Un primer encuentro fatídico
«Como amante, te abrazaré esta noche».
Se enamoró a primera vista.
“Eres la única persona a la que quiero hacer feliz. Eres la única mujer a la que lo juro».
La mano de Exer se extendió hasta el cuello de Daon. Daon se resistió, pero se sintió atraída fácilmente hacia él. Su aliento era cálido, mezclado con el olor a alcohol fuerte, y sus ojos oscuros y centelleantes eran inquietantemente fríos.
«Incluso si eso significa matar a todos, te tendré».
El corazón de Daon latía con fuerza mientras escuchaba su deseo.
“No me importa amontonar una montaña de cadáveres por eso.»
Él la miró y la besó. Fue un beso frío.
«Recuerda. Tú me perteneces, seas joven o vieja, viva o muerta, incluso un cadáver».
Un hombre dispuesto a luchar contra el mundo por esa mujer.
«Si hubiera un mundo en el que no pudiera tenerte como esposa, cambiaría el mundo».
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