Esa fue la conclusión de Bianca. Incluso si tuviera que sufrir el dolor de perderlo dos veces, juró no sucumbir impotente a la realidad.
Los lobos no comen la carne que les dan los humanos, aunque estén muy delgados por el hambre. Un orgullo centinela y salvaje los hace levantarse.
La gente siempre ha pensado que Bianca era un zorro.
Con una naturaleza delicada y sensible, sacudía a Zachary de arriba a abajo.Todo lo que hacía era convencer a Zachary de conseguir lo que quería…
Fue la misma evaluación incluso después de que ella asumió sus deberes como condesa y se reveló como santa.
Pero ella era la esposa de un lobo.
La esposa de un lobo también es una loba.
¿Se convirtió en lobo al apoyar a su esposo para proteger a Arno, o fue un lobo que se acurrucó desde el principio? En medio de la confusión de todos, Bianca continuó hablando.
—La vida o la muerte del Conde no está clara, pero tenemos al próximo Conde Arno.
¡El próximo Conde Arno!
Todos sabían lo que eso significaba.
Los ojos de todos cambiaron ante la existencia de una nueva vida que podría convertirse en sucesor. En medio de las nubes oscuras, descendió un rayo de esperanza.
Bianca notó que la voluntad de la gente del territorio se inclinaba. Los delgados dedos que sostenían la piel se apretaron. Tenía que dar una declaración final. Bianca tomó aire. El olor seco del viento invernal penetró en sus fosas nasales.
Bianca se inclinó hacia delante y se apoyó contra la barandilla. Para que todos en el territorio pudieran ver la desesperación en su rostro.
Gritó tan fuerte como pudo, sacando fuerza de lo más profundo de sus pulmones.
—¡Así que, levanten sus espadas por Arno! ¡Recojan sus arcos! ¡No importa si es una roca! ¡Mientras tengas fuerza en tus manos, toma todo lo que puedas y derrótalos!
—¡Whoaaaaaa!
La desesperación de Bianca los encendió una vez más. En respuesta a la voluntad de Bianca, todas las personas levantaron sus manos al cielo y gritaron. El grito fue tan fuerte que se le puso la piel de gallina.
Así como Bianca había tomado una decisión, los siervos también tomaron una decisión. No fue solo el miedo a la derrota lo que los sacudió con la muerte de Zachary.
Ahora que el maestro se ha ido, la realidad es que no importa cuánto luchen, ¡no tenían un motivo para continuar con esta guerra!
Necesitaban un punto focal, un símbolo…
Y Bianca dio esa justificación. Por el próximo Arno y por su futuro.
El territorio Arno no se dio por vencido.
* * *
Así que la guerra de extendió a una de largo plazo. Vincent, que contó la reserva de alimentos, dio la positiva noticia de que aún podrían sobrevivir otros tres meses.
Los siervos también estaban llenos de entusiasmo. Todos se pusieron manos a la obra.
Más bien, era el lado de Jacob el que estaba molesto. No importa cuánto tiempo esperó, el territorio Arno no mostró intención de rendirse, así que se sentía molesto.
Cuando tu cabeza está confundida, tus manos y pies también lo están. Jacob cometió errores repetidamente porque sus manos y pies no se movían correctamente.
Eso no significaba que Arno fuera a ganar. Era literalmente como una cuerda tensa, o una balanza que apenas se equilibraba. Si solo se levantara un pequeño peso de este lado, el equilibrio pronto se alteraría.
Tanto Jacob como Arno intentaron poner sus propios pesos. Envió mensajeros a todos aquellos que podría atraer como refuerzos. Sin embargo, como todo el mundo salió a apoyar la guerra en la frontera, apenas hubo respuesta positiva.
¿Los refuerzos de quién llegarían primero?
En medio de la lenta situación de guerra que se extendía cada día más, una nube de polvo se elevó del horizonte más allá de la lejana llanura. Parecía que había llegado un ejército.
Como era de esperar, los soldados a caballo corrían hacia la finca de Arno. El centinela que estaba observando la situación desde lo alto de la torre lo vio y gritó en voz alta.
—¡Refuerzos! ¡Se acercan refuerzos!
—¿De quién?
Al escuchar el informe del centinela, Bianca preguntó con urgencia. Pero el centinela no dio una respuesta de inmediato. Debido a que la distancia era bastante larga, era imposible saber de inmediato quién era el oponente.
—Todavía falta mucho. Si se acerca un poco más, creo que podré captar el origen de los refuerzos.
El centinela se concentró y miró hacia el horizonte.Todos tragaron saliva con nerviosismo. El breve momento se sintió inusualmente largo.
¿Blanchefort? ¿Algún vasallo de Jacob? ¿O los Paladines?
Bianca o Jacob, ¿qué lado apoyarán?
Los cuellos de los tensos soldados se estremecieron violentamente. No es exagerado decir que la victoria o la derrota de la guerra dependía de la fuerza de esos refuerzos, por lo que era natural que estuvieran ansiosos.
Después de un rato, el centinela jadeó. Al reconocer la bandera de la familia, inmediatamente gritó en voz alta.
—¡¡Lobo negro!!
El lobo negro es el símbolo de la familia Arno. Los ojos de todos los que oyeron el grito del centinela se volvieron del tamaño de una lámpara. Blanca también. Su corazón comenzó a latir con fuerza.
—¡¡Es la bandera de la familia Arno!!
Es algo por lo que estar feliz porque no es el aliado de Jacob, pero Bianca se sintió más ansiosa. Fue porque se enfrentaría a sí Zachary estaba vivo o no, mucho antes de lo esperado.
Tal vez Zachary todavía está vivo… No, no debes esperar demasiado. Tal vez solo sean Robert y Sauveur regresando….
Trató de mantener la calma, pero la esperanza que una vez brotó la sacudió.
Y Bianca no era la única que tenía tales expectativas. Vincent, que estaba a su lado, también apresuró al centinela.
—¿Quién dirige el ejército en la vanguardia?
—… Un lobo.
—¿Un lobo?
El centinela se frotó los ojos y miró a los refuerzos una y otra vez ante esta situación increíble.
¿Es realmente cierto lo que estaba viendo? Pero lo que veía no cambió.
Tan pronto como estuvo convencido de lo que había visto, gritó apresuradamente.
—Es un casco tallado de un lobo. ¡¡Es el casco del Conde!!
El grito de júbilo del centinela resonó en el castillo de Arno. Las comisuras de la boca del centinela se torcieron ridículamente.
Bianca miró inexpresivamente al centinela sin comprender. No, se sentía increíble.
El centinela también era muy consciente de los sentimientos de Bianca. En este castillo, lo más desgarrador que ha visto en su vida es probablemente el estado actual de Bianca. El centinela sonrió ampliamente.
Luego, con confianza, le dijo a Bianca.
—¡El Conde, el Conde está aquí!
* * *
Antes de ir al bosque de Calya para comprobar la autenticidad del encaje traído por el vizconde Huegh que llegó a la frontera, en el cuartel, se formó un largo debate sobre si era correcto entrar en un lugar que obviamente era una trampa.
La situación era cuestionable, pero Zachary fue terco. Fue una terquedad que no se rompió a pesar de que sabía que era sospechoso, por lo que fue casi imposible convencerlo.
Al menos el hecho de saber que Bianca no estaba involucrada, le daría un plan más flexible para defenderse de la trampa. Por mucho que lo supiera, la amplitud de su pensamiento fue estrecha.
En ese momento, hubo una persona que tomó la iniciativa. Inesperadamente fue Sauveur.
—Un momento.
—¿Qué sucede, Sauveur?
—El encaje… ¿puedo echarle un vistazo por un momento?
¿A qué te refieres con mirarlo? Todos los que no entendieron las palabras de Sauveur tenían una expresión de perplejidad en sus rostros.
Pero debe haber alguna razón para que Sauveur diga eso. Zachary le entregó gustosamente el pañuelo de encaje a Sauveur.
Sauveur miró el patrón de encaje con el ceño fruncido. La tez de Sauveur, que había estado observando el encaje durante mucho tiempo, se iluminó brillantemente.
—Esto… No es algo que usa la señora. La señora lo hizo para un regalo. Los bordes son diferentes.
Todos murmuraron ante la confirmación de Sauveur. Se preguntaron cómo Sauveur sabía eso.
Como plebeyo, Sauveur estaba lejos de tener conocimiento sobre el lujo. Era extraño que tal Sauveur recordara los patrones de borde de encaje. Confundido, Robert preguntó absurdamente.
—¿Cómo sabes eso?
—A menudo observaba desde un costado cuando la señora hacía encaje. Creo que Gaspard también lo sabe. Solía decirlo como de pasada. Probablemente no lo dijo pensando que esto sucedería…
Sauveur respondió con aire de suficiencia. Habló con condescendencia, pero la realidad era que solo podía verla cuando iba a buscar bocadillos.
Por supuesto, no era que Sauveur distinguiera el patrón de encaje en detalle. Afortunadamente, era un tipo de patrón que había visto, por lo que fue rápido de entender. De todos modos, tuvo suerte esta vez.
Zachary preguntó, mirando el encaje con el ceño fruncido.
—Por lo tanto, ¿esto es un regalo?
—Sí. La señora hizo una distinción entre los artículos para su uso, para regalos y para los patrones otorgados a las criadas. Dijo que era para marcar la diferencia… Eran muy pocos los encajes que hacía la señora para ella. Entre ellos, el encaje utilizado por la propia señora es un patrón muy complejo y sofisticado. Esto no es suyo en absoluto.
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