Zachary preguntó sorprendido. Su cara estaba blanca como una sábana. No creía que fuera una sugerencia para sentirse tan reacio…. Bianca trató de no mostrar su temblor y continuó como si no supiera nada.
—El interior del carruaje es tan ancho…. El Conde duerme afuera, entonces, ¿qué dirán los sirvientes si duermo cómodamente en el carruaje sola?
—Eso no sucederá.
La respuesta de Zachary fue firme.
El discurso de Bianca se interrumpió por un momento ante la respuesta tan cortante como un cuchillo. En su rostro estaba escrito: «Nunca dormiré en este carruaje».
Si hubiera sido la Bianca de hace uno o dos meses, se habría sentido herida, pero Bianca ha crecido mucho a través de sus experiencias. A pesar de la negativa de Zachary, tuvo las agallas para volver a intentarlo. Bianca habló una vez más para convencer a Zachary.
—Aún así…
—Señora, ¿dónde va a comer? ¿Le traigo la comida al carruaje?
En ese momento, sin previo aviso, Sauveur metió la cabeza en el carruaje y preguntó. Debido a eso, el flujo de la historia se interrumpió y Bianca miró fijamente a Sauveur sin darse cuenta.
Cuando los ojos verde pálido de Bianca lo miraron insatisfechos, Sauveur se sobresaltó, preguntándose qué había hecho mal. Bianca suspiró al ver a Sauveur, que cerró la boca y puso los ojos en blanco. Era molesto, pero no era su culpa.
Después de todo, Zachary dijo que no lo haría, así que no habría cambiado nada. Ni siquiera cabía allí, por lo que parece que hoy no sería afortunada. Bianca, que se dio por vencida, agitó la mano como si estuviera cansada.
—Sí, comeré en el carruaje.
Si come afuera, solo aumentaría su dolor de estómago debido a las miradas punzantes, ¿así que porqué lo haría? La respuesta de Bianca fue rápida.
Yvonne, que siempre había querido hacerlo, se levantó de su asiento.
—Entonces lo traeré, señora.
—Sí. Por favor, Yvonne.
Yvonne asintió y salió del carruaje. Mientras escuchaba en silencio la conversación entre el Conde y la señora en el carruaje, rápidamente se dio cuenta de que era el momento de levantarse de su asiento. La condesa le pidió abiertamente que se acostara con ella, pero fue rechazada. Como una persona en el medio, no debería presenciar eso.
Sauveur también se fue, y Bianca y Zachary eran los únicos que quedaban en el carruaje. Contrariamente a la intención de Yvonne de dejarlos solos, Bianca sabía que Zachary también se iría. Fue porque no había más de que charlar.
Pero Zachary permaneció allí sin moverse. Su rostro, inmóvil, parecía tener algo que decir. Ahora que lo piensa, parecía que tenía algo que decir cuando se fue. ¿Qué querías decir? Bianca contuvo la respiración en silencio y esperó a que Zachary hablara.
Sin embargo, Bianca no era una persona muy paciente para comenzar. Mientras esperaba, reflexionó durante mucho tiempo dónde poner su mano, si parpadear o frotarse los pies entumecidos, finalmente sin poder esperar a que las palabras salieran de la boca de Zachary por iniciativa propia, preguntó.
—Si dices que no quieres dormir en el carruaje, ¿por qué te quedas?
—No es porque no me gustes.
Como si tuviera prisa por poner excusas, Zachary volvió a cerrar la boca y se pasó las manos por la cara. Un profundo suspiro se le escapó. Como si estuviera decidido, Zachary apretó los puños y miró fijamente a Bianca. Entonces Bianca se puso nerviosa al mismo tiempo.
¿De qué quiere hablar? Pero no importa cuánto pensó, no pudo descifrarlo. Bianca contuvo la respiración mientras sacudía su cabeza en blanco. Pero las palabras que salieron de Zachary fueron inesperadas.
—¿Desde cuándo te volviste tan cercana a Sauveur?
—¿Sir Sauveur?
Los ojos de Bianca se abrieron ante la pregunta inesperada. ¿Por qué sale Sir Sauveur aquí? ¿Qué hizo él? Pero no importa cuánto miró hacia atrás, no pasó nada. Solo preguntó dónde le gustaría comer, y esta mañana…
—No somos muy cercanos…
Bianca, que no tenía idea de lo que estaba diciendo, respondió débilmente.
El rostro blanco de Bianca se llenó de vergüenza. Al mirar a Bianca así, Zachary se sintió frustrado. Fue porque no podía creer que Bianca y Sauveur no fueran cercanos después de que Zachary los viera así.
¿Cuándo se acostumbró Sauveur a hablar con Bianca, cuándo se acercó lo suficiente como para arreglar su ropa, y por qué Sauveur, a quien no le gustan los trabajos molestos, reemplazó la escolta de Gaspard, en tareas triviales y engorrosas como las comidas?
A medida que la distancia entre ellos se acercaba, se sentía como si Zachary hubiera recibido un golpe en la espalda con un martillo.
Bianca y Sauveur, era una combinación que nunca esperó que se llevarán bien. Si se hubiera acercado a Gaspard, que es su escolta, lo entendería. Como Bianca era una mujer ruidosa, descortés y que no le
gustaba la interferencia de los demás,
Gaspard habría sido tan bueno como el aire sin ir en contra del estado de ánimo de Bianca.
Sauveur era el hombre más frívolo del castillo de Arno. Y el único entre los tres comandantes que era plebeyo. Zachary no tenía muchos prejuicios contra él, aunque sabía que Bianca podría mostrarse reticente hacia él.
Sin embargo, la realidad demostró lo contrario, y la amistad entre Sauveur y Bianca lo golpeó sin avisar.
Ahora que lo piensa, la última vez que se planteó la cuestión de la sucesión, Sauveur se puso del lado de Bianca junto con Vincent. Pensándolo bien, las cosas que había descartado sin pensar en ese momento, se convirtieron en hipótesis indeseables. ¿Por qué Bianca debería tener un sucesor temprano? ¿Por qué Sauveur está de su lado…?
Zachary sabía que nunca pasaría nada entre Sauveur y Bianca. Solo tenía curiosidad sobre la amistad entre las dos personas que antes no se llevaban bien. Zachary simplemente estaba tratando de definir la ansiedad que perturbaba su corazón.
Bianca, sin darse cuenta de los sentimientos de Zachary, sólo inclinó la cabeza ligeramente como un pájaro que se esfuerza por comer.
—¿Qué sucede? Solo he hablado con Sir Sauveur unas cuantas veces.
—… Es solo que no pensé que los dos serían tan cercanos.
—Ah, fui al establo y él me guió. A menudo nos encontramos mientras caminamos…
—Sé que no eres el tipo de persona que habla con todos los que se encuentran mientras caminas.
—Pero Sir Sauveur primero vio a Sir Gaspar y se acercó a él…. Espera, ¿me estás interrogando ahora?
—¿Interrogando? ¿Yo?
Bianca preguntó bruscamente. Sorprendido, Zachary le respondió con otra pregunta. Reflexionó sobre sus propias palabras.
Era una forma de interrogación incluso si pensaba en ello. El instinto de ocultarlo parecía haber surgido de la nada. Una sombra se proyectó sobre los ojos de Zachary.
—Lo siento si te sentiste de esa manera.
Bianca puso los ojos en blanco y miró a Zachary. No podía entender por qué se preocupaba tanto por Sauveur. ¿Hay alguna razón por la que Bianca no debería llevarse bien con Sauveur? Entonces sólo debería decir: «No se lleven bien». Es decir, ¿no debería advertir a Sauveur en primer lugar?
Dio vueltas y vueltas, ahogando lo que quería decir.
Para ser honesta, la razón por la que Bianca parece llevarse bien con Sauveur es porque, en primer lugar, tenía pocas expectativas para él. La razón por la que estaba de acuerdo con su comportamiento grosero era porque no esperaba que fuera cortés, no porque fuera lo suficientemente generosa como para entender bien su comportamiento. Pero no tiene que decirle eso. Bianca relajó su tono agudo y sonrió suavemente, y contó una historia que le gustaría escuchar a Zachary.
—Es tu vasallo. No hay necesidad de que yo sea mala con aquellos que te protegen.
—… Bianca.
No sabe cuánto Zachary creería en las palabras de Bianca, pero lo que dijo pareció adaptarse a su gusto. Su voz, llamando a Bianca, era más baja de lo habitual, y sus ojos negros brillaban bajo sus pestañas gris plateadas.
La mano de Zachary alcanzó la mejilla de Bianca. Fue un toque cuidadoso, como si tocara algo frágil que se derrumbaría en cualquier momento si presionaba con algo de fuerza.
La columna vertebral de Bianca se puso rígida ante el toque cálido de Zachary. No estaba acostumbrada a este tipo de contacto. No había nada a lo que estuviera acostumbrada en primer lugar. Así que no se pudo evitar. No importa cuán ignorante fuera Bianca, sabía que esta era una buena oportunidad que no debía perderse.
Tal vez hoy, pueda derribar aunque sea un poco su muro. Pensando en eso, Bianca cerró lentamente los ojos. Como esperando un beso, no, anhelandolo.
Bianca levantó la cabeza. Podía sentir el aliento de Zachary en su piel. Cuando abra los ojos, ¿verá su rostro cerca del suyo? ¿Qué tipo de expresión se reflejará en sus ojos negros? ¿Una mirada llena de anticipación? ¿O una de temor? ¿Le permitirá probar sus labios hoy?
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