Doumeki-sama, que odia a los humanos, quiere ver todo sobre la chica sacrificada.

El pequeño pueblo rodeado de montañas no tuvo desastres, fue bendecido con cultivos y todos se apoyaron unos a otros todos los días. La razón por la que tal milagro fue posible fue gracias a la existencia de un monstruo llamado Doumeki que vive en lo profundo de las montañas. Los aldeanos comenzaron a ofrecer tributo a Doumeki-sama, quien odia a los humanos y no sale en público, y a evitar que abandonara la montaña. Un día, deciden sacrificar a una niña humana…