Capítulo 22. La identidad del déjà vu
El lugar al que me llevó Susan fue a un bosque cerca del pueblo.
Después de caminar durante unos 20 minutos por un sendero forestal en buen estado, se abrió una vista asombrosa.
La esencia del encantador paisaje era una pradera. Un prado verde tan amplio que la vista es claramente visible.
Era agradable oler la hierba fragante y la cresta de la montaña detrás del prado proporcionaba un gran fondo para el prado.
—Este es el lugar escondido de Ezra. Se trata de una pradera que sólo conocen los residentes de Carson Village.
Carson Village. Era el nombre del pueblo donde vivo.
—Es bonito.
—Es agradable, ¿verdad? Como Renee se queda en casa la mayor parte del tiempo,
pensé que no sabría de este lugar al menos que yo te acompañará.
—Gracias.
Lo dije en serio.
Por supuesto, no confiaba completamente en Susan, pero era la persona en quien más confiaba entre todos los aldeanos.
—Ven aquí. Si vas bajo la sombra de un árbol, tu alergia al sol estará bien.
Susan me tomó de la muñeca y caminó bajo un árbol en el prado.
El árbol en el que estábamos sentados tenía una base ancha y hojas grandes que bloqueaban los rayos del sol.
Levanté la cabeza y miré la luz del sol que atravesaba las hojas.
El cielo sin una sola nube parecía tan pacífico.
«Eddie, ¿tú también estás mirando? El clima es muy bueno hoy».
Mientras admiraba el cielo, Susan colocó una manta y sacó algunos bocadillos que quizás había traído consigo en algún momento.
Era pan y bebidas caseros.
—Siéntate rápido.
—Sí, Susan.
—Y come mucha comida.
Susan me entregó pan mientras me sentaba.
—Gracias.
—Renee está demasiado delgada. No comes lo suficiente, ¿verdad?
—No. Aunque me veo así, siempre hago tres comidas al día.
Nunca me salté una comida, ni siquiera por Eddie. Quería que mi hijo creciera fuerte dentro de mí.
—Entonces me alegro.
Sonriendo, Susan tomó un gran bocado de pan.
«Susan parece una persona realmente agradable».
Agradecí que ella siempre pensara en mí cuando estaba sola.
Gracias a ella, sentí que ahora podía hacer amigos que nunca había tenido en toda mi vida.
Por un lado, sentí pena por ella.
Ni siquiera le había mostrado mi verdadero rostro.
Pero era inevitable.
Según las noticias que escucho ocasionalmente del Imperio López, mi padre y mi hermano estaban ocupados buscándome.
Había que tener cuidado hasta que me abandonaran por completo y me olvidaran.
Para poder vivir felizmente con Eddie, nunca debería involucrarme con mis relaciones pasadas. Nunca.
—Aunque soy alérgica a la luz del sol, a veces salgo durante el día y tomo un poco de aire fresco.
Susan también me molestaba tiernamente, al igual que su verdadera hermana.
Cuando escuché ese sonido, de repente me vino a la mente Matilda.
Entre las noticias que escuché del Imperio López, no había nada que dijera: «Debido a que la princesa desapareció, la criada que la servía de cerca fue interrogada».
Parecía que mi hermano la había cuidado bien como le había pedido.
O tal vez su padre la esté vigilando en silencio.
—Susan, no sé cuántas veces he dicho esto, pero muchas gracias. Gracias a ti, creo que vendré aquí a pasar el rato de vez en cuando.
—Oh, no es gran cosa. ¡Deja de estar agradecida!
—Sí.
—Renee debería conocer a una buena persona rápidamente y salir con esa persona….
—…….
—¿Estás pensando en casarte?
La respuesta a esa pregunta fluyó de inmediato.
—No. Sólo quiero vivir sola.
Puedo ocultar el hecho de que estoy embarazada porque mi estómago no está hinchado ahora, pero si mi estómago se hincha en el futuro, tendré que contarle a Susan mi situación.
Había un hombre al que amaba y tuve un hijo con él, pero el hombre murió, así que decidí criar al niño sola.
Era una historia mitad verdadera y mitad falsa.
Pero borré a Henderson de mi mente… Para mí estaba casi muerto.
—Vaya, estar sola siendo tan joven… No sé cuál es la historia, pero no cierres demasiado tu corazón. Lo bueno del destino es que nunca sabes qué pasará.
—Gracias por el consejo. Pero creo que sería difícil tener a alguien a mi lado a menos que fuera una buena persona.
No tenía la confianza para volver a amar a nadie.
Ni siquiera podía recordar cómo era el amor.
Y estaba tan triste por cómo terminó mi amor.
Si el amor era tan doloroso y triste, no quería volver a amar nunca más.
—Oh Dios. Parece que algo malo pasó.
—……..
En lugar de responder, sonreí amargamente.
La conversación se detuvo por un momento y miré alrededor del prado.
Mientras miraba tranquilamente el prado, me di cuenta de algo de lo que no me había dado cuenta antes.
«Este lugar se siente extrañamente familiar».
Aunque claramente era un lugar en el que nunca había estado antes, este paisaje me resultaba familiar.
Incliné la cabeza y traté de recordar el motivo del déjà vu.
En ese momento escuché la voz de Susan, que había estado en silencio por un tiempo.
—Oh, ¿quién es ese joven? Supongo que está haciendo un dibujo. Se ve bastante bien de lejos, pero, ¿será lo mismo de cerca?
Susan se se limpió los labios cubiertos de migas de pan con la manga y se aplicó brillo de labios que debió haber traído consigo en algún momento.
Sus ojos brillaban como la luz del sol mientras miraba al apuesto hombre.
Susan parecía una niña.
Dirigí mi mirada hacia donde Susan estaba mirando.
Como dijo Susan, había un hombre sentado en un pequeño taburete.
Había un lienzo blanco frente a él y estaba pintando sobre él sin dudarlo con un pincel.
De vez en cuando, se despeinaba el pelo.
Por extraño que parezca, todo parecía una escena montada.
Parece que no le apasiona dibujar, sino hacer que las cosas luzcan elegantes.
Incluso me fascinó su forma de pintar.
Como estaba tan lejos de nosotros, ni siquiera podíamos verle la cara.
Sin embargo, me di cuenta de que el cabello del hombre se parecía al refrescante azul del cielo.
“¿Cabello azul? ¿Y grandes habilidades de interpretación?”
Eran cosas con las que estaba familiarizada sin saber por qué.
En ese momento, me vino a la mente la identidad de la extraña sensación de déjà vu y se me puso la piel de gallina en los antebrazos.
«Este prado es similar al cuadro que vi en la posada de Burdeos».
Y Burdeos tenía el pelo azul claro y excelentes dotes de interpretación.
Incluso recordé mi conversación anterior con Burdeos.
—¿Te gusta ese cuadro?
—Si. Está muy bien dibujado. ¿Quién lo pintó? ¿Es un artista famoso?
—No. Yo lo pinté.
Parecía que el hombre que hacía gala de su estilo era Burdeos.
—Oh por Dios….
No pude contener la sorpresa que brotó de mis dientes. Bajé el extremo de mi capucha para ocultar aún más mi rostro.
Por supuesto, puede que no sea Burdeos, pero si lo es…
—Susan. ¿Qué tal si terminamos el picnic aquí? Lamento decir esto, pero de repente me siento mal.
Elegí huir.
A veces pensaba en Burdeos, pero no quería volver a verlo.
Incluso sabía que yo venía del imperio López.
En muchos sentidos, no sería bueno involucrarnos.
—¿Es por la alergia a la luz solar? Escuché que si tu alergia es grave, ¡puedes sentir náuseas! Vuelve rápido.
—Sí, eso creo. Volveré y te serviré un poco de té. Creo que estará bien si voy a un lugar sin luz solar.
—Está bien.
Rápidamente limpiamos el lugar donde estábamos sentadas.
En el momento en que Susan puso el pan que no pudo terminar en la canasta que traía consigo y lo dejó en el suelo.
De repente, un escalofrío recorrió mi espalda.
Cuando levanté mi mirada suavizada, sentí como si hiciera contacto visual con alguien.
—¡……!
Era Burdeos, a quien había estado intentando evitar.
Aunque estaba muy lejos, sentí que sus ojos estaban fijos en mí.
La piel de gallina que se me había puesto en los antebrazos ahora cubría todo mi cuerpo.
Me quedé inmóvil.
Esperaba desesperadamente que no me reconociera…
—¡Cariño!
Esa fuerte voz resonó por todo el prado.
“Ese loco…”
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