Era Zachary quien estaba allí. No pudo ver su expresión detallada debido a la distancia, pero definitivamente pudo sentir que su expresión era inusual.
Su mirada era tan aguda que parecía como si solo la estuviera mirando a ella. El corazón de Bianca latió con fuerza mientras se preguntaba qué más había hecho contra él.
«¿Por qué te ves como si no te sintieras bien hoy? ¿Estás molesto porque esperaste demasiado? De lo contrario, ¿es porque te dijeron que tiré tu ropa a voluntad…?»
Incluso Bianca sabía que Zachary no era lo suficientemente complicado como para enojarse por simplemente tirar su ropa. Sin embargo, interferir con su equipaje en nombre de su esposa podría ser ofensivo.
Ojalá pudiera decirle que está enojado por esto y aquello. Zachary mostraba una imagen incómoda frente a ella, pero nunca le decía lo que estaba en contra de su corazón. Eso hacía que Bianca se sintiera molesta.
Mientras Bianca se quedaba quieta, Zachary se acercó hacia Bianca. Todos los que leyeron la atmósfera dieron un paso atrás y se fueron. Zachary la llamó en voz baja.
—Bianca.
—¿Has estado esperando mucho?
—No.
Al contrario de su rostro disgustado, su voz llamando a Bianca era suave y gentil. Parecía que quería preguntar algo, pero en lugar de escupirlo, tragó saliva y se acercó a Bianca.
Bianca miró la mano que le tendía. Su mano era lo suficientemente grande como para cubrir las suyas, y la estaba esperando sin vacilar. Bianca colocó cuidadosamente su mano sobre él.
Tan pronto como las yemas de los dedos de Bianca tocaron la palma de Zachary, sus dedos largos y gruesos sostuvieron la mano de Bianca con fuerza como si fuera una trampa. Como si no quisiera soltarla.
La palma de Zachary le hizo cosquillas. Fue debido a la sensación húmeda de su temperatura corporal y al olor a almizcle proveniente de él. Bianca resistió el impulso de quitar la mano.
Entonces, sosteniendo la mano de Zachary, Bianca llegó al frente del carruaje.
El carruaje, que era más grande que una casa decente con techo de paja, tenía un exterior y un interior perfectos. Los cuatro caballos que tiraban del carruaje resoplaron.
Las ruedas eran tan grandes como las de una carreta, y tenía que subir las escaleras para subirse al carruaje. Bianca subió los
escalones delante del carruaje.
Zachary asintió con satisfacción después de
confirmar que Bianca había entrado en el carruaje y se había sentado a salvo. Y agregó una última preocupación.
—El viaje será difícil porque tomará mucho tiempo. Si tienes alguna dificultad, solo dímelo.
—No te preocupes.
Habiendo dicho eso, Bianca no tenía intención de decir que era difícil. Incluso si es difícil de todos modos, el viaje tendrá que continuar, y solo obtendrá la notoriedad de ser quisquillosa por nada.
Solo después de que terminó la escolta, Bianca pudo respirar aliviada. Bianca enterró su cuerpo profundamente en el cojín de la silla y miró hacia la ventana, mientras Yvonne subía al carruaje. Fue para servir a Bianca y cuidarla. El carruaje era lo suficientemente grande como para preguntarse si estaba bien que fuera para solo ellas dos. Yvonne se asombró al mirar dentro del colorido carruaje.
—Wow…. Creo que el Conde prestó mucha atención al carruaje.
—Sí. Así parece.
Bianca sonrió y golpeó el marco de la ventana del carruaje con el dedo. Incluso los marcos de las ventanas estaban decorados con esculturas, por lo que no había nada malo en el carruaje.
Afuera del carruaje, hubo una conmoción como si estuvieran realizando una última inspección. Las voces familiares, el sonido de las herraduras y el choque de las armas se mezclaban aquí y allá, y el carruaje comenzó a moverse poco a poco. Por mullidos que fueran los cojines, la sensación de las ruedas rodando y traqueteando resonaba en el cuerpo de Bianca. Fue similar a la primera vez que montó a caballo, pero se sintió diferente.
Yvonne, que montaba el carruaje por primera vez, no pudo ocultar su sorpresa cuando el carruaje comenzó a rodar.
—¿Se encuentra bien?
—Sí. Aún estoy bien.
En comparación con los tiempos en que caminó entre ciudades y pueblos a pie, el viaje en carruaje fue realmente agradable. Bianca miró por la pequeña ventana junto al carruaje. Gaspard, que la escoltaba, conducía su caballo cerca del carruaje, y los otros dos comandantes de Zachary, Robert y Sauveur, iban más adelante.
Zachary estaba al frente del grupo. La figura sobre el caballo negro, era digna de un héroe de guerra. Bianca miró por un momento la espalda de Zachary brillando a la luz del sol y luego desvió la mirada.
Después del puente levadizo y el sinuoso camino, partieron. Cuando el carruaje pasó por campos de arroz y campos, los siervos trabajadores inclinaron la cabeza hacia ellos. En algún lugar, un pastor estaba arreando ovejas, y el sonido de una oveja cantando llegó desde lejos.
La apariencia del Castillo de Arno se estaba alejando. Bianca siguió mirando por la ventana hasta que el castillo de Arno desapareció de la vista.
Era el comienzo del viaje a la capital.
* * *
Era el primer viaje en carruaje de larga distancia desde la boda. Había pasado mucho tiempo luego de la regresión de Bianca.
¿Cómo fue entonces?
No había podido dejar de llorar durante todo el camino a la finca de Arno, así que realmente no le quedaban muchos recuerdos.
A diferencia de Yvonne, que estaba emocionada, pero fingía ser educada, Bianca también estaba emocionada por dentro. Sin embargo, viajar es inevitablemente aburrido ya que tiene que andar constantemente por la carretera, por lo que Bianca dormía y se despertaba repetidamente mientras escuchaba el sonido de los insectos y sentía el olor a hierba tocando la punta de su nariz.
Entonces pasó el día y el sol comenzó a ponerse. Hacía mucho tiempo que estaba oscuro en el carruaje. El sol en el bosque cae rápidamente. El viaje de hoy se detuvo, y comenzaron a prepararse para la falta de alojamiento.
Bianca no tenía nada que hacer. Todo lo que tenía que hacer era quedarse quieta en el carruaje.
Bianca dejó escapar un bostezo y enderezó la espalda ligeramente. Debido a que estuvo sentada todo el tiempo, su
espalda se sentía rígida.
Entonces, la cortina del carruaje se abrió y Zachary irrumpió en el carruaje de Bianca. Aunque había estado a caballo todo el día, su apariencia no era muy diferente de cuando salió por la mañana. Incluso en la oscuridad, el cabello plateado de Zachary brillaba como un relámpago.
—¿Fue muy aburrido hoy?
—Fue bastante divertido mirar hacia afuera.
—Eso es un alivio.
Después de decir eso, Zachary se quedó en silencio por un momento. Parecía dudar en decir algo. Bianca, que no podía esperar, preguntó primero.
—¿Tienes algo que decir? ¿Se supone que debo hacer algo?
—No, no es eso.
Zachary parecía avergonzado. Chasqueando la lengua por la vergüenza, de mala gana dejó ir su suerte.
—Creo que tendremos que dormir afuera esta noche….
Solo entonces Bianca entendió por qué Zachary estaba preocupado. Debe haber pensado que Bianca podría enojarse por la falta de alojamiento. Bianca se rió amargamente.
Zachary no dio la bienvenida a la falta de alojamiento. Como Bianca estaba allí, quería llegar al pueblo de todos modos, pero no fue fácil porque había mucha gente en su grupo. Se atrevió a traerla, pero la dejó sin alojamiento desde el primer día de viaje. Zachary dejó escapar un gemido lastimero, temiendo que Bianca pudiera tener malos recuerdos del viaje.
Pero Bianca preguntó con voz ligera, de buena gana.
—Entonces, ¿dónde puedo dormir?
Zachary parpadeó ante la mirada aparentemente indiferente de Bianca. Se preguntó si Bianca no estaba al tanto de la falta de alojamiento. Zachary miró a Bianca a los ojos y respondió con cautela.
—… Puedes dormir en el carruaje.
—Está bien.
Contraria a las preocupaciones de Zachary, Bianca estaba muy al tanto de la situación. Se trataba de un viaje largo, por lo que era normal. Parecía verla como a una niña inmadura. De hecho, en el pasado, Bianca, que en realidad habría tenido 16 años, debería haber provocado una conmoción por la falta de alojamiento, por lo que el malentendido de Zachary no estaba mal.
Pero ahora Bianca no le importa. Hubo momentos en los que durmió con la espalda apoyada en una piedra y acurrucada en el suelo sobre el rocío. Hubiera sido más inconveniente dormir en un monasterio que en un carruaje sobre una manta de seda.
Bianca miró alrededor del carruaje. Era un carruaje lo suficientemente grande como para que Bianca durmiera cómoda. Era natural que estuviera sola en el carruaje del tamaño de la familia del señor. Ahora que lo piensa, el de Bianca era el único carruaje además de la carreta.
Entonces, ¿dónde duerme Zachary?
Curiosa, Bianca preguntó.
—¿Dónde duerme el Conde?
—… afuera.
El rostro de Bianca se torció sutilmente ante la respuesta de Zachary. La historia era que ella dormía sola en este cómodo lugar y todos los demás dormían afuera. Bianca no tenía la amabilidad para preocuparse sobre como dormirían los sirvientes. Era natural que los sirvientes y los nobles durmieran de manera diferente. Sin embargo, era una historia diferente si incluso su esposo, el Conde Zachary, dormía afuera.
Los hombres podrían pensar que Bianca echó a Zachary del carruaje, ya que no sabían cómo era la pareja.
Estaba acostumbrada a ser incomprendida, pero sería un inconveniente recibir miradas y respuestas incomprendidas durante todo el tiempo que duraría el viaje hacia la capital.
¿Robert, que era particularmente reacio a Bianca, no se uniría también al grupo?
Ahora que lo piensa, esta era una muy buena oportunidad. Bianca enderezó su expresión y preguntó suavemente.
—¿No dormirás junto a mí en el carruaje?
—¿Qué?
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