Dark?

(Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117

A+ A-

Quería decirle que se ocupara de ello en la capital de inmediato, pero era peligroso debido a la situación.  El hecho de que el príncipe fuera asesinado mientras un enviado de otro reino estaba aquí podría convertirse en un gran problema nacional.  Era necesario organizar la situación con naturalidad.

 

Así que sería mejor matar a Jacob cuando fuera al campo de batalla. Esa sería la ruta más exitosa, con la menor posibilidad de ser cuestionada.

 

Afortunadamente, Jacob era ostentoso y extravagante, por lo que a menudo iba a la guerra.  Zachary es un hombre que casi siempre vive en el campo de batalla, por lo que no debería ser demasiado difícil manipular la situación.

 

Sin embargo, Zachary no era un hombre tan astuto como para pensar en intentar asesinar a la familia real por conflictos políticos. Lo mismo ocurría con el príncipe Gautier y el conde Blanchefort.

 

Construir un esquema secreto desde abajo se consideraba un acto injusto que estaba en contra de la caballería. Eran tan ingenuos, como Jacob insidioso.

 

Bianca miró a Zachary. Era un caballero entre caballeros.  Aunque sabía lo absurdo que era el argumento de Bianca y que podía considerarse como una bofetada, por parte de una mujer ignorante hacia su honor, Bianca estaba decidida a persuadir a Zachary.

 

Incluso si mintiera que había encontrado a Jacob reuniéndose en secreto con un espía aragonés, habría sido descartado como una tontería absurda, pero ¿por qué no atrapar una pajita*?

 

(N/T: la frase completa es 지푸라기라도 잡아야.

지푸라기 es una pajita que normalmente no sirve para nada.  Así que atrapar una pajita se refiere a tu última esperanza para hacer (lograr) algo.)

 

Pero, contrariamente a los pensamientos complicados de Bianca, Zachary respondió rápido y dócilmente.

 

—…  Lo haré.

 

Mientras Bianca se sentía desconcertada por la respuesta inmediata de Zachary, Zachary tiró de Bianca y la acostó en la cama. Una manta suave envolvió las piernas de Bianca. Zachary yacía a su lado, palmeando suavemente su hombro.

 

Su voz baja impregnó dulcemente los oídos de Bianca.

 

—Debes estar cansada hoy, así que ve a la cama temprano.

 

El comportamiento de Zachary era tan natural que Bianca se sintió más confundida.

 

¿Zachary realmente entendió las palabras de Bianca, o fue solo una exhortación para apaciguarla descartandolo como una tontería por estar presa del pánico?

 

Pero tal vez fue porque estaba acostada, o tal vez porque la mano gentil que frotaba su espalda era suave.  La cabeza de Bianca se quedó en blanco y pronto la invadió un sueño mezclado con fatiga.

 

—Debes…. debes hacerlo.

 

Bianca murmuró con voz somnolienta.  Sus pestañas caobas cayeron lentamente, y luego sus ojos verde pálido desaparecieron.  Solo el sonido de una respiración uniforme se podía escuchar entre los labios rojizos que estaban ligeramente abiertos.

 

Zachary miró a Bianca, que se había quedado dormida. Sentía pena por la tez cansada y pálida.

 

Los dedos de Zachary le hicieron cosquillas en la mejilla a Bianca, pero Bianca no se movió.  Así de cansada se sentía. Parecía constantemente nerviosa incluso en el salón de banquetes, pero como esto sucedió afuera…. Teniendo en cuenta la resistencia habitual de Bianca, lo había soportado bastante bien.

 

La luz de la luna que entraba en la habitación a través de la ventana iluminaba la piel blanca de Bianca.  Los moretones azules dejados en sus delgadas extremidades envueltas en el abrigo de piel blanco se destacaban claramente.

 

Los dedos que acariciaban a Bianca eran tan suaves como plumas, pero los ojos de Zachary que la miraban, en la oscuridad sombría, eran feroces.  Zachary murmuró suavemente, como si susurrara a Bianca dormida.

 

—No te preocupes. Incluso si no lo quisieras, lo haría.

 

 

* * *

 

Al día siguiente, Bianca se quedó dormida.

 

Se debió a la fatiga acumulada y porque nadie la despertó.

 

Todo el cuerpo de Bianca palpitaba cuando se despertó.

 

Como era habitual llamó a Yvonne, pero no hubo respuesta.  Entonces Bianca recordó con retraso lo que sucedió ayer.

 

Jacob fue un caballero afortunado en el torneo, pero era lo suficientemente capaz como para llegar a las semifinales. Teniendo en cuenta que el antebrazo de Bianca estaba lleno de moretones, Yvonne, quien fue golpeada por un hombre así, no podría estar bien.

 

Bianca se levantó y tocó la campana de la mesita de noche.  Una criada, a quien Bianca solo conocía de rostro, entró con cautela en la habitación. Era una criada uno o dos años menor que Bianca.

 

—Despertó, señora.

 

—Sí. ¿Cómo está Yvonne?

 

No preguntó dónde estaba Yvonne, pero la criada, que se sentía avergonzada por la pregunta de Bianca, que estaba preocupada por Yvonne, se sobresaltó.  Sin embargo, el consejo que le dio Yvonne fue no dudar, no mentir y decir la verdad si había alguna posibilidad de que tuviera una interacción con la señora.  La criada informó rápidamente lo que sabía.

 

—Gracias a la consideración del Conde, está descansando. Debería haber recobrado el sentido a estas alturas, ¿la llamo?

 

—No, ¿no está gravemente herida, verdad?

 

—Lo siento. No lo sé.

 

—Está bien.

 

La sirvienta respondió ansiosamente a los ojos de Bianca mientras respondía todo lo que le había dicho Yvonne.  Cuando el amo hacía una pregunta y el sirviente respondía que no sabía, por lo general se le criticaba por ser flojo y estúpido.  Además, las criadas mayores que solían servir a Bianca en el pasado se quejaban de ella porque era exigente y sensible y no podían soportarla… Sin embargo, Bianca solo asintió con la cabeza sin ningún problema y se apresuró a vestirse.  Eso fue todo.

 

Tenía gustos y aversiones, y sus propias preferencias eran claras.  Todo lo que tenía que hacer era hacer lo que ella le decía que hiciera, por lo que era de fácil de atender para personas como la criada que no eran buenas en esa área.  Al contrario de lo que le preocupaba, servir a Bianca era fácil y la criada pensó que Yvonne tenía razón.

 

«La señora simplemente no es buena para expresar sus sentimientos.  Mientras no seas grosera más allá de lo normal, te tratará con amabilidad.»

 

Ahora que lo piensa, las criadas que aprendieron a tejer con Bianca también elogiaron su generosidad. El encaje de Bianca era una sensación en la capital.  ¿Estaría dispuesta a compartir tales habilidades?  La joven sirvienta pensó que algo bueno podría pasar si también seguía a Bianca.

 

Después de vestirse, Bianca fue directamente a la habitación de Yvonne.

 

Tan pronto como Bianca salió de la habitación, Sauveur, que estaba vigilando su puerta, la siguió rápidamente.

 

—¿A dónde va?

 

—A ver a Yvonne.

 

Como Yvonne era su doncella, se le asignó una pequeña habitación cerca de las habitaciones de Bianca.  Bianca no tardó mucho en llegar a su habitación.

 

La habitación de Yvonne era de una sencillez sin precedentes comparada con la de Bianca, pero era el mejor trato que podía recibir como sirvienta.

 

Al lado de la cama de Yvonne estaba Gaspard.  Era algo que había adivinado ya que la escolta de Bianca era Sauveur.

Cuando Bianca entró, Gaspard se apartó.

 

Yvonne, acostada en la cama, vio a Bianca y trató de levantarse.  Bianca rápidamente detuvo su movimiento y se acercó a ella.

 

—Recuéstate.

 

Yvonne miró a Bianca y sonrió levemente.

Las mejillas de Yvonne estaban azules y moradas. El rostro de Bianca se distorsionó al ver a Yvonne torciendo solo una comisura de la boca porque le dolía la mejilla.

 

Bianca se sentó en la silla junto a la cabecera de la cama de Yvonne, mordiéndose los labios.

 

—Lo siento, Yvonne. Debido a mi terquedad…

 

Bianca murmuró, deprimida.  Cuando Bianca se disculpó con Yvonne, Sauveur, que había dado un paso atrás, dio un brinco de sorpresa.  Gaspard también se sobresaltó y miró a Bianca sin comprender.  Porque nunca pensó que Bianca fuera una persona que pudiera disculparse. Yvonne, que en realidad estaba escuchando la disculpa, naturalmente negó con la cabeza.

 

—No es culpa de mi señora.  Es culpa de esos malvados holgazanes*.

 

(N/T: la palabra utilizada es 놈팡이. Más específicamente se refiere a una persona que no tiene trabajo ni ideas, no hace nada y bebe solo todo el día.)

 

La voz de Yvonne era débil, pero su tono era vigoroso. No tuvo reparos en llamar al príncipe Jacob y al juglar Fernand holgazanes*.

 

—Me alegro de que al menos uno haya recibido su castigo.  No tenía idea de que el Segundo Príncipe fuera una persona tan despiadada.  ¿Se encuentra bien, señora?  Afortunadamente, escuché que el Conde llegó a tiempo…

 

Gaspard parecía haberle contado lo de ayer.  Bianca se rió torpemente mientras giraba la cabeza sobre cómo concluir el incidente de ayer.

 

—Bueno, sí, estoy bien. No pasó gran cosa. Solo quería saber como estabas… No pude sacar el tema antes porque la situación ayer fue muy mala.

 

Aunque todavía le dolían los brazos, Bianca ocultó el hecho de que estaba herida para aliviar las preocupaciones de Yvonne.  Pero sus mentiras eran torpes.  Yvonne, que solía estar cerca de ella, podía ver las mentiras de Bianca. Yvonne sonrió con amargura y agitó la mano.

 

—Oh, está bien. Fue para salvar a la señora.  No se enrede por mi culpa. Lo ví ayer y realmente…  ¿Entendió señora, no es así?  Ni siquiera debe acercarse al segundo príncipe.

 

—No te preocupes. Nunca tuve la intención de hacerlo en primer lugar. Ayer tuve mala suerte.

 

Bianca asintió ante la petición de Yvonne.  No iría a ninguna parte donde Jacob y su camino se superpusieran.

 

Tags: read novel (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117, novel (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117, read (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117 online, (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117 chapter, (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117 high quality, (Novela)Matrimonio por conveniencia Capítulo 117 light novel, ,

Comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Chapter 117