El testamento fue escrito hace mucho tiempo. Tanto es así que se olvidó incluso de que existía… Su determinación parecía haber sido tan inmutable en ese entonces.
Y la relación entre Zachary y Bianca también fluía sin cambios. Rechazo, desgana y orgullo. Como la mayoría de las parejas casadas.
Si hubiera sido Bianca hace un año, Zachary estaba seguro de que no se sentiría lastimada en absoluto si se enteraba del testamento. Pero en un año, mucho ha cambiado. Bianca ahora….
El pensamiento de la sonrisa de Bianca se superpuso a su negativa y enfado, y envolvió la mente de Zachary. Se sentía terrible y aterrador solo pensar en ello.
Así que no podía quedarse callado. Como había dicho Vincent, Zachary tenía que acercarse a Bianca para explicárselo.
Incluso si esa no es la respuesta que Bianca quiere, lastimará a Bianca.
* * *
Bianca tuvo una conjetura aproximada sobre el testamento de Zachary. Pero cuando realmente revisó el contenido con sus propios ojos, se sobresaltó como si le hubieran golpeado en la nuca con un martillo.
Por lo general, en un testamento se escribe en detalle sobre a quién entregar el territorio y los títulos, los derechos militares, los derechos de cultivo, y la propiedad privada.
Sin embargo, el contenido del testamento de Zachary era simple y conciso. Bianca pudo ver todo de un vistazo.
[Si Zachary muere mientras Bianca no tiene hijos, el matrimonio entre los dos se anula y se devuelve a la familia Blanchefort, y el patrimonio y la riqueza de la familia Arno pertenecerán a la familia Blanchefort.]
Confirmando el testamento, Bianca sonrió. Era tan ridículo que no pudo evitar reírse.
¿Al anular el matrimonio, todos los bienes pertenecen a la familia Blanchefort? ¿Qué clase de caridad es esa?
El testamento de Zachary era absurdo. Sin hijos, Bianca debería anular su matrimonio o heredar los bienes. Tendría que elegir entre esos dos. El testamento de Zachary no tenía precedentes.
La existencia de un testamento no se menciona en el sueño del futuro de Bianca. El Vizconde Huegh pudo haber omitido este testamento, o quizás Vincent.
No era de extrañar dado que Bianca tuvo una aventura con Fernand sin preocuparse por el bienestar de Zachary, por lo que pudo haberle guardado rencor por el hecho de que heredó todo lo de Zachary.
Afortunadamente, el Vincent actual no era hostil con Bianca, así que amablemente le informó sobre el testamento… Pero dado el contenido, no podría haber sido feliz.
«¿Cómo ayudamos Blanchefort y yo a la familia Arno? Por supuesto, mi padre podría haber ayudado a Zachary a obtener una posición en la política central en primer lugar, pero eso no es suficiente para tragarse a la familia Arno. De alguna forma, siento algo de vergüenza…»
La mente de Bianca divagó.
«¿Conoce mi padre el contenido de este testamento? ¿O hizo un contrato como este con mi padre en primer lugar y luego se casó conmigo? ¿Por qué diablos lo hizo? ¿Qué significa esto?»
Todo esto son solo conjeturas inciertas. Sin embargo, una cosa era segura: la razón por la que Zachary había estado usando métodos anticonceptivos hasta ahora tenía algo que ver con eso.
Para liberar a Bianca después de la muerte. Para no tener una conexión con Bianca…
El contenido del testamento favorecía unilateralmente a Bianca. Era tan ventajoso que las dudas seguían surgiendo una y otra vez.
«¿Es realmente un pensamiento limitado a la muerte? ¿Quizás solo estaba esperando el día en que se divorciaría de mí?»
En ese momento, el estómago de Bianca se llenó de ira. Bianca sabía que estaba sacando conclusiones. Pero por mucho que confiara en Zachary, una mayor sensación de traición la envolvía.
«No, no lo creo.. Pero una esposa que vuelve a anunciarse como virgen después de la muerte de su esposo. ¿Qué tipo de pareja es esa? Después de todo, es como si nunca pensara en mí como su esposa. Siempre estuvo al acecho de la muerte, pero al mismo tiempo, ¿pensaba separarse de mí…?»
Bianca tragó saliva y se mordió el labio.
Justo cuando Bianca estaba contemplando el verdadero significado del testamento, Zachary vino de visita. Bianca lo saludó con una actitud decidida y erguida, ocultando sus confusos sentimientos. Su rostro estaba blanco, pero sus labios fuertemente apretados mostraban su determinación.
—… Bianca.
A pesar del llamado de Zachary, Bianca lo miró fijamente sin responder nada. Un sentimiento de confusión y traición que no podía ocultarse por mucho que lo intentará brilló en los ojos verdes de Bianca.
—Es por eso, ¿fue esta la razón por la que usaste ese método anticonceptivo?
La voz temblorosa se quebró al final. Trató de fingir que no estaba desconcertada, pero no pude soportar la tristeza que salió tan pronto como abrió la boca.
No seas emocional. No podrás obtener una respuesta adecuada de Zachary si sigues así. Hasta el final, tuvo que razonar lógicamente sobre el contenido del testamento.
A pesar de que era muy consciente de ello, Bianca no pudo controlarse una vez que la ira subió a la parte superior de su cabeza. Los labios de Bianca se torcieron como si estuvieran a punto de escupir algo, pero luego se cerraron con fuerza como si escondieran todo en su boca.
Bianca luchó por abrir la boca, que estaba cerrada como una almeja, y tartamudeó para revelar sus sentimientos.
—Yo… Creí que me reconocías. Como tu esposa, que merece estar a tu lado… por lo tanto…
—No necesitas reconocimiento.
Zachary cortó sus palabras y dijo. Bianca miró a Zachary devastada. Más allá de las sombras, su rostro no le era familiar, como un fantasma que encontró al amanecer. Una expresión fría como si no fuera a ser atravesado incluso si lo perforaban con una aguja.
Cuando el cuerpo de Bianca se enfrentó al rostro desconocido, se le puso la piel de gallina por un momento. Pensó que sabía mucho sobre él… Un susurro de que se trató de una ilusión arrogante pasó por sus oídos.
Zachary añadió rígidamente, como si fuera a declarar la guerra.
—Incluso si no tienes que hacerlo, no cambia que seas mi esposa.
En comparación con las horribles y crueles respuestas que Bianca esperaba, las palabras de Zachary no fueron tan malas como pensaba.
Pero en lugar de eso, pudo sentir el fuerte muro construido frente a Bianca. El rostro de Bianca se contrajo miserablemente. No importa lo que dijera, siempre estaba frente a él.
Eventualmente, la presa que había estado reteniendo se derrumbó. Enojada hasta la punta de su cabeza, Bianca gritó en voz alta.
—¡Si mueres! ¿Seré una esposa que volverá a Blanchefort? ¡Como si nunca hubiera estado casada contigo! ¿De qué sirve eso? ¡Después de todo, todos en Sevran saben que soy tu esposa!
—Hay una diferencia entre lo que otros saben y estar libre de disputas legales.
Incluso frente al grito descaradamente expresivo de Bianca, Zachary permaneció inmutable. Zachary miró a Bianca y dijo con firmeza.
Ante la inquebrantable respuesta de Zachary, el corazón de Bianca latió con fuerza. ¿Le llegará su voz? El coraje de cambiar el futuro sin importar lo que pase en la terrible situación se desvaneció.
Acorralada, Bianca se acercó a Zachary y lo agarró del brazo. La ropa de Zachary estaba arrugada entre sus delgados dedos.
Bianca se aferró desesperadamente a Zachary.
—Por lo tanto… ¿Me enviarás de vuelta? ¿Quieres devolverme? Soy tu esposa… ¿Pero no piensas ver a mí sucesor nunca? ¿Es así?
—¡No tengo intención de dejarte ir, Bianca!
Parecía haber intentado mantener la compostura, pero Zachary también estaba en su límite. Bianca seguía distorsionando y rechazando su sinceridad, sintiéndose frustrado, gritó involuntariamente sin darse cuenta.
Los ojos de Bianca se abrieron ante el grito de Zachary. Era la primera vez que Zachary le gritaba a Bianca. Él era quien mantenía la boca cerrada en lugar de hablar mientras gritaba. Bianca lo miró fijamente, sorprendida, intentando procesar si Zachary realmente le había gritado.
Zachary respiró hondo. La ansiedad y la irritabilidad en sus ojos negros se volvieron salvajes, incapaces de contenerse por más tiempo.
—El testamento es, en última instancia, una suposición. ¿No quiero que te ate el nombre de Arno? Pero siempre tengo que vivir en medio de la guerra. Si muero entonces tú…
El rostro de Zachary estaba terriblemente distorsionado, como si fuera terrible solo pensar en ello. Después de respirar hondo, Zachary volvió a bajar la voz, tratando de hacer que Bianca comprendiera.
—Quiero que vivas cómodamente. ¡No bajo el yugo del título de la condesa Arno en mi ausencia!
Sin embargo, el final de su voz se elevó como si la ira hubiera aumentado mientras hablaba.
Debido a la ira, los puños cerrados de Zachary se pusieron blancos. Los tendones sobresalían del dorso de su mano. Las puntas de los dedos de Bianca sintieron la fuerza que había entrado en su antebrazo.
El rostro de Bianca se puso blanco ante la furia de Zachary. Su flequillo, que siempre estaba cuidadosamente colocado sobre su fina frente, estaba desordenado aquí y allá, haciéndola lucir aún más lamentable.
Bianca miró a Zachary con sus húmedos ojos verde pálido.
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