Al venir a la capital esta vez, esperaba compartir una habitación como él.
Aunque no se siente atraído por ella, él también es un hombre, por lo que, si sus cuerpos se mantienen pegados, habrá un día en que sus deseos se enciendan.
De hecho, no abandonó sus expectativas cuando dijo que iría a trabajar. Porque podría volver por la noche.
¿Pero nos vemos mañana? Después de todo, su habitación estaba en otro lugar
Ahora que lo piensa, incluso se negó a acostarse con ella en el carruaje, así que era poco probable que cambiará su actitud solo por venir a la capital.
Porque una vez que tomaba una decisión, Zachary era consistente y obstinado.
«¿Piensa mantener esta distancia por un tiempo? Tal vez Jacob podría ser de ayuda…»
Bianca chasqueó la lengua al recordar a Zachary, quien estaba visiblemente preocupado por el inesperado comportamiento de Jacob.
¿La mejor manera de cambiar una relación
intrínsecamente fija no es a través de una estimulación externa?
Si no estuviera enredada de alguna manera con Jacob, habría sido una muy buena idea usarlo.
«¿Por qué no finjo que le gusto a Jacob y despierto sus celos? Porque hasta las criadas dijeron que los celos son la cura para hacer que un hombre actúe…»
Sin embargo, no sabía cómo desplegar ese escenario hábilmente y sin problemas. Bianca suspiró pesadamente.
«No tengo que mentir para fingir que le gusto. Pero para ser honesta, no hay garantía de que Zachary esté celoso… además, ¿coquetear con un enemigo político? No, es demasiado arriesgado…. Solo tendré problemas si Zachary duda de mí por nada.»
A Bianca le daba vueltas la cabeza. Pero lo más importante era que Jacob tenía que» moverse». Porque era una imaginación sin sentido si ni siquiera se movía.
«Aún así, soy libre de pensar por adelantado. Después de todo, todo lo que me queda es tiempo.»
Bianca luchó por descubrir cómo hacer un mejor uso de esta situación. Había estado tan inmersa durante este tiempo, que ni siquiera se dio cuenta que Yvonne había llegado con la cena.
Sin embargo, incluso con tal concentración, no llegó a una respuesta clara.
Más bien, la fatiga del viaje largo y la rotación repentina de su cabeza se superpusieron provocando fiebre.
Al final, Bianca se enfermó padeciendo dolores corporales y de cabeza, y el tiempo pasó sin problemas mientras se encontraba inmóvil en la habitación sin poder moverse.
* * *
Cuándo se separó de Bianca, Zachary tenía una expresión algo humana mezclada con vergüenza y emoción, aunque inexpresiva.
Sin embargo, a medida que se alejaba más y más de Bianca, su rostro se endureció.
Zachary convocó de inmediato a sus vasallos. Los tres comandantes de Zachary no tardaron en reunirse.
La expresión de Zachary, luego de reunirse con el rey, se volvió aterradora, por lo que todos los comandantes se pusieron nerviosos pensando que algo grave podría haber sucedido.
«Tal vez algo grande le pasó a la finca».
«¿No se trata de un ataque repentino de Aragón, verdad? Recién hoy llegamos a la capital, sería descabellado salir con un grupo enseguida…»
«Si me pide que aumente los impuestos esta vez, será un gran problema».
Mientras todos estaban nerviosos, la boca de Zachary, que había estado fuertemente cerrada, se abrió.
Lo que incomodó a Zachary no fue el tema territorial, el tema de la guerra o el tema de los impuestos. Sino un problema en el que nunca pensaron. Se trataba de Jacob.
—¿Está hablando…. del Príncipe Jacob?
—Sí. Observó a Bianca muy sospechosamente. No sé qué pueda llegar a hacer, así que ten cuidado.
Una ira ardiente se cernía sobre el rostro de Zachary mientras les contaba calmadamente lo que sucedió en la sala de recepción hoy. Los comandantes tragaron saliva ante la apariencia apasionada que no se mostraba fácilmente ni siquiera en el campo de batalla.
¿Los ojos de Jacob miraron sospechosamente a su señora?
Jacob y Blanca. Era una combinación que nunca habían pensado.
Jacob era un hombre apuesto y soltero que tenía la sangre de la familia real de Sevran.
Como el mejor candidato de Sevran, siempre había una mujer a su alrededor, y era un hombre que nunca había tenido dificultades para llevar a una mujer a la cama.
Entonces, ¿por qué haría eso con Bianca?
Por supuesto, Bianca era una mujer muy atractiva, pero incluso considerando que era la esposa de su enemigo político, su apariencia no era lo suficientemente especial como para llamar su atención. Lo sentían por su maestro Zachary, pero se preguntaron si estaba equivocado.
Necesitaban conocer la situación con más detalle. Robert lo miró y preguntó.
—¿Por qué diablos el segundo príncipe le diría a la señora…?
—Tal vez está tratando de rascarme los nervios, o de lo contrario…. de todos modos, asegúrense de proteger a Bianca.
Los labios de Zachary se torcieron con disgusto. Cuando pensaba en la mirada de Jacob hacia Bianca, se le revolvía el estómago. El deseo era claramente visible en sus ojos. A pesar de que Zachary lo estaba mirando, su mirada estaba dirigida hacia Bianca.
Zachary, que no quería decir que Jacob estaba codiciando a Bianca, vaciló.
Sin embargo, Zachary agregó con un suspiro ante la mirada de sus estúpidos subordinados que le hicieron sentir que la situación no se había transmitido lo suficientemente bien con eso.
—Le dijo una mierda a Bianca sobre decirle que le diga si se siente incómoda con algo.
—¿Qué? ¿Por qué?
—…….
—¿Desde cuándo hemos estado tan cerca?
En ese momento, los rostros de los comandantes que sintieron la gravedad de la situación se distorsionaron uno por uno. La expresión de Zachary, mientras miraba a los tres comandantes que mostraban hostilidad hacia Jacob, también era sombría.
¿No pensó Zachary qué Jacob resultaría así?
Jacob sintió que no fue evaluado adecuadamente debido a la sombra de Gautier, y odiaba a Zachary, quien ayudó a agrandar esa sombra.
Porque Zachary era el confidente más cercano de Gautier, y las victorias de Zachary no eran menos que las victorias de Gautier.
Cada vez que se reunían en la capital o en el campo de batalla, su lado y el de Jacob se enfrentaban entre sí, así que esperaba que él dijera uno o dos comentarios desagradables cuando se encontrara con Bianca.
Sin embargo, los comentarios fueron más que desagradables. Si tenía la intención de molestar a Zachary, lo había logrado.
Por supuesto, Jacob no solo estaba actuando, realmente podría haberse enamorado de Bianca. De cualquier manera, era molesto, por lo que no fue diferente para Zachary.
No, preferiría que fuera lo primero. Ni siquiera quería pensar en lo último.
—¿Cómo se atreve a despreciar tanto a la familia Arno para coquetear con la señora frente a nuestro señor?
No importa cuántas veces lo pensara, era absurdo, incluso Robert, que ignoraba a su señora, estaba enojado.
Sauveur también chasqueó la lengua. Él fue quien dijo que otros bastardos podrían enredarse como abejas cuando fueran a la capital, pero ¿el segundo príncipe? El oponente fue inesperado.
En el caso de Gaspard, las comisuras de su boca seguían tan cerradas como siempre.
—Gaspard. Si Bianca y Jacob se encuentran, lleva a Bianca a su habitación de inmediato.
—Si, entendido.
Ante la orden de Zachary, Gaspard asintió en silencio. Gaspard era tan honesto como su boca cerrada. Zachary no puede quedarse todo el día al lado de Bianca, por lo que solo Gaspard podía aliviar sus preocupaciones y ansiedades.
Sauveur, que observaba la situación en silencio, preguntó.
—¿El Conde adivinó que esto podría suceder?
—¿Qué?
—Me preguntaba si el Conde temía que podría haber una situación en la que la señora necesitaría un escolta. Para ser honesto, fue un poco sorprendente cuando dijo por primera vez que la señora necesitaría uno.
—Incluso si esto no sucediera, necesitaría una escolta. Porque la capital es un lugar donde nunca sabes lo que va a pasar.
Sauveur asintió de acuerdo con las tranquilas palabras de Zachary. Sin tener que ir muy lejos ahora mismo, podría estar de acuerdo con el dicho de que cosas inesperadas pueden suceder en la ciudad capital solo por los eventos de hoy.
Zachary apretó los dientes.
¿Adivinó que sería así? Si hubiera sabido que esto iba a suceder en primer lugar, no habría traído a Bianca. Incluso cuando sugirió que Bianca fuera con él a la capital, solo estaba pensando en dejarla tomar un poco de aire fresco. El escolta fue solo por si le sucedía algo…
En ese momento, Zachary ni siquiera pensó que la existencia de Jacob sería un problema.
La sangre brotó del dorso de su mano mientras sostenía el alféizar de la ventana.
Un tapiz con el escudo de la familia Arno estaba colgado detrás de la espalda de Zachary mientras retenía su ira. El Lobo Negro, la cresta de la familia Arno, fue otro título que se le dio a Zachary, a quien llamaban el Conde de Sangre de Hierro.
¡Un lobo negro en el campo de batalla que muerde a cualquiera que invada su territorio!
Era necesario informar al presuntuoso príncipe que el título no era en vano.
Y los lobos son muy pacientes. Esperaban el momento en que seguramente le cortarían el aliento al enemigo. Los ojos de Zachary brillaban intensamente.
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