* * *
—¿Quieres apresurarlo un poco? ¿Habla en serio?
Tamil, quien dijo eso, miró a Hyperion como si estuviera mirando a un animal en celo. Pero Hyperion lo miró fijamente con una mirada desvergonzada, como si no hubiera ningún problema.
—Sabía que estaba ansioso, pero realmente…
Tamil refunfuñó durante un tiempo y luego comenzó a hablar.
Dijo que cuando tuvo relaciones sexuales por primera vez con Gemma, también fue un desastre porque ambos estaban demasiado nerviosos. Gemma quedó tan sorprendida que lo evitó durante dos meses.
«Dos meses».
En el momento en que Hyperion escuchó esas palabras, se puso rígido.
Aunque trató de mantener la compostura tanto como fuera posible, cada vez que se relajaba aunque fuera un poco, seguían apareciendo en su mente imágenes de su esposa.
No era gran cosa ya que sucedía a menudo cuando estaba en la frontera, pero el problema era que su imaginación se había vuelto más vívida ahora.
En el pasado, cuando recordaba a Laniakea, era una imagen de ellos dos comiendo juntos.
Ellos dos sentados a distancia comiendo tranquilamente por un tiempo. A menudo miraba fijamente su apariencia tranquila y pacífica.
Vivía en un lugar donde se oían gritos durante todo el día y salpicaba sangre. Donde él estaba, comer era un acto esencial para la supervivencia y no tenía otro significado.
Mientras masticaba carne seca para sobrevivir mientras escuchaba gritos, el acto de comer algo le resultaba repugnante.
Las comidas eran así, pero era diferente cuando estaba con ella.
Fue la primera vez, excepto cuando era muy pequeño, que podía comer lenta y tranquilamente con otra persona alimentos cuidadosamente preparados.
Era una posición muy incómoda, pero Hyperion no la odiaba.
No, en realidad, lo estaba disfrutando.
Por primera vez en mucho tiempo, Hyperion comió por placer y no por supervivencia.
¿Fue por eso? Estaba muy emocionado y pensó que todo estaría bien.
Recordó la imagen de Laniakea que había visto ayer.
Poco después de salir de la ducha, estaba sentada indefensa, vestida sóla con una fina capa de ropa y con el pelo todavía mojado.
No importaba lo bueno que fuera Hyperion controlándose a sí mismo, cada vez que pensaba en esa imagen, su estómago hormigueaba por un momento.
¿Cuál es realmente la diferencia entre un animal en celo y él? Laniakea incluso se desmayó ese día.
Pensó Hyperion, a pesar de que estaba preocupado por su cuerpo.
“Si lo vuelvo a hacer, creo que tendré mucho cuidado y lo haré bien… Tendré cuidado de que no duela….”
Pero esa fue su idea después de todo. Gemma y Tamil dijeron que decidirían después de ver primero su condición.
—Para ser sincero… Su Majestad la Emperatriz podría pensar que da miedo, ¿no lo cree? Tsk, ni siquiera puedes decir eso.
Hyperion se quedó helado ante esas palabras. Estaba tan emocionado que no pudo pensar adecuadamente en la posición de Laniakea.
Un año, un sucesor.
La condición fue impuesta para que ella pudiera permanecer como emperatriz. Como era de esperar, Laniakea acabó quedándose a su lado tras escuchar una mezcla de súplicas y presiones sutiles.
Sólo eso fue suficiente para saberlo. Laniakea es una persona que trabaja duro hasta el final cuando hay algo que le asignan.
Entonces, probablemente pensó que era su trabajo pasar la noche juntos y lo soportó. Aunque le dijo que le dijera si era difícil, pero hasta el final…
Cuando Laniakea recobró el sentido y finalmente rompió a llorar mientras lo miraba, Hyperion no pudo levantar la cabeza por la vergüenza y el arrepentimiento.
No fue suficiente arrastrarla a la cama instándola a cumplir su promesa, sino que también lo hizo difícil y aterrador.
Entonces llamó a Ensi y a su esposa y les preguntó como si estuviera suplicando.
Ahora no era el momento de salvar las apariencias ni nada por el estilo. Esperaba que Laniakea quisiera estar con él y no tener miedo. Si ese es el caso, ¿cuál es el problema de retomar la educación sexual ahora?
Aún así, todavía quería hacerlo un poco más rápido. Cuando le transmitió ese significado, Tamil pensó por un momento y luego dijo.
—Primero que nada, hoy, ten primero una conversación ligera para aumentar la intimidad. Y cuando piense que Su Majestad realmente se ha relajado.
—… ¿qué?
Hyperion le preguntó con una expresión tan seria como la de Tamil.
—Di que quieres tomar su mano. En ese momento, si Su Majestad la Emperatriz tiene alguna duda, no pida más.
—¿Y si no duda?
—Entonces sigue sosteniendo su mano. Si Su Majestad pregunta por qué, dile que es para que se acostumbre a su toque. Se lo digo de antemano, pero no me malinterprete porque es una etapa que realmente tienen que dar, no por los oscuros deseos de Su Majestad.
—Tsk. ¿Qué oscuros deseos?
Hyperion chasqueó la lengua como si le preguntara qué clase de persona pensaba que era, pero sintió un cosquilleo en el pecho.
De todos modos, estuvo de acuerdo. No puede creer que pueda siquiera tomar su mano abiertamente.
Pero antes de eso había una montaña que superar.
Tamil enfatizó varias veces que no debía acercarse si Laniakea dudaba aunque fuera un poco.
Dado que se desmayó la primera noche, aún debe tener cuidado con Hyperion.
En ese momento, Gemma regresó. Chasqueó la lengua con lástima después de escuchar lo que Tamil le había preguntado a Hyperion.
—¿Dónde quedó la persona aterradora en la frontera luego de llegar al palacio imperial?
Gemma recordó a Hyperion antes de casarse.
* * *
Gemma pensó que si había algo más frío y duro que la pared de hielo del norte, sería Hyperion.
Los salvaron, pero no fue porque Hyperion fuera compasivo y sintiera pena por ellos.
Simplemente descubrió la malversación de fondos de un señor del campo, pasó a comprobarlo y los rescató. Incluso si el señor y la señora Ensi hubieran muerto, no le habría importado mucho.
Aunque mostró más emociones a los caballeros, nunca cruzó la línea.
Así es, el Norte es un lugar donde la gente muere a menudo, por lo que era comprensible que Hyperion fuera frío con ellos, ya que sólo haría difícil mostrarle un profundo afecto.
Tal vez fue porque se encontraba en medio de la muerte más que nadie todos los días, pero Hyperion no parecía tener mucho apego a la vida.
Siempre fue el primero en enfrentarse y saltar al campamento enemigo sin dudarlo. Incluso cuando recibía tratamiento, siempre se echaba atrás, diciendo que lo recibiría al final. No fue una concesión.
Era el aburrimiento extremo de una persona que espera silenciosamente el fin de la vida.
Gemma recordaba claramente el día en que Hyperion cambió.
Un día llegó un mensajero del palacio imperial.
El mensajero, vestido con ropas llamativas rara vez vistas en el Norte, se bajó del carruaje y frunció el ceño con orgullo, tapándose la nariz. Los caballeros se sorprendieron y agarraron sus espadas ante la acción abiertamente desdeñosa.
—¡Primer Príncipe, reciba una carta de Su Majestad la Emperatriz!
El mensajero dijo y le entregó la carta a Hyperion.
Los caballeros observaron la expresión de Hyperion, pensando cómo algo que parecía desafortunado sería aún más desafortunado.
Leyó la carta con una expresión de emoción desconocida y asintió.
—Entendido. Vámonos ahora mismo.
—¿Su Alteza? ¿Qué sucede?
—Dicen que debería casarme.
—¡¿Queeeee?!
Todos gritaron tanto en shock que la fortaleza tembló.
¿Casarse? ¿Su Alteza Real el Príncipe va a casarse?
—Me dijeron que empezara por redactar el contrato, así que iré. Por el momento me ocuparé de ello yo solo.
Después de decir eso, Hyperion inmediatamente condujo su caballo, ordenó al mensajero que se fuera y desaparecieron juntos.
Gemma chasqueó la lengua para sus adentros mientras veía a Hyperion alejarse. No sabe mucho sobre el mundo de las personas de alto rango, pero sabe que no existe el amor en sus matrimonios.
¿Y la conversación matrimonial organizada por la Emperatriz sería una conversación matrimonial adecuada para Hyperion?
«Siento pena por la otra chica también».
Como si el tiempo de preparación no valiera la pena, Hyperion se fue inmediatamente sin siquiera cambiarse de ropa. ¿A quién le gustaría ver a Hyperion así? Además, ¿qué sentido tiene ser guapo? Solo le hace sentir terror a la gente.
«Él no es el tipo de persona que le daría su corazón a nadie en primer lugar».
Todos observaron a Hyperion alejarse y solo esperaban que regresara rápido y a salvo.
Diez días después. Hyperion volvió.
Pero hubo un problema.
—¿Su Alteza Real? ¿Se encuentra bien?
Normalmente, Hyperion habría salido a inspeccionar la frontera inmediatamente después de regresar, pero entró en su alojamiento y se sentó en una silla, mirando fijamente al horizonte.
Los caballeros de Hyperion estaban alborotados. Lo mismo ocurrió con el señor Ensi y su esposa.
—¿Lo drogaron la gente del palacio imperial?
—Cariño, ¿qué estás haciendo? ¡Tráeme todas las tiras reactivas de veneno ahora mismo! ¡Probemos con Su Alteza uno por uno!
Era la primera vez que veía a Hyperion tan perplejo. No sólo estaba aturdido. A veces, incluso levantaba las comisuras de la boca y se reía.
Gemma y Tamil se pusieron más serios ante esa expresión.
¿Esos tipos del palacio imperial usaron drogas que te rompen el espíritu? Pero, ¿por qué ahora?
Afortunadamente, Hyperion recuperó su aspecto habitual al día siguiente.
Pero hubo un cambio sutil. Era alguien que siempre arriesgaba su vida para luchar, pero se valoraba a sí mismo más que antes. Comenzó a elegir un método que protege su cuerpo y tiene altas posibilidades de supervivencia.
Así lo notaron los caballeros y la pareja matrimonial Ensi. Finalmente, empezó a sentir apego por su vida.
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