10. Una relación digna de ser llamado cariño
Ese día, todos en Lahoz estuvieron todo el día ocupados hablando de la victoria de Zachary. Después de todo, no había nadie que pudiera lidiar con el Conde de Arno, y la guerra con el Reino de Aragón pronto terminaría.
Hasta ahora, todos pretendían estar tranquilos, pero no había razón para no estar ansiosos debido a la larga duración de la guerra. De esta manera, la ansiedad que acechaba en un rincón de sus corazones fue aliviada en cierta medida por la actuación de Zachary en este torneo.
Y Bianca, la dueña de la rosa dorada, se convirtió en un tema tan candente como la actuación de Zachary.
No es que el ganador nunca haya besado antes a la dama que aprecia, pero esta vez se trató de nadie más y nadie menos que Zachary de Arno.
El hecho de que tomara tal acción, cuando parecía completamente ajeno del romanticismo o del romance cortesano, hizo que todos intentaran adivinar la relación amorosa entre la pareja.
Además, no se sabían muchas cosas sobre ella, probablemente porque había pasado la mayor parte del tiempo encerrada en su habitación después de llegar a la capital. Lo que despertó la curiosidad de la gente.
Por no mencionar el desconocido pañuelo que Zachary le dio a Bianca.
Por supuesto, había muchos rumores sobre lo mala que era su personalidad y que el Conde estaría harto de ella. Pero nadie la había conocido nunca correctamente, y era difícil de creer por completo porque contradecía el comportamiento de Zachary en el torneo.
Entonces, mientras la gente hablaba de Bianca, la protagonista del rumor, Bianca, deambuló nerviosa por la habitación todo la tarde.
Bianca incluso despidió a Yvonne y se encerró en su habitación, meditando una y otra vez sobre el torneo.
Sucesor, y esta noche.
Esas fueron palabras que nunca pensó que saldrían primero de la boca de Zachary.
Bianca trató de mantener la calma en una situación en la que parecía haber sido arrastrada por el viento y las olas tan pronto como fue consciente de sus sentimientos.
Quizás Zachary no tenía la intención de unirse a ella hoy.
¿No fue él quien rechazó la propuesta de Bianca de unirse a ella todo este tiempo?
Era obvio que venía a tener una conversación, solo para pensar seriamente en el sucesor.
Si regresa a la finca de Arno en otoño, pronto será invierno, y después tendrá 18…
Si. Es mejor no adelantarse. Había una señal de anticipación, pero si ese no fuera el caso, ¿no sería muy vergonzoso?
Sin embargo…. Blanca vaciló. No por la razón, sino por su instinto, el afecto que compartió después de besar a Zachary, lo señaló. Una ilusión que no podía ser superada fácilmente, una atracción que parecía atar su cuerpo.
¿Es por eso? Bianca, sin darse cuenta, se lavó más de lo habitual.
¿Cuánto tiempo había estado sumergida en el agua mezclada con aceite de rosas?
Después de lavarse el cuerpo, el aroma de las rosas mezclado con el espeso olor a hierba impregnó su cuerpo.
——… me duele la cabeza.
Bianca se tocó la frente dolorida.
Como no había una solución inmediata que pudiera resolver sus complicados pensamientos, solo la frustración permaneció y llenó su cabeza.
Más bien, tenía miedo de enfrentarlo, pero aún así deseaba que Zachary viniera rápidamente y le diera una respuesta clara de lo que quiso decir. Confundida, Bianca suspiró.
—Bianca.
En ese momento, Bianca se dio la vuelta, sorprendida por el sonido detrás de ella.
Zachary se inclinó contra la puerta, mirando fijamente a Bianca. Su cabello plateado estaba más brillante que de costumbre, y su ropa estaba suelta.
Mientras Bianca fruncía el ceño involuntariamente ante la extraña composición, Zachary se acercó a ella.
—¿No te sientes bien?
—No. Estoy bien.
Estaba demasiado cerca. Confundida por el acercamiento natural de Zachary hacia su mejilla, Bianca inconscientemente dio un paso atrás. Bianca se dio cuenta de sus acciones un segundo después.
No debería ser así. Bianca luchó por controlarse.
—Debo estar avergonzada por que mencionaste eso de repente.
—No fue solo por las palabras.
Las orejas de Bianca ardieron al recordar el beso.
Aunque regresó, los recuerdos de su vida anterior no ayudaban mucho. En su vida anterior, solo había soportado y aguantado sus relaciones con Zachary, y lo de Fernand fue solo un precio a pagar por su amor.
Cuando besó a Fernand por primera vez, sintió que su corazón temblaba, pero con este beso, definitivamente pudo sentir que no era porque realmente lo amaba.
Por otro lado, Zachary parecía muy casual.
La forma en que la besó también fue muy natural. Fue un momento conmovedor para Bianca, pero tal vez para él no fue nada…
Al pensar de esa forma, Bianca sintió como si una esquina de su pecho hubiera sido perforada por una aguja.
Bianca se sintió mortificada por el dolor. Sabía que sería así, es por eso que había decidido cerrar fuertemente su corazón….
—Lo siento si te avergoncé.
—No fue particularmente vergonzoso. Somos una pareja….
—Eso es un alivio.
Los labios de Zachary dibujaron un arco, quizás porque le agradó la respuesta de Bianca.
El corazón una vez abierto abrió la puerta con demasiada facilidad a pesar de su resentimiento. Bianca sintió como si quisiera agarrar su corazón palpitante sin control y pedirle que dejara de ser tan ruidoso. Si pudiera sacudirlo para calmarlo, lo habría hecho
Como si no supiera nada de los sentimientos de Bianca, Zachary se acercó un paso más a Bianca. No. Tal vez conocía el corazón de Bianca tan claramente como la palma de su mano.
Como si estuviera sacudiéndola a propósito.
Su acercamiento puso en aprietos a Bianca. No podía evitar pensar que su corazón estallaría si se quedaba ahí.
—Tengo mucho por lo que disculparme hoy.
No sabe por qué debe disculparse tanto, pero la distancia entre sus cuerpos ya no podía reducirse más, y sus cuerpos parecían estar tocándose.
Bianca sentía como si estuviera en los brazos de Zachary, aunque sus brazos no estaban envueltos alrededor de su cintura. Es por eso que Bianca se mostró incómoda y avergonzada.
—Quería darte más o menos una semana para preparar tu corazón. Como soy mayor, traté de mostrar un lado más maduro…. Sé que es demasiado repentino. Pero mi corazón se siente demasiado dulce y ya no puedo esperar más. Mi paciencia, de la que tanto me jactaba, finalmente ha llegado a su límite.
A diferencia de lo habitual, fue inusualmente hablador. También fue inesperado. La cabeza de Bianca dio vueltas, preguntándose a qué diablos se refería con preparar su corazón.
Fue frustrante ver que daba vueltas y vueltas mientras guardaba silencio sobre el tema de conversación.
«Sería mejor si me dijeras lo que estás pensando. Ahora parece como si… realmente…»
Bianca, que no quería decepcionarse por un malentendido, trató desesperadamente de comprender las intenciones de Zachary.
En el momento en que los ojos de Bianca temblaron, Zachary, que se encontraba de pie frente a Bianca, extendió la mano y abrazó a Bianca.
Sobresaltada, Bianca empujó el pecho de Zachary, pero los fuertes brazos alrededor de su espalda eran como las raíces de un viejo árbol. Los movimientos de Bianca eran tan impotentes como el aleteo de un pájaro contra una jaula. Bianca exclamó avergonzada.
—¡Conde…!
—Cariño.
Zachary cortó el grito de Bianca suave y resueltamente.
—Llamame cariño.
Las palabras de Zachary seguían siendo absurdas. Bianca miró a Zachary aturdida. La mirada de Bianca reflejada en sus ojos negros parecía perturbada por la vergüenza. Su corazón latía con fuerza. A diferencia de antes, tenía miedo de que el fuerte latido de su corazón se transmitiera al pecho que estaba en contacto con el suyo.
Zachary le sonrió a Bianca como si fuera encantadora, y dijo, a un ritmo lento, pero en un tono claro que nunca podría malinterpretarse.
—Pronto se convertirá en una relación digna de ser llamada por ese título.
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