Llevaba una vida normal, era la hija menor de una pequeña familia que vivía en las afueras de la ciudad, a diferencia de mi hermano yo no tenía la oportunidad de ir a estudiar, debía quedarme en casa y cuidar de mi abuela y las labores domésticas; a mí hermano nunca lo obligaban ayudar en casa por qué él debía concentrarse en sus estudios (o al menos eso era lo que creían ellos, la gente decía que él se la pasaba apostando todo el día). Un día mientras iba a cortar un par de flores a la montaña una tormenta cayó, salí corriendo de ahí, pero en el camino me encontraría a un pequeño, iba muy bien vestido, parecía ser un noble.
-¿Dónde están tus padres?
-¿Viniste hasta aquí solo?
-¿Te has escapado de casa?
Por más que intento comunicarme con él no logro hacer que me entienda, pero no podemos quedarnos más tiempo aquí, corremos peligro. Mamá y papá entenderán la situación estoy segura.
-Tenemos que irnos de aquí, este lugar es muy peligroso.
-Ten mucho cuidado dónde pisas.
-¡Arriba!
-Qué está intentando decirme. Pensé.
-¡Arriba!
Con toda la fuerza que tenía en su pequeño cuerpo logró salvarme de morir aplastada.
-Gracias.
Pasamos la noche juntos, esperando a que la tormenta se calamara para poder regresar. Al día siguiente los gritos de varios hombres a lo lejos me deportaron. Me di cuenta de que era hora de decirle adiós. Antes de despedirnos me dio un pequeño broche, sin decir más se dio la media vuelta y se marchó. Eso era lo único que me quedo cómo recuerdo de qué lo que había ocurrido ese día no era un sueño. Desde ese incidente paso un año, mi vida continuo igual, nada había cambiado, todos en casa seguían tratándome cómo si fuera una simple sirvienta. Un día regrese a la montaña a recolectar flores una vez más, curiosamente ese día también comenzó a llover de la nada, trate de escapar, pero los rayos parecían seguirme. Por más que intente esquivarlos uno me cayó, en mi lecho de muerte recordé que había muerto y reencarne en la novela qué había leído antes de morir. Me convertí en Leticia Woods un personaje secundario que posee un fatídico destino y para evitar eso debo escapar de mi familia.
-Necesito cambiar el destino de Leticia si quiero sobrevivir aquí.
-¿Qué haces aquí? Tendrías qué estar haciendo de comer.
-He venido a quitarme el lodo de la cara.
-Mira tu cabello, es un desastre deberías cortártelo.
Desesperada por los malos tratos qué mi hermano y mi familia tenían hacía mí, decidí huir, me fui con la excusa de querer ganar dinero para poder ayudar a mi hermano a pagar sus estudios, al escuchar eso, automáticamente aceptaron y me dejaron ir, pero esa fue la última vez que supieron de mí.
Por atares del destino logré encontrarme de nuevo con ese pequeño niño, ahí fue cuando descubrí que él era el príncipe heredero. Al parecer él tiene problemas para comunicarse con los demás y yo soy la única que lo entiende, es por eso qué terminé convirtiéndome en la su interprete.
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