Zachary murmuró para sí mismo, ignorando los sentimientos de tales subordinados.
—Dijo muchas gracias.
La mirada de Zachary se apartó. Los ojos negros estaban suavizados como moras empapadas en agua. Repitió en voz baja lo que había dicho una y otra vez, como si estuviera pensando en los eventos de ayer, y luego incluso se rió.
Los vasallos, que miraban a Zachary reír a carcajadas, pensaron que estaban alucinando. ¿O estaba poseído por un demonio?
El comportamiento de Zachary fue tan extraño. Los vasallos no pudieron ocultar fácilmente su vergüenza y simplemente mantuvieron la boca abierta.
Fue Robert quien tuvo el coraje de hablar primero. Con una mirada aún confusa preguntó, incapaz de borrar la sospecha de sus ojos.
—Conde… Disculpe pero, ¿realmente respondió de esa manera?
—¿Parece que estoy mintiendo?
—Lo siento. Fui presuntuoso.
Robert rápidamente se inclinó ante la aparentemente incómoda respuesta de Zakari. Al ver a Zachary así, parecía ser real.
Después de todo, su maestro ni siquiera es el tipo de persona que bromea con mentiras. Entonces significa que la señora realmente estuvo de acuerdo con ir a la capital….
Zachary, que claramente había leído los sentimientos de sus subordinados, chasqueó la lengua disgustado. ¿Es tan increíble? Zachary confirmó con firmeza, sin dejar más espacio para la discusión.
—Eso es todo lo que tienen que saber. La próxima primavera, ella viajará conmigo a la capital.
Las palabras de Zachary fueron firmes. Al darse cuenta de que el resultado no se podía revertir, los subordinados asintieron con fuerza. Se dice que puedes atrapar una alondra incluso si el cielo se está cayendo, pero esa era la historia cuando la alondra era visible. ¿Cómo pasó esto? Suspiraron profundamente ante la desesperada realidad.
Solo Vincent, que no va a la capital para quedarse a proteger el castillo de Arno, sonrió y agregó: «Entonces me quedaré solo en el castillo».
Robert y Sauveur, miraron a Vincent con injusticia, pero Vincent no borró su sonrisa y avivó el fuego, diciendo: «Buen viaje».
La sonrisa era tan natural que los dos caballeros no tuvieron más remedio que darse la vuelta sin decir una palabra.
* * *
Aunque se rió frente a Robert y Sauveur, un rayo de duda siguió surgiendo dentro de la cabeza de Vincent. Fue porque había más de una o dos cosas que lo intrigaban.
El extraño comportamiento que se ha visto desde el regreso de Zachary. Obviamente, antes de eso, ella era la misma de siempre….
Lo mismo ocurre con la doncella llamada Yvonne. Yvonne parece haber llamado la atención de Bianca por el asunto de Ante, pero ella nunca ha tenido a nadie a su lado sin importar qué, ¿hizo de Yvonne una doncella dedicada solo por eso? Y justamente tan pronto como Zachary regresó.
No había duda a primera vista. Por mucho que lo piense, parecía ser para mostrárselo al Conde. Vincent chasqueó la lengua. Sin embargo, incluso un Vincent experimentado no podía adivinar fácilmente lo que significaba mostrar que tenía una doncella a su lado.
«De todos modos, hay algo que está tramando».
Vincent entrecerró los ojos. Sus delgados labios se torcieron y el bigote debajo de su nariz se retorció.
Había algo sospechoso, pero el Conde no parecía sospechar de su comportamiento. Lejos de sobresaltarse por su acción repentina, simplemente asintió con la cabeza con una expresión grave que no podía comprender. Tal acto del Conde puso una carga adicional en el corazón de Vincent.
Habían sido los mismos durante los últimos diez años, pero de repente un día, voltearon sus palmas boca abajo al mismo tiempo*. Como vasallo, su cabeza estaba mareada y su estómago frustrado.
No sabía por qué había cambiado la señora, pero estaba claro que el Conde había sido engañado por ella. No sabe con qué tontería engañó al Conde, pero eso no significa que pueda engañar a Vincent. Vincent pensó eso y se paró frente a Bianca.
De repente recibió un llamado esta mañana. La razón por la que Bianca suele llamarlo es para comprar algo lujoso, por lo que Vincent chasqueó la lengua.
«Por la familia Arno o lo que sea».
Eso también era mentira. A primera vista, puede parecer que ha cambiado, pero su esencia sigue siendo la misma…, dijo Vincent sin dudarlo. Sin embargo, como si se riera de los pensamientos de Vincent, las palabras que recibió de Bianca eran algo en lo que Vincent nunca había pensado.
Vincent dudó de sus oídos ante las palabras de Bianca. Pensó que aún estaba bien, pero parece que no puede ignorar su edad. Vincent preguntó involuntariamente.
—… ¿qué?
—Dije que ahora que soy mayor, creo que necesito aprender uno por uno lo que tengo que hacer como la anfitriona de la familia Arno.
—…….
Bianca repitió tranquilamente las mismas palabras.
Es la segunda vez que lo escucha, pero sigue confundido. ¿Vincent escuchó correctamente, o tal vez escuchó mal? Miró a Bianca con una mirada de incredulidad mientras pensaba esto y aquello.
La expresión de Bianca, sentada en una silla acolchada, mientras miraba a Vincent parecía muy natural.
Sin comprender el desconcierto de Vincent, inclinó la cabeza con una mirada hosca.
Era algo que debería haber recibido con los brazos abiertos, pero no podía decir fácilmente que lo haría porque no podía confiar en Bianca en absoluto.
Vincent se sintió abrumado por la urgencia de escuchar la verdad incluso si tenía que sacudir los esbeltos hombros de Bianca. Era blasfemo, pero aun así, quería saber qué diablos estaba pasando en esa cabecita diminuta.
¿Pero qué podía hacer? Vincent no tenía la posición para hacerlo. Observó a Bianca durante mucho tiempo, como para medir la sinceridad de Bianca, y finalmente chasqueó la lengua.
Reflexionó por un momento, luego eligió cada uno de los deberes que Bianca había descuidado hasta ahora.
—… No sabe nada sobre contratación de trabajadores, agricultura o precios de mercado…. Creo que sería mejor empezar con la gestión de los trabajadores. Le proporcionaré los documentos que he escrito sobre el presupuesto del territorio, incluidos los salarios de los empleados. Después de mirar los documentos y comprender la atmósfera del sitio, puede tomar el poder real. Después de todo, el castillo estará vacío el próximo año. Puede hacerse cargo del trabajo serio después de regresar de la capital.
—Creo en usted, como lo hace mi esposo. Entonces le dejaré todo eso, por favor.
Bianca asintió mansamente. La actitud obediente no era quisquillosa, pero por el contrario, lo puso aún más ansioso.
Más bien, le resultaba más fácil responder cuando no estaba satisfecho con el trabajo de Vincent. Vincent preguntó con una cara perpleja como si estuviera poseído por un fantasma.
—Entonces, ¿le gustaría revisar el castillo ahora mismo?
—Sí. Ordenaré mi ropa, así que deme un momento. Yvonne.
—Sí, señora. Lo prepararé de inmediato.
Yvonne, que estaba en la esquina de la habitación, corrió hacia ella tan pronto como escuchó la llamada de Bianca. Mientras preparaba su ropa, incluido el abrigo, miró a Vincent que se encontraba aún allí. Vincent siempre fue frío y resuelto, por lo que los sirvientes lo reverenciaban como un objeto de temor, pero hoy Yvonne inclinó la cabeza ante su apariencia inusualmente distraída.
Hablando cuidadosamente, dijo.
—Disculpe, mayordomo. La señora necesita cambiarse…
—Lo siento. Me distraje por un momento. Entonces esperaré afuera.
Vincent recobró el sentido solo entonces, y salió apresuradamente de la habitación con retraso. No importa cuán confundido esté, ¡no puede estar tan distraído! No parecía un mayordomo a cargo del castillo de Arno en absoluto. Vincent suspiró suavemente, reprendiéndose a sí mismo.
Todavía no podía creerlo. ¡»Esa» señora quiere aprender a trabajar como anfitriona!
Frente a la puerta de Bianca, Gaspard esperaba en silencio como un pilar. Vincent miró a Gaspard.
Ahora que lo piensa, después de ser seleccionado como escolta, Gaspard siempre estuvo al lado de Bianca. Tal vez Gaspard sepa algo. Vincent preguntó con picardía.
—Sir Gaspard, ¿ha habido algo que pudo haberle hecho cambiar de opinión recientemente?
—No hubo nada.
La respuesta de Gaspard fue tan dura como una piedra. Vincent había hecho la pregunta sin muchas expectativas, pero la respuesta de Gaspard fue tan determinada que desvaneció hasta la más mínima esperanza.
Así es. No hay forma de que pueda obtener una respuesta significativa de Sir Gaspar. Vincent suspiró una vez más.
Su suspiro fue más profundo que antes.
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