Reencarné como una diosa zorro bebé

La princesa del Imperio Roachim fue asesinada por su hermano mayor. Asesinada, acusada de matar a su padre, el Emperador, ella… ¿Kyuang? …¡¿Se reencarnó como una bestia divina?! Una segunda vida inesperada. Pero algo parece raro? El gobernante del norte del Imperio Roachim. El dueño de las Montañas Idelbadour y el Muro de Hielo. El Gran Duque de Elharan, a quien el Emperador mismo no puede acercarse imprudentemente… ‘Mi papá, ¿quieres decir que soy una bestia divina?’ «Mi señora…!» «¡Por favor acepte estos tributos y envíe sus bendiciones!» Los aldeanos se arrodillaron juntos a la vez y oraron fervientemente. Mientras me contoneaba y no sabía qué hacer, escuché el sonido de una risa en mi oído. -¡Lusha se hizo más fuerte! -¡Ella es fuerte! Ella es fresca! ¡Ella es emocionante! -¡Mira eso, hasta los humanos se rindieron en la cara de Lusha! Los espíritus estaban terriblemente orgullosos de ella, diciendo que los humanos tenían miedo por el poder de Lusha. Y la levantaron en el aire y la cargaron. Rodeándola también había una luz deslumbrante que apareció de la nada. Todos los que estaban orando abrieron los ojos de par en par. «¡Es la bendición de la Bestia Divina!» “¡Hurra por el zorro bebé!” Lusha suspiró. “Kiiyuu…”