—No puede ser.
Philap trató de atrapar la espalda de su subordinado con los ojos rojos inyectados en sangre.
No podía creer esto en absoluto.
De hecho, pensó vagamente que las noticias positivas volverían.
Incluso si Deborah fingía que no le gustaba, tenía la creencia de que si le proponía matrimonio, finalmente se rendiría.
Tenía la condición de que cualquiera lo codiciara como yerno. A Deborah le gustan las cosas extravagantes y glamorosas.
Calculó que no sería fácil para ella rechazar el título de duquesa, así como sus antecedentes y riqueza.
Pero las cosas estaban tomando un giro decepcionante.
Deborah caminaba por las concurridas calles junto a Isidor, actuando como si no le importara el asunto del matrimonio
Fue una clara negativa.
La parte de atrás de su cabeza hormigueaba como si alguien le hubiera golpeado fuerte con un instrumento contundente.
Mientras negaba esta humillante realidad, gritó salvajemente como si fuera a estrangular a su vasallo en cualquier momento.
—¿Padre dijo que no deberíamos hablar más sobre el matrimonio? ¿Estás bromeando ahora?
El vasallo se estremeció al ver a Philap estallar de ira con un rostro colérico.
—¡Este tipo está comenzando de nuevo!
Cuando Philap levantó el puño, apareció el duque Montes con una expresión de indignación.
—Oh, padre.
—¿Está bromeando? El duque Seymour está bromeando en privado, diciendo que no responderá a la carta hasta dentro de seis años ¡Está jugando una broma!
—El duque Seymour es un hombre de gran orgullo, pero si se toma el tiempo para persuadirlo …
—Ese bastardo se está burlando de mí, así que ¿por qué tengo que complacer a esa serpiente?
—Si das un paso atrás así, solo empeorará.
—¡Seymour está difundiendo rumores de que prefiere a hombres modestos y que les disgusta tus tantas amistades femeninas! Claramente parece bastante extraño.
—… Ya he terminado mis asuntos con Mia.
—¿Y qué? Aunque tenemos la carta oficial de Seymour de nuestro lado, porque diste esa excusa, todo está borroso.
—Pero, ¿no fue mi padre quien mencionó la historia del matrimonio primero?
La expresión del duque Montes se arrugó. De hecho, no sabía que el duque Seymour saldría tan decisivamente.
No hay padre que pueda vencer a sus hijos, pensó que perdería ante Deborah.
Pero se devolvió de la misma forma. Fue humillado por su error de juicio.
—¿Te equivocaste y te atreves a culpar a tu padre? ¿Cómo es que te vuelves más patético cada día? ¡Contrólate!
El duque Montes se enojó y se fue, y Philap, que quedó sólo, desobedeció la orden de mantenerse tranquilo y fue a la academia al día siguiente.
—… Entonces, ¿eso significa que Sir Philap fue rechazado por la princesa Deborah esta vez?
—Eso supongo. Como en el baile…
—Kugh. Fingió ser tan fatal. ¿Pero perdió contra Sir Isidor?
—Fue pateado y rechazado, él… Khuh.
—¿Por qué? ¡Hyup!
Sabiendo que Philap estaba confinado, algunos miembros ejecutivos que sonreían con entusiasmo en la Casa de la Fraternidad cerraron la boca ante su aparición.
—¡Cierren la boca! ¡Joder, ¿quién fue rechazado?!
Mientras insultaba a sus subordinados, los miembros de las principales familias fruncieron el ceño.
—Controlate.
—Lamento que hayamos hablado a la ligera, pero no hay nada bueno en reaccionar de forma exagerada.
La opinión pública se había revertido por completo.
Ahora parece que Philap se está aferrando a Deborah.
Al igual que Deborah solía hacerlo antes.
—¡Maldita sea!
Pateando ferozmente la silla, Philap esperó mucho tiempo, donde estaba el carruaje Seymour, a que ella saliera.
—¡Deborah!
Philap se acercó apresuradamente a ella mientras caminaba con indiferencia, pero fue bloqueada por su escolta.
De pie detrás de su escolta, sus ojos rojos eran completamente inexpresivos.
Esos ojos rojos obsesivos alguna vez fueron repugnantes y espeluznantes, pero ahora esos ojos indiferentes volvían loco a Philap.
Pudo comprenderlo más profundamente ahora que la situación se había vuelto tan extrema.
Deborah ya no está interesada en él.
Y Philap estaba preocupado porque no le agradaba.
Miró a Deborah con rigidez.
—Deborah, ¿sabes lo que hiciste?
—¿?
—Has renunciado a toda la riqueza y el honor garantizados que te iba a dar. Seguramente te arrepentirás de tu inmadura elección más adelante. Pero no es demasiado tarde ahora. Si dices que estás equivocada …
La princesa Deborah sonrió e inclinó la cabeza con severidad.
—Todo eso lo puedo obtener con mis propias manos, entonces, ¿por qué debería tomar tu mano?
—…..
—Ve a casa y continúa con tus delirios.
Deborah no trató con él en absoluto. Habló secamente como si viera un insecto trivial y se subió al carruaje.
—Mierda.
Philap miró la parte trasera del carruaje que se alejaba como un perro que persigue un pollo, luego murmuró insultos.
Le vino a la mente el proverbio infantil del Imperio que decía que se arrepentiría después de que se marchara el carruaje, pero él lo negó.
(N/T: cálculo que hace referencia al «Se te pasó el tren» nuestro.)
Un sentimiento lamentable, como el arrepentimiento, no era adecuado para él.
—Te vas a arrepentir …
Pero su malvado murmullo se hizo añicos en el aire.
* * *
Philap es el tipo de persona que está obsesionado con lo que no puede tener. Como Deborah Seymour.
Pensó que Deborah y Philap de la historia original eran muy similares.
La diferencia entre los dos es que Deborah se sentía atraída por ese mismo Philap que ella, y él la odiaba, ¿Pero ahora?
«Bueno, no lo sé.»
Se difundieron rumores de que no me gustaba el matrimonio, y si continúa aferrándose, solo dañará su reputación en el mundo social.
Deborah no tenía una reputación que perder, pero Philap tenía mucho que proteger, por lo que los nobles lo notarían.
Por cierto, ¿he dicho alguna vez que nunca estaría con alguien que no sea un mago?
Me sentí un poco rara, pensando que los rumores que circulaban recientemente reflejaban mucho los gustos de mi padre.
Isidor es un caballero, así que no puede usar magia … ¿Eh? ¿Qué estaba pensando?
Sujete mi cabeza ante el tonto accidente.
«¡Oh vamos, ¿por qué estoy haciendo esto?!»
Todo esto se debe a la sonrisa tímida de Isidor.
«Con esa belleza … Si sonríe, obviamente quedaré deslumbrada, ¿qué debo hacer?»
Mientras resoplaba, jugueteé cuidadosamente con la cerámica blanca con forma de tortuga en la mesa del estudio.
Como Isidor, era una tortuga de ojos esmeralda.
Volvió a desconcertarme una vez más antes de que nos separáramos ese día.
—¿Qué tal si bebes solo frente a mí a partir de ahora?
—¿Eh? ¿Qué? ¿Por qué?
—Si tienes curiosidad, ¿Quieres que te enseñe?
Extendió sus largas cejas y sonrió suavemente.
—Oh, no.
—Ahora que lo pienso, no creo que sea algo malo que solo yo lo sepa.
De hecho, lo sé.
Isidor tiene manos grandes, delicadas, varoniles, y practica hasta la muerte el piano, que no puede tocar, con esas manos.
—Me estoy volviendo loca.
Incliné la cabeza y murmuré.
* * *
Isidor se recostó sobre el escritorio y miró la cerámica de porcelana con forma de gato.
La cerámica de ojos afilados, como la princesa Deborah, tenía ojos rojos brillantes como un rubí.
Acarició suavemente al gato, que estaba en una pose que parecía que lo arañaría si lo tocaba.
Sintió la suave y fría sensación de la cerámica en sus manos desnudas y pálidas.
Por extraño que parezca, una dulce sensación lo invadió como si hubiera mordido un montón de caramelos.
«Obviamente, esta no es la primera vez que me siento así».
En el momento en que la princesa Deborah tomó su mano, se sorprendió como si algo se hubiera apoderado de sus sentidos.
Sintió como si su cabeza estuviera ardiendo.
Cuanto más miraba hacia atrás, el momento en que se tocaron se volvió más y más hermoso, así que estaba feliz de que la princesa estuviera un poco consciente de los recuerdos de ese momento.
Hasta el punto en que se rió a carcajadas mientras miraba la cerámica en forma de gato.
Siempre que tiene tiempo libre, se sienta frente a un piano que no suena bien.
Además, el hecho de que el Philap no estuviera en la mente de la princesa le trajo un poca alegría.
Ojalá estuvieras un poco más consciente de mí.
Incluso si no es tanto como yo.
—Miau-.
Cookie saltó a la mesa, como para romper sus pensamientos, y trató de robar la cerámica con forma de gato.
Porque era lo único que parecía interesante en la habitación silenciosa y vacía.
—No puedes hacer eso.
Isidor golpeó ligeramente la nariz de Cookie.
—¡Grrr!
Cookie mostró sus pequeños y atrevidos dientes, pero Isidor se mantuvo firme.
Es lo único que trajo a este lugar.
Era tan precioso.
«Al principio obviamente tenía curiosidad».
Tenía curiosidad y quería profundizar en eso, pero más bien, ella se acercó a él sin dudarlo.
Se sintió extraño y dulce, como si estuviera flotando.
Por otro lado, la identidad de este sentimiento parece haber caído en el abismo por el asunto del matrimonio.
Comment