EL FANTASMA YANDERE

Hibiki, sumida en el tedio de una tarde solitaria, sintió una punzada de rebeldía. Aburrida hasta la médula, navegó por oscuros rincones de internet hasta toparse con un ritual de invocación. Sin medir las consecuencias, impulsada por la curiosidad y el hastío, Hibiki preparó el altar improvisado y recitó las palabras prohibidas. Al instante, una presencia helada inundó la habitación. De las sombras surgió un espectro con una sonrisa inquietante y una mirada fija en Hibiki. Lo que comenzó como un juego peligroso se transformó en una pesadilla cuando el fantasma yandere, obsesionado con Hibiki desde el momento de su invocación, reveló sus siniestras intenciones, convirtiendo la soledad de Hibiki en un terror constante.