Hasta ahora, Bianca, la Santa, no aparecía mucho a su alrededor y Alexandra de Arno, conocida como la Voluntad de Dios, era solo una niña.
Si Alex fuera un niño, todos estarían de acuerdo en que sería un gran hombre, pero Alex era una niña. Debe haber una razón por la que Dios había dado una revelación en cuanto dio a luz a Alex, pero no tomaron la existencia de Alex muy en serio.
Entonces pensaron que la permanencia de Thomas como arzobispo de Arno tendría poco efecto en la Iglesia.
Pero a medida que Alex crecía, se dieron cuenta de que algo andaba muy mal.
Como si fuera una mentira decir que hizo palpitar los corazones de quienes la rodeaban antes de nacer, Alex creció lo suficientemente saludable como para no contraer un solo resfriado.
Creció tan sana que podía luchar, practicar manejo de espada y montar a caballo. Cuando Alex tenía siete años, ninguno de los niños de diez años de la finca Arno podía vencerla.
Se interesó por las artes marciales desde muy joven, y a los 13 años fue nombrada caballero, y a los 16 siguió los pasos de su padre y fue a la guerra.
Se había firmado un tratado de paz con Aragón, pero ya había pasado más de una década. Aragón lo miró de reojo, y comenzó a atacar nuevamente a Sevran, por lo que la frontera de Sevran volvió a ser inestable nuevamente.
Quienes la rodeaban se opusieron a la participación de Alex en la guerra porque era una mujer y aún joven. Sin embargo, la voluntad de Alex fue fuerte y Zachary también parecía decidido. Alex juró seguir el camino de la espada, insistiendo en que mantenerla a su lado no era su única habilidad.
Y Alex estuvo a la altura de las expectativas de su padre. Se hizo un nombre al hacer un gran avance en la primera guerra en la que participó, a pesar de que tenía 16 años y era mujer.
Fue entonces cuando la gente de la Iglesia se dio cuenta de que Alexandra misma era la voluntad de Dios, y que ella fue elegida para crear el futuro que Dios deseaba.
Temiendo que Thomas entrara al Vaticano con ella a cuestas, continuaron presionándolo y advirtiéndole.
El poder de Alex era muy feroz.
Sin embargo, no fueron los únicos que apreciaban mucho la imagen de Alex.
Nada menos que la niñera de Alex, la baronesa Yvonne, también lo hizo.
Yvonne refunfuñó mientras tejía junto a Bianca.
—¿Sabía que los rumores de la señorita Alex son más populares en estos días que los del duque? Esto detendrá toda propuesta de matrimonio a este ritmo. Todo esto se debe a que la señora luchó en una guerra y vio todo tipo de cosas en un momento en que tenía que concebir con calma.
—¿Cuál es el problema de ser fuerte gracias a una buena educación prenatal?
Bianca no apartó los ojos del pañuelo que estaba bordando y respondió con naturalidad.
—¿Escuchó que le dio un puñetazo a Joseph, el carnicero?
—No. Es la primera vez que lo hago. Aunque no es algo muy nuevo.
Yvonne, frustrada por el encogimiento de hombros de Bianca, se golpeó el pecho.
Para ella, Alex era más que una hija. Le dedicó tanto entusiasmo y trabajo duro, que si le preguntaran al propio hijo de Yvonne, Gastón, si le gustaría tener la mitad de la atención que Yvonne tenía por Alex, Gastón retrocedería disgustado.
—Después de verlo continuamente coqueteando con Hannah en el cuarto de costura, le dio una patada en el trasero. Joseph simplemente se fue volando… Ahh. De todos modos, no estoy diciendo que sea malo… Pero la joven ya tiene edad para casarse. También se necesita traer un yerno residente, pero ¿cuánto tiempo vas a ser tan terca…?
En el pasado, el yerno residente habría heredado a la familia, pero muchas cosas han cambiado desde el ascenso al trono de la princesa Odelli. Cada vez más mujeres tenían éxito en heredar la línea familiar, y el duque de Arno nombró a Alex el próximo duque.
No hubo objeción alguna. Alex era comandante, y tenía el trasfondo de ser la voluntad de Dios. No había parientes consanguíneos colaterales que apuntaran al duque de Arno e hicieran ruido.
Si se casaba con Alex, solo sería el esposo del duque*, pero también ocuparía un alto cargo. Además, Alex era una mujer hermosa con cabello gris plateado y fríos ojos verdes pálido.
(N/T: mantuve duque porque se refiere al título de señor.)
Quizás debido a tan favorable condición, Alex era bastante popular a pesar de ser famosa por su personalidad atrevida. Y recientemente, ha habido un hombre que ha estado siguiendo especialmente a Alex.
Pensando en ese hombre, Bianca sonrió y se encogió de hombros.
—Bueno… No creo que haya alguien que le guste.
—Ese es otro problema. ¡Su oponente es el príncipe heredero Cyril! Para casarte con la familia real, necesitas aprender modales…
—¡Nana!
Entonces Alex corrió hacia la habitación de Bianca, gritando en voz alta.
Su cabello plateado, cortado lo suficientemente corto para dejar al descubierto sus orejas, estaba cubierto de hojas.
Su atuendo tampoco era muy diferente.
Pantalones cómodos y botas hasta la pantorrilla. Una túnica sobre la camisa. Su atuendo reveló claramente que estaba disfrutando al máximo la ausencia de guerra.
Con su cabello blanco plateado ondeando, se veía exactamente como su padre. La diferencia estaba en su expresión facial. A diferencia de Zachary, que era contundente y fruncía el ceño, la expresión de Alex era mucho más colorida.
Alex se acercó a ellos, frunciendo los labios y miró a Yvonne con los ojos en blanco.
—¡Estás diciendo tonterías otra vez!
—¿Qué? Es cierto que el hijo del príncipe Albert muere de amor cada vez que te ve.
Yvonne naturalmente bajó la mano y respondió. Alex, al darse cuenta de que Yvonne estaba hablando de Cyril, hizo una mueca y gimió.
El Príncipe Albert, el actual heredero al trono, era débil y tenía poco interés en el trono. Se casó con la princesa prometida de Castilla a los dieciocho años y Cyril nació cuando tenía veinticuatro.
Albert quería que Zachary se convirtiera en el padrino de Cyril. Zachary también aceptó la oferta y se dirigió a Lahoz para una ceremonia sencilla para convertirse en padrino.
En ese momento, Alex lo acompañó, y ese fue el primer encuentro entre Alex y Cyril.
Desde el primer encuentro con Cyril, fue inusual. Alex, que nunca había visto un bebé desde Gastón, el hijo de su nana, no pudo dejar de observar a Cyril, y Cyril sujetó el cabello de Alex.
Lo sujetó con tanta fuerza que no quiso dejarlo ir, y al final, Alex no tuvo más remedio que cortarse el pelo, que en ese momento le llegaba a la cintura.
—Qué cosa tan terrible de decir… ¿Sabes cuántos cabellos han sido arrancados por él?
Alex se quejó. Yvonne también se sentía desconsolada al pensar en ese momento. De repente, la niña que fue a la capital llegó con el cabello cortado como un niño, por lo que sería extraño no sorprenderse.
Pero, ¿quién es Yvonne? No la crió en vano. Yvonne, que sabía que Alex no se había dejado crecer el cabello intencionalmente con el pretexto de eso, sonrió y se burló de Alex fingiendo no saber.
—Bueno. El príncipe Albert ya te considera prácticamente como la prometida del príncipe heredero Cyril. Si no te casas pronto, ¿el príncipe heredero Cyril no crecerá y te propondrá matrimonio?
Después de la ruidosa primera reunión, Cyril se encariñó mucho con Alex. Eventualmente, incluso aterrorizó a las personas que lo rodeaban al pronunciar Alex antes que mamá y papá.
Después de eso, Cyril comenzó a morir de amor por Alex. Cada vez que Alex llegaba a Lahoz, la seguía todo el día.
Y actualmente estaba en progreso. Alex, que se sentía molesta con Cyril, se estremeció de disgusto.
—¡Nana! ¡Él y yo tenemos trece años de diferencia! ¡Tiene tres años en este momento, tres!
—La señora y el duque se casaron con una diferencia de edad de 13 años. La edad realmente no importa.
Yvonne tarareó en respuesta. El matrimonio de la familia real siempre es temprano. Siete años después, aunque el príncipe Cyril tenga diez años, la familia real tendrá prisa por casarlo.
El oponente es el próximo duque. En lugar de casarse con otra familia por nada, considerarían mejor incorporarla a la familia real.
El príncipe heredero Cyril tiene linajes legítimos de Sevran y Castilla. Sevran definitivamente intentará proteger a Cyril, ya que tiene un linaje que podría arrebatar el derecho al trono a Castilla si se hace bien. Y la persona más fuerte que podía protegerlo más que nadie era Alex.
Sin embargo, esas eran historias con motivos políticos ocultos. No había necesidad de que Alex se preocupara por eso ahora. Bianca cortó la larga historia y cambió el tema de la conversación.
—Por cierto, Alex, ¿qué sucedió de repente? ¿No se supone que deberías estar tomando clases de finanzas con Vincent ahora mismo?
—¡¡Aquí~!!
En ese momento, Alex le tendió un ramo de flores. Mirándolo de cerca, parecía una corona de flores.
—Las flores florecieron maravillosamente, ¡así que hice una corona! Irá bien con el color de tu cabello.
La corona de color amarillo brillante que Alex le dio no era muy buena, parecía tosca. Pero Bianca miró alrededor de la corona con genuina admiración.
—Oh, es hermosa.
—Señora, tiene que regañarla por faltar a clases.
—Bueno, no creo que sea un problema perder una clase.
Cuando Bianca respondió con calma, los labios de Alex se elevaron tanto que parecían que estaban a punto de rasgarse. Alex nuevamente recibió la corona de flores de Bianca y la colocó sobre la cabeza de Bianca. Como pensó, las flores amarillas eran muy bonitas en su cabello castaño rojizo.
Yvonne suspiró y acercó un espejo. Bianca movió la cabeza de un lado a otro, mirando contenta su reflejo en el espejo, dijo.
—Deja que la niña haga lo que quiera. Alex no es muy juguetona…. Además, lo mismo ocurre con el matrimonio. No hay razón para que nuestra familia insista en la familia real. Si Alex no quiere, solo tiene que encontrar otro compañero de matrimonio. Casarse como princesa no es la única opción.
—Pero señora…
—Siempre he hecho lo que quería hacer. Ella también puede hacerlo.
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