Cautiva del rey sirena

«Si realmente insistes, lo que quiero es tu cuerpo». De camino a un país extranjero para un matrimonio político, el barco en el que se encontraba Sofia se hundió en una tormenta. Estaba rodeada de agua helada y esperó desesperada la muerte, pero fue rescatada por Ciril, el rey sirena que gobernaba el océano. Para agradecerle por salvarla a ella y a su séquito, se ofreció a sacrificar su cuerpo a cambio. En el fondo del mar donde sólo había dos personas, ella quedó sumergida en el placer y poco a poco se convirtió en prisionera de Ciril.