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(Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 46

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De todos modos, la niñera que estaba tan disgustada con Zachary no habría informado a Bianca sobre la relación activa de la pareja.  Solo le diría lo mínimo de lo necesario. Además, murió de una epidemia hace dos años.

 

Por lo que era difícil relacionarse con el repentino cambio de actitud de Bianca.

 

Y Bianca no era muy amiga de las criadas de la familia Arno.  ¿No sucedió hace un rato?  Tan pronto como ella se acerca, las sirvientas se dispersan. ¿Pero aprendió de las sirvientas? Eso era absurdo.

 

Si se trata de una criada cerca suyo… Bueno, sí. Recientemente, ha tenido una criada a su lado. Sin embargo, no tenía nada que ver con el anuncio de dar a luz a un sucesor de Bianca, y considerando el carácter de Yvonne que se le informó, probablemente no le habría dicho eso a Bianca.

 

Su comportamiento reciente ha estado lleno de cosas extrañas.

 

¿De repente habla de dar a luz a un sucesor o dice que asumirá el puesto de Vincent?

 

Tomar el poder real en nombre de Vincent es algo que cualquier esposa noble haría, así que no había razón para oponerse, por lo que lo dejó pasar, pero Zachary estaba preocupado por dentro. Fue porque tenía miedo de que dañara su salud al hacer mucho trabajo por nada.  Además, también quiere aprender a montar a caballo.

 

Todavía era una mujer noble, arrogante y exigente, pero definitivamente podía sentir algo diferente de lo que había sido hasta ahora.

 

El cambio de actitud de Bianca fue repentino y extremo, y no hubo relación causal.  Entonces, como mínimo, Zachary debe haberse preguntado si un mensajero de la familia Blanchefort había venido para pulir las cualidades de Bianca.  Bianca parece haberlo tomado en un sentido completamente diferente, pero….

 

Los labios de Bianca estaban obstinadamente cerrados, y sus ojos verdes pálidos brillaban inquebrantablemente como el verde fresco del verano.  En lo que respecta al tema del sucesor, su determinación de no retroceder fácilmente era evidente.

 

Zachary no estaba familiarizado con ella así.  Hasta ahora, siempre había girado la cabeza en ángulo como para evitarlo, y solo huía de su mirada. Como el pasado es claro, la mirada de Bianca, que recientemente lo ha enfrentado con claridad, ha sido difícil de adaptar, pero ha sacudido un rincón de su corazón. Como las herraduras de un campo de batalla rodando sin descanso en previsión de futuras guerras.

 

Dieciséis no es una edad pequeña en estos días. Había muchas mujeres que ya habían dado a luz a la edad de 16 años y, en realidad, el mismo Zachary fue a la guerra y mató a innumerables personas cuando tenía 16 años.  Pero a los ojos de Zachary, Bianca todavía es muy joven.  La vista de Bianca sosteniendo su cuello con rigidez, diciendo que ya había crecido, le hizo cosquillas en el estómago, y Zachary, no pudo controlar el impulso de preguntar traviesamente.

 

—Entonces, ¿qué aprendiste?

 

—¿Qué?

 

—¿Qué te dijeron las criadas que hicieras?

 

—……..

 

Una leve sonrisa apareció en la comisura de los labios de Zachary cuando le preguntó a su joven esposa.

 

¿Qué dirá Blanca?

 

Solo pensar en eso hizo que sus labios se curvaran.

 

Los ojos de Bianca se abrieron con desconcierto cuando vio por primera vez una reacción levemente positiva en el rostro de Zachary.

 

Pensó que tal vez estaba equivocada, pero cuando se frotó los ojos y volvió a mirar, aún estaba allí.  Bajo los ojos profundamente abiertos, los ojos negros que brillaban como álamos parecían dulces a primera vista.  ¡Esa amabilidad!  Antes, sospechaba de que pudiera tener un plan con la familia Blanchefort, pero de repente se entrómetía en en su conversación con las criadas.  Bianca tragó saliva.

 

El olor a almizcle, del que nunca había sido consciente, perforó particularmente su nariz.  Ahora que lo piensa, siempre había un ligero olor a almizcle en Zachary.  Aunque su seco y ascético marido le parecía extraño, era un olor aterradoramente adecuado.

 

La razón por la que no suele enfatizarse su olor a almizcle es porque el olor es tan débil que solo se puede sentir cuando está lo suficientemente cerca de su piel.

 

Normalmente no lo siente cuando está lejos de Zachary, pero cuando dormía con él, siempre invadía su nariz hasta el punto de marearse.  Ser capaz de oler ese aroma ahora significaba que Bianca y Zachary estaban muy cerca, pero Bianca no reconoció ese hecho.

 

La cabeza de Bianca estaba mareada y su boca seca. Necesitaba responder algo.  No podía parecer más sospechosa.

 

Sin saber que Zachary estaba siguiendo sus movimientos, Bianca hizo todo lo posible para exprimir una mentira plausible.

 

—… Como el Conde está a punto de cumplir 30 años, necesita tener un heredero lo antes posible.

 

La vergüenza se superpuso a la sonrisa de Zachary, lo que le hizo tragar saliva ante la pregunta que estaba tratando de molestar a Bianca.

 

Las palabras de Bianca eran ciertas.  Veintinueve.  No estaba en una edad en la que pudiera estar lo suficientemente relajado como para esperar vagamente su sucesión.  Además, ¿no participaba en guerras a menudo?

 

Zachary, que solo se dio cuenta de que era viejo, tosió un par de veces y trató de persuadir a Bianca.

 

—Pero parece que no te informaron que dieciséis años es demasiado joven para tener hijos.

 

—Las guerras son frecuentes.  Todos en el castillo están ansiosos.

 

—No sabía que estabas tan preocupada por la situación del castillo.

 

Zachary lo dijo sin pensarlo mucho, pero no sonó así desde el punto de vista del oyente.

 

¿Sonaba desagradable que ella, que generalmente era indiferente al territorio, tratara de restringir el comportamiento de Zachary mencionando ese asunto? El rostro de Bianca se puso rojo brillante al pensar que Zachary la estaba reprendiendo.

 

El calor que se extendió bajo la textura de la piel blanca no desapareció fácilmente.  Bianca bajó suavemente las cejas y tosió.  Tan cierto como había dicho Zachary, Bianca, que no tenía excusas, se dio la vuelta.

 

—¿Aún no quieres que dé a luz a tu sucesor?

 

—Iremos a la capital pronto. No es un buen momento para tener un sucesor.

 

—En comparación con el sucesor, la capital no es muy importante.  Es una idea tonta que no es diferente a no cultivar por miedo a la sequía. Eso es una tontería.

 

No puede retroceder aquí.  Si no puede atravesar el muro de hierro de Zachary esta vez, volverá al principio. Y repetirá la misma conversación otra vez.  Bianca, que estaba harta, dijo.

 

—¿O hay alguna razón para evitarme hasta el punto en que tienes que poner esa excusa?

 

—No te estoy evitando.

 

—Mentira.

 

Los ojos verde pálido de Bianca brillaron.

Su mirada siguió tenazmente su rostro como si tratara de examinar las profundidades escondidas bajo la expresión de Zachary.

 

Si hubiera sido la antigua Bianca, le habría preguntado sarcásticamente si la estaba evitando debido a su amante, pero después de algunas conversaciones, descubrió que Zachary odia hablar sobre eso.  No hay nada bueno en irritar a Zachary, así que Bianca mantuvo la boca cerrada sobre ello.

 

Bianca no fue la única que buscó persistentemente.  Zachary tampoco dejó de explorar por qué Bianca repentinamente habló sobre su sucesor.

 

—¿Por qué de repente estás impaciente?  No importa cuánto lo piense, no puedo resolverlo.  ¿Qué cambio de corazón ocurrió mientras yo estaba fuera?

 

Bianca se mordió el labio.  Zachary, que seguía haciendo preguntas difíciles de responder, se mostró insensible. Pensó que debería mentir, pero ya había usado la excusa de las criadas una o dos veces y ya no sabía qué decir.

 

¿Es la razón por la que cambió de opinión tan importante?

 

¿No es comprensible que de repente cambiará de opinión? Creyó que se habían acercado un poco.  Pensó que la miraba con buenos ojos porque dijo que la llevaría a la capital

 

La idea de que no era así la hizo llorar.  No importa cuánto lo intentara, la realidad hizo que Bianca se sintiera impotente.

 

Parece que abrió su corazón a Zachary sin darse cuenta.  Este fue el resultado de abrigar expectativas no correspondidas y pensar que, por supuesto, le daría la bienvenida al sucesor que vendría de ella.  Se sentía miserable.

 

Bianca apretó sus labios temblorosos e intentó que su voz no temblara.  Pero no fue fácil.

 

—… ¿Tengo que tener una razón para tener a tu hijo?

 

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