Dark?

(Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128

A+ A-

Más bien, era natural guardarle rencor por haberla enfrentado en el salón del banquete.

Aun así, no había nada de malo en reconciliarse con Catherine.

 

El conde de Davoville era un oportunista dócil y, en memoria de Bianca, fue uno de los pocos de la facción del primer príncipe que sobrevivió después de que el segundo príncipe ascendiera al trono.  Si hubiera sido simplemente un oportunista, no habría sobrevivido.  Esa era la prueba de que era capaz.

 

El asunto de Ante era inevitable, no había nada que pudiera hacer. Sin embargo, no había razón o necesidad de rechazarla cuando se acercaba así. La cabeza de Bianca dio vueltas rápidamente.

 

A diferencia de Bianca, que analiza la situación con la mayor frialdad, a Catherine solo la conmovió la amable respuesta de Bianca. La voz de Catherine tembló ligeramente cuando dio un paso más cerca con una expresión soñadora.

 

—En-entonces, ¿podemos ser amigas? Por favor, sé mi amiga….

 

Catherine dijo con deleite, pero pronto se dio cuenta de que había estado demasiado emocionada y su voz se desvaneció.

 

Catherine era débil en socialización.  También sabía muy bien que no tenía tacto.  Normalmente, mantenía la boca cerrada, sonreía torpemente y asentía a las conversaciones a su alrededor, pero hoy estaba impaciente como si alguien la estuviera empujando por la espalda.

 

«Debería haberlo sugerido después de ver la atmósfera un poco más… ¿Qué hice?»

 

Lo lamentó, pero fue una flecha que finalmente se disparó. Catherine puso los ojos en blanco y miró a Bianca. La espera a la respuesta de Bianca se alargó.

 

Bianca no pudo responder fácilmente a la solicitud de Catherine. Bianca estaba acostumbrada a cierto grado de familiaridad, ganancia, segundas intenciones, etc.  Por lo tanto, podría llevarse bien con Catherine, condesa de Davoville, y tenía la intención de hacerlo.

 

Pero amigas….  Bianca, que nunca tuvo a nadie a quien llamar amiga en su vida pasada y presente, no tenía idea de lo que era ser una amiga.

 

El rostro de Catherine cambió segundo a segundo mientras Bianca se ponía rígida, contemplando cómo responder.  Se puso verde y luego roja, como un tomate maduro.

 

Mientras las dos permanecían en silencio, incapaces de hablar, Odelli, que había estado escuchando, dio un paso adelante.

 

—Ahora que lo pienso, las dos tienen aproximadamente la misma edad.  ¿La condesa de Davoville cumplió diecinueve este año, no es así?

 

Odelli era unos diez años mayor que Bianca y Catherine.  En sus ojos, las dos eran simplemente adorables. Catherine, que es tímida pero intenta hacer amigos, o Bianca, que parece atrevida y nunca ha tenido una amiga.

 

Reunirse con Odelli para que actuara como puente, y pedirle que sean amigas con el pretexto de una disculpa… A Catherine nunca se le habría ocurrido una idea tan adecuada, probablemente fue una artimaña de su marido.

 

Los labios de Odelli se torcieron cuando entendió la situación detrás de todo esto.

 

—Es bueno tener al menos uno o dos amigos de la misma edad. Especialmente mujeres. Un hombre puede entender perfectamente a una mujer. Pero aun así, no puedo simpatizar contigo.

 

Bianca sacudió la cabeza involuntariamente cuando dijo que un hombre no podía empatizar con una mujer.  Catherine también.

 

El Conde Davoville, conocido por ser un Yes-Man*, o Zachary, un héroe del campo de batalla, que envía personas a través de Sevran a otros reinos para conseguir todo lo que Bianca quiera, ambos eran calificados como esposos inigualables.  Sin embargo, sentían que les faltaba por dentro.

 

(N/T: Una persona que solo dice que sí. Esta es una palabra que se usa para degradar a las personas que halagan respondiendo solo «sí» a las órdenes, demandas y preguntas de sus superiores.

En este caso se refiere a cómo el Conde Davoville siempre está de acuerdo con Catherine sin negarle nada.)

 

Catherine murmuró con admiración.

 

—Wow… aunque la princesa no está casada, sabe mucho.

 

—Tal vez no me casé por eso… ejem, tal vez sea porque no estoy casada que tengo mayor entendimiento sobre esto….  Yo también tengo amigas de mi edad.  Por supuesto, la mayoría de ellas están casadas.

 

El perfil elegante de la princesa Odelli, que se encogió de hombros, parecía particularmente solitario.  Le dio una idea aproximada de cómo viven ahora las amigas de su edad.

 

Después de todo, Catherine lo sugirió, así que Bianca debía llegar a una conclusión.  Bianca respiró hondo, despejando su mente.

 

Decidida, miró directamente a Catherine.  Los hombros de Catherine se estremecieron por temor a hacer contacto visual con Bianca, pero esta vez no evitó su mirada.

 

—Está bien. Condesa de Davoville. Ya que lo sugirió primero, lo confesaré con vergüenza.  Honestamente, agradezco su sugerencia de ser amigas, pero no tengo amigas. Así que no sé qué hace una amiga o cómo relacionarme.

 

Los ojos de Catherine se agrandaron ante las palabras de Bianca.  Estaba a punto de estallar en lágrimas en cualquier momento.  Bianca, que no pretendía hacerla llorar, entró en pánico y se apresuró a hablar.

 

—Si le parece bien, ¿le gustaría ser mi amiga?

 

—…¡P-por supuesto!  ¡Trabajaré duro! ¡Tampoco, lo sé porque no tengo amigos, pero me esforzaré mucho…!

 

Catherine sonrió ampliamente. Era como un cachorro de orejas largas, con pelaje marrón rizado. Bianca dio un paso atrás inconscientemente. Yvonne estaba a su lado y desarrolló una buena relación con Zachary, pero a Bianca todavía le incomodaba agradarle a alguien.

 

Una sonrisa brilló en el rostro de Yvonne, que miraba desde atrás.  Gaspard, que estaba a su lado, sacudió la cabeza con un pequeño chasquido mientras observaba la sonrisa de una madre mirando a su hijo crecer.

 

Dado que Bianca y Catherine se miraban con torpeza, Odelli aplaudió con fuerza para evocar el ambiente.

 

—Bueno, entonces, ¿por qué no vamos juntas a la iglesia? Pero Catherine, aunque estés muy emocionada, trata de escuchar al obispo.

 

—…¡Sí!

 

Dado que Catherine es prima de la Princesa heredera, Odelli conocía bien a Catherine, ya que la había visto varias veces. Y Bianca sintió que sabía un poco sobre la joven frente a ella.

 

Las tres comenzaron a hablar y se dirigieron a la iglesia.  Cada una de las sirvientas y escoltas se alinearon detrás de las tres, por lo que era una multitud bastante grande.

 

Las escoltas de Catherine y Odelli miraron a Gaspard.  El enorme caballero que llegó a semifinales era el escolta de la Condesa.  Fue vergonzoso ver cómo el Conde Arno se preocupaba abiertamente por la Condesa.

 

Gaspard no apartó los ojos de Bianca frente a él, su mirada feroz parecía atravesar su rostro. El asunto del banquete fue suficiente para ser desleal al Señor por su comportamiento inexperto.

 

Bianca no tenía idea de los problemas de Gaspard detrás suyo.  Era abrumador solo concentrarse en la conversación entre Odelli y Catherine.  Sorprendentemente, fue porque Catherine era una parlanchina.

 

Después de una conversación ligera sobre el banquete y Celine, el tema de conversación pronto se centró en el torneo. Catherine miró a Bianca y Odelli con ojos anhelantes.  Ambas eran tan bonitas. Ella, que no podía creer la situación en este momento, murmuró con voz ligeramente aturdida.

 

—Ambas son tan bonitas…. Las envidio un poco porque son tan populares. Recibieron muchas rosas en este torneo, ¿no es así?

 

—La dama que realmente merecía las rosas era la princesa, yo solo fui un soborno de aquellos que intentaban impresionar a mi esposo.

 

—Aún así, la rosa que el Príncipe Jacob le dio parecía sincera.  El Príncipe Jacob no tiene que verse bien ante el Conde Arno.

 

Catherine, sin saber lo que había pasado entre Jacob y Bianca, pensó que la rosa que Jacob le había dado a Bianca se trataba de un caballero que adoraba a una dama.  No quiso decirlo con la intención de implicar una relación cortesana.

 

Pero a Bianca simplemente no le gustó que se mencionara el nombre de Jacob.  Tan pronto como cayó la palabra Jacob, la expresión de Bianca se endureció.  Una sensación de disgusto se elevó desde lo más profundo de sus pulmones ante el nombre que cayó inesperadamente.

 

Odelli, quien rápidamente leyó la atmósfera que se había endurecido por un momento, rápidamente interrumpió a Catherine e intervino.

 

—Pero puede molestar al Conde Arno.  Y conseguir una rosa de alguien que no te gusta es simplemente engorroso, ¿no es así?

 

—Oh, lo siento, condesa Arno. Dije algo sin tacto porque sentí envidia.

 

Solo entonces Catherine se dio cuenta de que algo andaba mal y se disculpó.

 

Se sentía avergonzada porque sentía que estaba cometiendo el mismo error una y otra vez.  ¿Qué pensará de ella la condesa Arno?  Las orejas de Catherine se pusieron rojas.

 

Pero no era culpa de Catherine. Para ser honesta, si no fuera por lo que sucedió en el jardín la noche del banquete de la victoria, incluso Bianca habría podido responder con sensatez.  Sin embargo, debido a eso, la tendencia a que Jacob no le gustara solo empeoró….  Bianca negó con la cabeza lentamente.

 

Tags: read novel (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128, novel (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128, read (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128 online, (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128 chapter, (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128 high quality, (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 128 light novel, ,

Comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Chapter 128