«No me oíste bien, ¿verdad?»?’
Acompaña a la señorita Sabina de la casa Convayasen.
Erzan escucha un extraño ruido a medianoche
Se escucha un gemido de dolor. Corramos.
Si se queda a mi lado sufrirás los efectos secundarios de la maldición. Debo escapar de aquí.
No pienso dejarla.
«Abrazame por favor…»
Erzan, que desconocía el deseo sexual,
Comenzó a desarrollar un extraño sentimiento hacia su amo,
¡¿Cuánto más debo aguantar esto…?!
Comment