Dark?

(Novela) ¿No es mucho más agradable y cómodo ser una mujer malvada? Extra 4

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—Gracias por invitarme a un lugar tan agradable, duque.

 

—Ummm.

 

Para decirlo sin rodeos, toda la familia se reunió de repente debido a Isidor, pero como parecía estar feliz como si pensara que se había unido a su reunión familiar, el duque Seymour ahogó un comentario mordaz.

 

—… es hora de la comida, así que dese prisa, duque Visconti.

 

—Sí, duque Seymour.

 

Pronto, los aperitivos y el champán de color rosa se colocaron en la larga mesa y la comida comenzó en un ambiente tranquilo.

 

—Los ingredientes son frescos y el condimento es realmente bueno.

 

Isidor comentó en medio del silencio. A pesar de que comió lo suficientemente feliz como para que los espectadores se sintieran bien, los modales en la mesa eran perfectos y aristocráticos.

 

«Wow.»

 

Enrique miró así a Isidor con cierto resentimiento.

 

«¿Por qué el cabello y el rostro de esa persona brillan y tiene una personalidad tan buena?»

 

 

—Enrique, ¿estás aprendiendo a usar la espada?

 

 

Escuchó que estaba aprendiendo esgrima recientemente, así que hoy le entregó una preciosa espada con piedras mágicas como regalo de Año Nuevo.

 

 

—Es un placer verte de nuevo. Has crecido mientras tanto.

 

 

«¿Cómo supo que creció 1,3 centímetros de alto?»

 

La mayoría de ellos no lo saben. Para ser honesto… El duque Visconti parece una buena persona. No era de buena educación observarlo así, pero lo notó con solo mirar sus amistosos ojos.

 

Si Isidor fuera una persona miserable y estúpida como Philap, podría estar argumentando que su hermana no debería casarse. ¡No lo sé, aún así me siento mal!

 

—Enrique.

 

—¿Sí?

 

De repente, Isidor lo llamó y Enrique sacudió sus hombros.

 

—Creo que realmente tienes talento para el manejo de la espada.

 

—… ¿yo?

 

—Sí. Tienes un buen cuerpo, y mirando tu postura, no pareces tener ningún mal hábito.

 

Cuando el espadachín mágico, que había hecho una gran contribución contra terroríficos demonios y monstruos, elogió su postura, Enrique se avergonzó un poco y apretó los dedos de los pies.

 

Mientras se mordía los labios porque no sabía que decir, apareció la crepa enorme que había estado deseando comer todo el tiempo. Deborah mostró una breve admiración.

 

—Es realmente grande.

 

La crepa gigante, que llenó la mesa, era lo suficientemente majestuosa como para abrumar a todos.

 

—Pero, ¿cómo y dónde comienzas a comer esto?

 

La crepa no se cortaba del todo porque originalmente se caracterizaba por conservar su forma redonda, como una luna llena.

 

—¿Deberíamos llamar al cocinero a cargo?

 

Belreck murmuró exasperado e Isidor se levantó.

 

—Lo cortaré.

 

—¿Usted?

 

—Sí. Practica cortando el bistec cuidadosamente, y podrás cortarlo bien también.

 

—¿Por qué practicaste eso? ¿Es parte de tu entrenamiento con la espada?

 

—Usar auror te permite confinar los jugos tanto como sea posible, para así poder disfrutar el sabor original de la carne.

 

—Oh, eres un gourmet.

 

Como si no fuera una broma lo de practicar,

ni un solo ingrediente de la crepa se filtró, y se cortó pulcramente. Además, se incluyó un servicio que colocó cada crepa delante de cada persona con magia de movimiento.

 

—Es un talento útil.

 

—Así es.

 

Los ojos de Enrique se abrieron de asombro.

 

—Comeré bien. Gracias por la porción.

 

—Come mucho Enrique.

 

El niño que había pasado el Año Nuevo como en un libro de cuentos de hadas, donde toda la familia se reunió y compartió crepas, estaba muy satisfecho.

 

Algunos Seymour sonrieron suavemente porque el miembro más joven era muy lindo mientras comía su crepa. Mientras tanto, Isidor cortó la crepa en pedazos más pequeños para que Deborah comiera.

 

Sin embargo, hubo alguien que no se asimiló en absoluto en este ambiente amistoso.

 

Rosad entrecerró los ojos cuando vio el sutil aura de Isidor en su cuchillo.

 

«Esa habilidad que corta la comida limpiamente sin dejar una marca en el plato parece útil cuando sales con una chica.»

 

Al ver que el control de maná es delicado y sofisticado, no parece que sea algo que haya hecho una o dos veces.

 

Un jugador reconoce a un jugador. Como era de esperar, huele igual a él.

 

«Después de todo, tendré que sacudirlo apropiadamente.»

 

Hacia el final de la cena, cuando llegó la hora de acostarse, Enrique comenzó a bostezar, por lo que el duque Seymour se levantó para llevar al más pequeño al anexo.

 

—Lo llevaré.

 

Tan pronto como los dos desaparecieron, Rosad parpadeó al sirviente. A continuación, apareció un barril de un tamaño que podría hacerte sentir intimidado con solo mirarlo.

 

—Deborah, sube tú también. Tengo algo de qué hablar con el duque Visconti de hombre a hombre

 

—¿Qué quieres decir? ¿Estás ebrio?

 

Deborah ni siquiera resopló.

 

—¿No es el esposo que te cansarás de ver todos los días cuando te cases? Habrá muchas oportunidades para estar juntos en el futuro, así que por hoy, renuncia a tu prometido.

 

Incluso Belreck ayudó.

 

—¿Qué te parece cuñado? Compartimos una copa con sinceridad.

 

Rosad preguntó hábilmente.

 

—……

 

Cuñado. Esas palabras golpearon contundentemente el corazón de Isidor.

 

La relación fue reconocida por los gemelos Seymour, que eran como una fortaleza de hierro.

 

Deborah se tragó un suspiro mientras miraba los ojos color esmeralda que revoloteaban sin descanso.

 

—No le hagan beber demasiado. No lo intimiden. No le den veneno.

 

—¿Veneno? ¿Somos demonios?

 

—Entonces, háganlo con moderación.

 

Belreck preguntó nuevamente, mientras miraba la espalda de su hermana, quien se alejó después de mirarlo con una expresión aguda.

 

—Sir Isidor, usted fue amenazado al principio y por eso comenzaron a salir, ¿no es así?

 

—No. Me gustó mucho desde el principio, y yo me confesé primero.

 

—Después de todo, si quieres decir la verdad, primero debes beber alcohol.

 

 

* * *

 

El brandy que trajo Rosad era tan fuerte que Belreck, que no suele beber alcohol, fue el primero en emborracharse.

 

—¡Duque Visconti…! Cuando mi hermana llora, no es como si hubiera sangre y lágrimas en sus ojos. Porque debe saber que Seymour no tiene ni lágrimas ni sangre.

 

A pesar de que corrió hacia adelante y le dio a Isidor una maldita advertencia.

 

—… Aún así, eres el mejor entre los jóvenes de tu edad. Todos los demás son apestosos y sensibles… Cuanto más lo pienso, menos veo a alguien como tú.

 

Dio amenazas y cumplidos.

 

—Pero Sir Isidor, ¿no está realmente amenazado? No estoy haciendo esto porque esté siendo amenazado, objetivamente, tiene una personalidad mucho mejor.

 

—Para nada. La princesa es demasiado para mí.

 

—¿Deborah te enseñó a decir eso? Es mi hermana menor, pero es muy detallada y da miedo.

 

—La princesa es más cariñosa, amable, encantadora y linda que la Santa Nayla.

 

—Wow, ¿estoy borracho y sigo escuchando tonterías?

 

Belreck se estremeció y finalmente levantó los brazos como si se rindiera, entonces volvió a su lugar con el ceño fruncido.

 

«El que solo hablaba tonterías se fue, finalmente estamos solos».

 

Rosad suspiró y miró a Isidor bebiendo alcohol.

 

—Sir Isidor, ¿siempre es tan bueno bebiendo?

 

—No es algo que disfrute realmente.

 

—De hecho, es bueno bebiendo. Es bueno conocer a alguien que pueda beber bien después de mucho tiempo.

 

—Estoy un poco nervioso. Pero estoy feliz de poder compartir una copa con Rosad-nim ​​​​también.

 

Los dos continuaron dando y recibiendo de nuevo y, a medida que pasaba el tiempo, la energía nebulosa en los ojos de Isidor se hizo más fuerte.

 

Isidor bebió mucho unilateralmente porque Rosad vertió alcohol en secreto con rápidos movimientos.

 

«Veamos si realmente no sale nada».

 

Rosad llenaba constantemente el vaso vacío y sus ojos brillaban como una víbora.

 

 

* * *

 

A la mañana siguiente.

 

Deborah chasqueó la lengua al ver a Rosad con resaca.

 

Isidor, que había estado bebiendo toda la noche, dormía en la habitación de invitados sin saber nada del mundo, y el hijo mayor, que tenía una apariencia obstinada e impecable, se convirtió en tal mendigo.

 

—¿Por qué de repente agarraste a Isidor e hiciste tal alboroto? ¿Qué tipo de viento sopló?

 

—Deborah.

 

—¿Qué?

 

—Se amable con Isidor.

 

En lugar de responder, hizo un comentario absurdo.

 

—…¿Por qué dices eso de repente?

 

—De todos modos, sé buena. No hay nadie en el imperio como el duque Visconti. Fuiste realmente bendecida. Si tú eres una Santa, entonces Isidor es un Santo.

 

—¿Qué significa eso?

 

—Simplemente eso. Por un momento, pensé que eras lamentable, pero ustedes dos se ven bien juntos. Son una pareja hecha del cielo.

 

Rosad, que sólo había dicho lo que tenía que decir, se dio la vuelta y chasqueó la lengua recordando su noche de copas con Isidor.

 

Anoche. Llevó a Isidor, que estaba bastante borracho, e hizo una de sus especialidades.

 

—Isidor, honestamente, ¿no fue incómodo para ti hoy? Padre, Belreck y yo no somos muy fáciles de tratar. Lo mismo va para Deborah. Habría sido más fácil tratar con tu pareja anterior…

 

—Sí. En realidad, no es cómodo.

 

—Ahora te estás volviendo un poco más honesto.

 

—Realmente quiero quedar bien con la familia de Deborah. Así que cada vez que nos vemos, me pongo nervioso, pero hoy, me sentí muy feliz cuando me llamaste cuñado.

 

Rosad se sintió extrañamente avergonzado por la respuesta de Isidor, que parecía algo inocente.

 

—¡Hmm! Llamame hyungnim.

 

(N/T: hyungnim significa hermano mayor y es la expresión formal de hyung. Es una forma muy respetuosa que utilizan los hombres para referirse a las personas del mismo sexo que son mayores que ellos.)

 

—Sí… Ah, por cierto, hyungnim.

 

—¿Sí?

 

—¿Quién es mi pareja anterior?

 

—¿Te refieres a lo que dije hace un momento? Debes haber conocido a alguien antes.

 

—Nunca existió tal persona.

 

—¿Nadie?

 

—Así es.

 

Isidor asintió ampliamente con la cabeza.

 

—¿Por qué?

 

—Tengo misofobia. A excepción de Deborah, no puedo tocar a nadie.

 

—¿En serio? ¿Deborah es la primera?

 

—Sí. La princesa es la primera, ella es un genio, no es muy graciosa pero es adorable, y…

 

¿Qué diablos es este niño? Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad.

 

Era muy hábil para obtener confesiones de oponentes a través de la tortura, y no importa cuán de cerca observara, el tono, los ojos y los gestos de Isidor no parecían estar mintiendo.

 

Además, tuvo que quedarse despierto toda la noche escuchando un largo discurso sobre lo genial que era su hermana del borracho Isidor.

 

«Bueno… después de todo yo le di de beber.»

 

Había desbloqueado el corazón del Duque Visconti con alcohol, pero de alguna manera se sentía como si hubiera abierto algo que no podía ver. Se tragó un suspiro, mientras frotaba su cabeza.

 

«Poner a prueba a un tipo tan puro como la primera nevada. De alguna forma lo lamento.»

 

Su conciencia le duele de repente.

 

Reflexionando sobre los años de libertinaje, Rosad decidió bendecir sinceramente el matrimonio de su hermana.

 

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Chapter 191