Cuando Jacob giró su caballo fuera de la arena, sus ojos se encontraron con los de Zachary. La cubierta del casco de Jacob estaba abierta, por lo que Zachary pudo leer la emoción en el rostro de Jacob.
Una sensación de euforia, una sensación de superioridad y una provocación que decía que lo detuviera si puede.
Se encogió de hombros, sonrió por lo bajo y se alejó de Zachary.
Zachary miró en silencio su espalda que desaparecía. A diferencia de cuándo Bianca regresó a las gradas, su mirada estaba llena de hostilidad e ira.
Pero Jacob no fue todo. Cuando Jacob desapareció, lo que vio Zachary, cuando volvió su mirada hacia Bianca, fue a un juglar revoloteando alrededor de ella.
El rostro de Zachary dentro del casco se arrugó más allá de las palabras.
«¿Qué más es eso?»
Tal apariencia reluciente. La intención del hombre que miraba a Bianca era clara.
El hombre que hacía gestos exagerados hacia su esposa como si fuera un pájaro cortejando a una hembra no podía ser visto como algo agradable.
Para ser honesto, no era extraño que sus ojos ardieran. Justo antes de eso, Jacob había arrojado unas brasas enormes al corazón de Zachary.
No es que Zachary entendiera mal la relación de Bianca con los hombres.
Como su esposo, parecía un defecto si lo decía con su propia boca, pero para ser honesto, Bianca no era buena para ocultar sus expresiones.
Especialmente cuando se trata de gustos y disgustos. Él mismo lo ha experimentado, así que lo conoce mejor que nadie.
Si no le gusta su oponente, a Bianca le costará bastante fingir.
Era evidente en su rostro que se sentía incómoda con los hombres que había conocido.
Pero eso no significaba que las moscas voladoras que revoloteaban a su alrededor no molestaran a Zachary.
¡Incluso el número de moscas voladoras estaba aumentando en uno o dos!
Las moscas voladoras frente a él en este momento eran molestas, pero lo que realmente irritaba a Zachary era el futuro lejano.
En este momento, a Bianca no le interesan los hombres y se resiste a ellos, pero nunca se sabe cuándo cambiará. En el futuro, si Bianca quiere salir con otro hombre con el que pueda hablar, que se parezca más a ella que su marido forzado….
Zachary sintió una sensación de ahogo en la garganta y deliberadamente dejó de pensar. La confianza que lo invadió, cuando recibió el pañuelo de Bianca, desapareció en un instante, como si se tratara de una burbuja que estalló.
—Gracias a todos por esperar. ¡Finalmente el último partido del torneo! ¡Con ustedes el héroe de Sevran, el Conde Sangre de Hierro, el Lobo del campo de batalla, el Conde Zachary de Arno!
El portavoz que no tenía forma de saber si Zachary se sentía deprimido o no, presentó a Zachary en voz alta. La multitud contuvo la respiración y se concentró en él.
Fue expuesto a la mirada del público en un momento en que los altibajos emocionales fluctuaron durante un corto período de tiempo. A pesar de la rigidez de la armadura que lo rodeaba por todos lados, Zachary se sentía como un bufón.
En las innumerables miradas que llenaron el cielo como una lluvia de flechas, la mirada directa de Bianca cayó sobre Zachary como una flecha de fuego encendida, como un mensajero de un dios entregando una revelación celestial.
Bianca lo miró lastimosamente, como si estuviera rogando que la rescatara del hombre a su lado….
El corazón de Zachary se hinchó terriblemente. Quería correr hacia Bianca después de arrojar al contrincante frente a él al suelo de inmediato, pero luchó por mantener la compostura y recuperar el aliento.
Zachary se acercó. Los sirvientes que han estado con él durante muchos años llevaron la lanza a la mano de Zachary en el momento adecuado como lenguas en su boca*. La lanza, que los dos sirvientes apenas habían levantado, fue levantada en la mano de Zachary y parecía tan ligera como una rama.
(N/T: el modismo «como la lengua en la boca» hace referencia a moverse de acuerdo con la voluntad de otra persona, seguir obedientemente sus órdenes.)
Zachary levantó su lanza en alto como si fuera a perforar el cielo, siguiendo el hábito del campo de batalla para inspirar la moral. La multitud vitoreó, y el oponente de Zachary, el caballero de Castilla, tragó saliva por la tensión y el miedo. Pero no quería renunciar al honor de poder competir contra «ese» Sir Arno.
Lleno de determinación, sostuvo la lanza con fuerza contra su costado.
Una inquebrantable sensación de estabilidad. La lanza, Zachary y el caballo estaban en armonía.
Los dos caballeros que participaban en el torneo condujeron lentamente sus caballos a ambos extremos de la división. Los que sostenían las banderas se miraron. ¡Uno, dos… ahora!
Los cascos de los caballos golpearon el suelo tan pronto como bajó la bandera. La carrera de los dos caballeros fue difícil de ver incluso a simple vista. Sus lanzas, que recorrieron una distancia de 300 metros a la vez, se cruzaron.
¡Kwang!
El sonido de las lanzas crepitantes resonaron de una manera inusualmente violenta. El ganador, por supuesto, fue Zachary. No sólo rompió el escudo de una vez, sino que el caballero contrario cayó al suelo de un golpe.
Debido a la abrumadora diferencia de habilidades, el estadio quedó tan silencioso como un ratón. Pero no pasó mucho tiempo antes de que la gente comenzara a corear Arno. Qué feliz estaban de haber obtenido una victoria completa sobre el Caballero de Castilla, el anciano rey, olvidando su edad, saltó de su asiento y aplaudió. Gautier también tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro.
En medio de los vítores ensordecedores, Zachary condujo silenciosamente hacia la única persona a la que le entregaría la rosa de su pecho. El comportamiento seco y modesto incluso se sintió ascético, haciendo que los corazones de las damas latieran con fuerza, pero la mente de Zachary estaba en blanco.
—Has trabajado duro.
Bianca saludó a Zachary. Zachary levantó la tapa del casco. La apariencia de Bianca, que no había sido clara a través del hueco en el casco, se vio con más claridad. Zachary inconscientemente endureció sus labios.
Empujar todas las emociones y encerrarlas con una expresión firme e inexpresiva. Ese era el manejo de la expresión facial de Zachary.
—No fue mucho.
El juglar, que antes había estado agitando la cola junto a Bianca, había desaparecido. Pero eso no hizo que Zachary se sintiera mejor. Fue porque el regazo de Bianca estaba lleno de rosas que eran casi tantas como un ramo de flores.
Los celos se dispararon a pesar de que sabía que la mayoría de ellos eran flores que tenían poco significado. Los ojos de Zachary recorrieron intensamente las rosas de Bianca. Tan pronto como descubrió cuál de ellas pertenecía a Jacob, sintió ganas de tirarla al suelo.
Zachary miró la rosa que colgaba de su pecho. La rosa que le daría a Bianca no era diferente de la de los demás. Esto solo no era suficiente. Zachary quería ser el único para Bianca. Es el marido de Bianca, así que se podría decir que es el único, pero aparte de eso….
Al no tener confianza en su posición, Zachary siempre se sentía ansioso. Inseguro, quería pruebas tangibles. Necesita algo diferente, algo especial. Las rosas ordinarias no eran suficientes. La rosa dorada, símbolo de la victoria, haría visible la distinción entre él y los demás.
Por supuesto, el hecho de que le fuera a entregar una rosa dorada no significaba que otros no le entregaran sus rosas a Bianca. Ya fuera su hermano mayor o sus subordinados, quería excluirlos a todos. Sabía que era codicioso. ¿Pero qué importa?
Los ladrones que aprenden a robar tarde no se dan cuenta que está amaneciendo*, el deseo que una vez se retorció y se elevó no pudo apagarse fácilmente. Zachary chasqueó la lengua y agregó.
(N/T: otro modismo. Hace referencia a que una persona que se interesa en cierta cosa más tarde que otras, tiende a ser más entusiasta al respecto.)
—No vayas al torneo por un tiempo.
—¿Qué?
—Me preocupan las moscas que vuelan a tu alrededor. Ganaré el último día, así que si realmente quieres ir, puedes hacerlo solo entonces.
Si alguien más hubiera dicho eso, lo habrían señalado por fanfarronear, pero fue tolerado porque se trataba de Zachary. Bianca sonrió levemente ante el tono tranquilo.
—¿Es así?
Zachary respiró hondo ante los ojos verdes brillantes que lo miraban. Sus manos temblaban. Después de dejar caer todos los escudos y armaduras al suelo, la necesidad de abrazarla lo sacudió. Zachary luchó por reprimir el impulso, pero no pudo controlar el temblor de las yemas de sus dedos. Zachary logró sacar la rosa de su pecho después de varias veces de vanos intentos.
—… Lo digo en serio. Te dedico a ti la gloria de mi victoria.
La mano que sostenía la rosa tembló. ¿Bianca notará que está temblando?
Sin embargo, no pudo darse el lujo de preocuparse por eso. Fue porque las puntas de los dedos blancos de Bianca se estiraron lentamente hacia Zachary. Como un pañuelo ondeando en el viento, los dedos que se acercaron arrebataron la rosa de la mano de Zachary.
—Haré lo que dices.
Diciendo eso, Bianca sonrió más brillantemente que antes.
La sonrisa, que pensó que nunca vería, ya que ella siempre levantaba los ojos y lo miraba fijamente, o apartaba la mirada con las pestañas bajas, era más espléndida que la rosa en su mano, más cálida que el sol y más dulce que la miel.
Oh, por ver esa sonrisa, ganaría una y otra vez.
Contrariamente a la promesa que era tan fría y afilada como un cuchillo, una suave sonrisa apareció en el rostro de Zachary, quien miraba a Bianca.
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