Tu Dios te ha Enviado

«Para protegerte, seré rey.» «¡Princesa! ¡Maldita sea, despierta, princesa!» En la oscuridad del amanecer, antes de que cantara el primer gallo, el ejército del rey invadió Sutmar. Para tacharme de traidora y matarme a mí, la princesany duquesa de Arpad. «Princesa, ve con Zoltan a la ciudad de Cyclo.» «…¿Y usted, Duque Arpad?» Yo también soy el amo de este castillo. No tenía intención de escapar, pero… «Esposa, por favor cuidate.» Luego de aquello observe el brazo cortado en el poste y grité. Reconocí el rostro de mi esposo, por última vez. «¿Vete, princesa? ¿Por qué lloras de repente?» Lazlo estaba vivo. Milagrosamente, regrese a aquella primera noche de hace tres años. «Esta vez te protegeré», dije «y aunque muera, moriré contigo».