alcanzó a ver a varios Yumaf más pequeños salir de una de las cuevas cercanas. A pesar de su tamaño reducido, seguían siendo rápidos, aunque torpes. «Son demasiados», pensó Iris, el pánico surgiendo lentamente en su pecho al contar más de cincuenta de esas criaturas. Sabía que, aunque no fueran tan fuertes como los adultos, su velocidad y número podían causar un daño devastador.

De pronto, un grito atravesó el aire.

—¡¡¡¡Iris!!!!

El corazón de Iris dio un vuelco cuando escuchó la voz de Harvey al otro extremo del campo. “Es él…” Un alivio efímero la invadió al ver que Harvey, Bokeer y Shuu estaban vivos y luchando, pero el dolor en su cuerpo era tan intenso que no podía pensar más allá de ese instante.

—Oh… parece que la flor está funcionando perfectamente —dijo el jefe, empujándola con fuerza sobre la piedra, dejándola expuesta boca arriba. Su mirada depredadora anunciaba sus intenciones, y el miedo en Iris se intensificó. Trató de moverse, de resistir, pero su cuerpo apenas respondía.

“No… no pueden ver esto… no quiero que lo vean… no quiero que sufran”, pensaba, el terror mezclado con impotencia mientras cerraba los ojos con fuerza. No podía permitir que sus cónyuges presenciaran tal humillación. El fuego en su pecho creció, llenándola de rabia. “No, no dejaré que este hombre se salga con la suya”. Mordió su labio con tanta fuerza que comenzó a sangrar, el dolor la trajo de vuelta, despertando algo en su interior.

Con un movimiento rápido, levantó la pierna y golpeó al jefe en la entrepierna con toda la fuerza que le quedaba. Él cayó de rodillas con un grito de dolor, incapaz de reaccionar.

—¡¡¡Shuu!!! —gritó Iris desesperada, sabiendo que él era el más rápido entre sus cónyuges.

—¡¡Iris!! —respondió Shuu desde la distancia, pero antes de que pudiera moverse, la voz rasposa de la madre Yumaf resonó en el aire.

—¡¡¡NI LO PIENSES!!! ¡¡¡NO IRÁS A NINGUNA PARTE!!!

La madre Yumaf saltó desde la cumbre de la montaña, cayendo junto a Iris y tomándola por el cuello con una fuerza aterradora, levantándola del suelo.

—¡¡¡UGH!!!

— ¡ESOS MACHOS TIENEN EL MISMO AROMA! —dijo la criatura, acercándose con la boca abierta de par en par. Iris sintió náuseas al respirar el hedor que emanaba de su boca, «apesta a carne podrida», pensó con asco. Su mirada se desvió hacia Shuu, quien, junto con Harvey y Bokeer, luchaba para abrirse paso entre los Yumaf que les bloqueaban el paso.

— ¡TÚ ERES QUIEN LOS ENVIÓ A MATAR A MIS NIÑOS! —rugió la madre Yumaf, apretando el cuello de Iris con más fuerza.

El aire se le escapaba, y supo que ninguno de sus cónyuges llegaría a tiempo. Estaban siendo frenados por la furia del jefe y la implacable horda de Yumaf. La desesperación la invadió. «No quiero que ellos vean esto… no quiero que sufran más», pensaba, deseando con todas sus fuerzas que huyeran. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por un dolor desgarrador cuando la Yumaf le quebró el brazo.

—¡¡¡AAAAHHHH!!!

El grito desgarrador de Iris resonó por el campo mientras el dolor la atravesaba. Entre lágrimas, vio a sus cónyuges luchando, sus corazones destrozados por no poder llegar hasta ella. “No, no vengan… escapen, son demasiados”, suplicaba en silencio. Sabía que, aunque usaban la sal y las bolsas de café que ella misma les había enseñado a preparar, no sería suficiente. Los Yumaf eran imparables, impulsados solo por su instinto de destrucción.

—¡¡¡ESOS HOMBRES NO TENDRÁN SALVACIÓN!!! ¡¡¡INCLUSO SI LLEGAN AQUÍ, YO MISMA ACABARÉ CON ELLOS!!! —gritó la madre Yumaf.

El ex jefe, viendo cómo la criatura tenía a Iris en sus manos, se acercó furioso.

— ¡Oye, devuélvemela! ¡Es mía, yo debo matarla! ¡Suéltala! —gritó, pero antes de que pudiera terminar, la Yumaf lo atacó, atravesando su abdomen con su mano.

El jefe apenas tuvo tiempo de comprender lo que sucedía. Su mirada incrédula se levantó para encontrarse con los ojos fríos de la Yumaf.

— ¡TÚ SOLO ERES UN COBARDE! ¡¡¡NO PUEDES DARME ÓRDENES!!! —dijo la Yumaf, matándolo al instante, mientras volvía su atención a Iris.

Iris, débil y asustada, sintió que la presión en su cuello aumentaba, y la muerte parecía inevitable. «No… esto no puede acabar así», pensaba, viendo a sus cónyuges en la distancia, impotentes. Recordó sus momentos felices juntos, a sus pequeños hijos esperándola en casa. «No… no dejaré que me arrebaten todo lo que amo».

—N… No… no dejaré que… hagas esto… —susurró con dificultad.

La Yumaf se detuvo, sorprendida, cuando sintió que Iris presionaba su brazo con más fuerza de lo que debería ser capaz en su estado debilitado. “No dejaré que esto acabe así. He luchado toda mi vida por una vida tranquila, por una familia. Ahora que la tengo, no me rendiré. Mis hijos, mis esposos… no dejaré que me lo arrebaten”.

—¡¡¡¡NO DEJARÉ QUE ME ARREBATEN LO QUE AMO!!!! —gritó Iris, con una furia tan poderosa que rompió el brazo de la Yumaf en dos.

Harvey, Bokeer y Shuu, que corrían hacia ella, se detuvieron cuando vieron una luz rodear el pecho de Iris. Era algo que jamás habían presenciado.

—Ella… ha despertado el vínculo —murmuraron al unísono, incapaces de creer lo que veían.

Iris, fortalecida por el vínculo con sus cónyuges, se liberó del agarre de la Yumaf y se preparó para atacarla de nuevo. Había adquirido la fuerza, velocidad y destreza de los tres, dispuesta a pelear por lo que más amaba.

—¡¡¡HYAAAA!!!

Tags: read novel Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33, novel Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33, read Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33 online, Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33 chapter, Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33 high quality, Sobreviviendo en un nuevo mundo – Capitulo 33 light novel, ,

Comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Chapter 33