Bianca lo había diferenciado, al punto en que Sauveur podía estar seguro. Es posible que solo haya estado tratando de diferenciar entre artículos premium y de suministro para la venta, pero afortunadamente pudo distinguirlos.
Zachary una vez más observó con calma el encaje. Recordó el pañuelo de encaje que Bianca le había atado al brazo durante la justa. El pañuelo era tan celestial y espléndido que no podía compararse con el de ahora.
Este también era llamativo, pero definitivamente era más simple que el habitual de Bianca.
—Por supuesto…
Cuando Zachary estuvo de acuerdo con las palabras de Sauveur, todos a su alrededor se sobresaltaron. Pensaron que todos eran iguales, pero nunca imaginaron que Bianca tendría su propio sistema y reglas.
El que más se sorprendió en particular fue Marceau. Marceau notó el intento deliberado de Bianca de promocionar el negocio de encajes.
El trabajo de Bianca no estaba a la venta. Es posible conseguirlo solo a través de la amistad…. La gente luchará por obtener el encaje del suministro general, pero aquellos que lo obtengan, lucharán por obtener los encajes producidos por Bianca. Y la única forma de obtener ese encaje superior es quedando bien con Bianca.
No sólo entre mujeres. Los hombres que quieran regalar encajes a sus esposas o amantes también seguirán a Zachary.
Incluso ahora, la influencia de la familia Arno era grande, pero solo por el miedo causado por el prestigio de Zachary. El encaje de Bianca cambiará su influencia hacia un lado más suave.
«Como era de esperar, fue la elección correcta sugerirle a Catherine que se volviera amiga de Bianca».
Pensó que no era alguien sencilla luego de verla lidiando con el vizconde Volne en el salón de banquetes…. Marceau chasqueó la lengua.
Cuando quedó claro, dado por las circunstancias, que Bianca no estaba involucrada en esto, Zachary dejó escapar un gran suspiro de alivio.
—Entonces, ¿quién es el dueño de este pañuelo?
—Hasta donde yo sé, los únicos que han recibido un pañuelo de encaje como regalo son la familia real, incluida la princesa Odelli, la reina y la princesa heredera. Oh, también está el arzobispo de Lahoz.
Fue Robert quien contestó. Aunque Gaspard es el escolta de tiempo completo, era trabajo de los tres comandantes preocuparse por la seguridad de Bianca. Como nunca se sabe cuándo cambiará su escolta, Gaspard informó sobre todos los movimientos de Bianca hasta cierto punto.
Henry, que había estado escuchando la historia en silencio porque no sabía nada sobre Bianca o el encaje, se adelantó con retraso.
—Si es el pañuelo de encaje que la santa entregó al arzobispo de Lahoz, ya está en el Vaticano. Fue ofrecido como un artículo Santo.
—Entonces debe haber robado el pañuelo real.
Robert asintió con la cabeza. Tan pronto como se reveló hasta cierto punto el contorno de la verdad, la tez de Henry, que había estado preocupado por la seguridad de la Santa en su corazón, se aclaró. Henry insistió severamente.
—Me alegro de que Sir haya resultado que la Santa no tiene nada que ver con esto. Entonces no hay necesidad de que el Conde entre en un lugar peligroso. Castiguemos al vizconde Huegh ahora mismo por perturbar la disciplina.
—Un momento.
Entonces Marceau intervino.
—Robar un pañuelo real es cuestión de sobornar a una doncella… ¿El vizconde Huegh pudo hacer esto solo?
Todos sacudieron la cabeza al mismo tiempo, como si lo hubieran planeado. El Viscount Huegh que conocen es un hombre incompetente lleno de codicia y orgullo. Todos se reunieron para hablar de las deficiencias del vizconde Huegh.
—… El vizconde Huegh no es capaz de eso.
—Además, es un poco asustadizo. Definitivamente sería extraño presentarse en persona.
Marceau asintió. No fue lo único extraño.
—Además, usar el pañuelo para atraer al Conde Arno y arrojarlo a una trampa… El plan en sí es lo suficientemente simple como para que incluso un niño lo piense, pero había un requisito previo que podría causar preocupación en este plan.
—¿Qué cosa?
—La convicción de que el Conde Arno nunca se mueve. Pero, ¿el vizconde Huegh siquiera pensó en eso?
La relación entre el vizconde Huegh y Zachary, como todos saben, no era buena.
Todas estas propuestas de Huegh estarían sujetas a sospechas.
Así que era importante para este plan sacar a Zachary del camino a pesar de que sabía que era una trampa. Usando la seguridad de Bianca como medio.
Pero el vizconde Huegh es una persona egoísta. ¿Puede realmente pensar en la sensación de moverse por temor a la seguridad de su esposa?
Un hombre puede ver tanto como su recipiente. Este plan no fue hecho por el vizconde Huegh. Alguien tuvo que hacer del Viscount Huegh una marioneta…
Marceau bajó los ojos y murmuró en voz baja. Fue un comentario contundente, pero hubo un gran revuelo.
—El Vizconde Huegh pertenece a la facción del segundo príncipe.
—¿Cree que el vizconde Huegh pudo haber sido ordenado por el segundo príncipe?
—De ninguna manera. De todos modos, ¿no estemos en medio de una guerra con Aragón en este momento? ¿Qué hará si vence a Lord Arno, que está a cargo de la frontera, y Aragón devora a Sevran?
Henry estaba desconcertado. Su sentido común no podía comprender el comportamiento de Jacob. Marceau preguntó, acariciando su suave barbilla.
—¿Pero no prefieren comprobarlo? Sería bueno exponer al verdadero enemigo escondido en la niebla.
—¿Cómo?
—Haciendo lo que ellos quieren.
Todos se sorprendieron por las simples palabras de Marceau. Robert expresó cautelosamente su preocupación.
—Habrá una emboscada.
—Ya sabíamos que habría una emboscada. Entonces, ¿no sería posible preparar lo suficiente? Más bien, podrías golpearlos por la espalda.
—Mmm…
Marceau le preguntó a Zachary. Zachary, que había estado escuchando la historia en silencio hasta el momento, gimió suavemente y golpeó la mesa.
Al ver que Zachary no tomó su oferta muy negativamente, Marceau agregó con una sonrisa.
—¿Y si el Conde Arno finge caer en su trampa y morir?
—¿Morir?
—Sí. Si sabe que el conde está muerto, el vizconde Huegh seguramente correrá hacia alguien, y será más claro si lo seguimos. Además, será descuidado, ¿no sería mejor golpear la espalda del enemigo?
Ante la sugerencia de Marceau, Zachary se cruzó de brazos y reflexionó.
La conjetura de Marceau era correcta.
Zachary también pensó que Jacob estaría detrás del vizconde Huegh. Bianca también dijo que Jacob era el culpable de todo esto. Además, dijo que debía tener cuidado con los intentos de asesinato.
Si se descubre que Jacob usó al vizconde Huegh para atrapar a Zachary, es posible que no pueda deshacerse de él, pero podría encadenar sus pies. Al menos podría sacarlo de la capital.
Y sería fácil tratar con él, ya que estaría alejado de la capital. Zachary no tenía nada que ver con ese tipo de cosas, pero estaba dispuesto a ensuciarse las manos si su oponente era Jacob.
Su hostilidad hacia Jacob no se debió solo a las palabras de Bianca de que Jacob lo había matado en una vida anterior.
Zachary recordaba claramente lo que Jacob le había hecho a Bianca. El moretón azul que le quedó en el antebrazo…
—Mátalo. Está bien pretender que fue culpa del enemigo.
Lo que Bianca dijo una y otra vez. La oportunidad de hacer lo que ella había pedido se abrió ante sus ojos. Entonces debe hacerlo. Zachary asintió alegremente con una actitud que no podía ser más relajada.
—De acuerdo. Si es así, tendremos que averiguar dónde podría haber tendido una emboscada el enemigo. Robert, tráeme el mapa del bosque Calya ahora mismo.
* * *
Después de eso, las cosas salieron como se esperaba.
Tan pronto como la vanguardia liderada por Zachary entró en lo profundo del centro del bosque Calya, el enemigo los atacó. El camino era profundo y angosto, por lo que la vanguardia quedó aislada y el enemigo los rodeó.
El vizconde Huegh vio la brecha y escapó. Zachary lo dejó ir deliberadamente, pero se escondió en un lugar seguro, alardeando de su inteligencia.
La lluvia de flechas cayó sobre las tropas de Arno que fueron conducidas a un callejón sin salida. Sabiendo esto, todos fueron con un escudo para defenderse de las flechas.
Intercambiaron miradas bajo el escudo que sostenían sobre su cabeza.
Deliberadamente barajaron las líneas para que el enemigo pudiera creer que estaban aterrorizados por el ataque inesperado.
Y mientras buscaban el momento adecuado, Zachary cayó deliberadamente como si hubiera sido golpeado por una flecha en el medio.
—¡Conde!
—¡¡Conde Arno!!
Cuando todos alrededor de Zachary, incluido el séquito de Zachary, gritaron su nombre y lo abrazaron, fue el vizconde Huegh quien abrió mucho los ojos por la sorpresa.
—¿Se encuentra bien, Conde?
—¡N-no respira!
—¡Imposible!
La cabeza del vizconde Huegh se sintió mareada por las fuertes noticias que podía escuchar incluso desde lejos. No podía creer que «ese» Zachary hubiera muerto tan fácilmente. Su corazón latía rápidamente. ¿En verdad mató a Zachary con sus propias manos?
El caos de la batalla le impidió comprender con precisión la situación. Sin embargo, solo el ambiente dejó en claro que la condición de Zachary era grave. Los soldados se reunieron alrededor de Zachary. Por un instante, vio a Zachary, empapado en sangre.
¡Ja!
Zachary aún no estaba muerto, pero parecía obvio que moriría pronto. Una exaltación desconocida envolvió al vizconde Huegh. Una sensación de logro lo sacudió más que la razón. Fue la segunda vez en su vida que venció a Zachary, luego de la sucesión y posterior expulsión.
Las comisuras de los labios del vizconde Huegh, ebrio en la situación, se elevaron. En su mente, una figura plausible de sí mismo de pie sobre Arno apareció como un sueño.
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