El Nuevo Destino De Seisa

Seisia Lidyne está huyendo. Después de que su madrastra la reprendiera una vez más, fue la gota que colmó el vaso para Seisia. Con el dinero justo para tomar un carruaje hasta un pueblo cercano, se escapa de la finca Lidyne. Al principio, los aldeanos se muestran recelosos ante la presencia de una extraña. Seisia también tantea su entrada en el mundo de los plebeyos por primera vez en su vida. Gracias a un afortunado giro de los acontecimientos, consigue ocultar su identidad e instalarse en el pueblo como su curandera. Comienza su nueva vida como Sha, la curandera del pueblo. Aunque algunos de los aldeanos siguen siendo abrasivos con ella, se alegra de que el Dominio de Lidyne haya quedado atrás. Sin que los aldeanos ni su propia familia lo sepan, Seisia posee poderes curativos. Procede de un linaje de magos oscuros y, por ello, era la oveja negra de la hacienda Lidyne. Sus poderes permanecen ocultos hasta que un día descubre a un hombre herido. No tiene más remedio que usar sus poderes para curarlo. Una vez curado, se presenta como Dian y Seisia especula que proviene de la nobleza basándose en su uniforme y su conocimiento de las hierbas medicinales. Decide prolongar su estancia en la aldea mientras la curiosidad de Seisia por él sigue creciendo. Cuando un aldeano le cuenta una historia sobre una joven noble promiscua que se parece mucho a Sha en su descripción, decide que es hora de trasladarse a la siguiente aldea.