Intenté interpretar las ambiguas palabras de Miella. La diosa imitó a Liena como deseaba.
Pero sólo quiero saber qué es la diosa.
«¿Significa esto que la imagen a la que me enfrento ahora es la diosa original sin ninguna pretensión?»
—Puedes decir eso.
De alguna manera me sentí decepcionada.
Me había imaginado un ser solemne e intocable, pero una forma de hablar tan frívola parecía tener mala personalidad.
—Vaya, la evaluación es despiadada.
Tampoco me gustaba la idea de que leyera por su cuenta los pensamientos de otras personas. Miella hizo un puchero a propósito.
—¡Hmph! ¡Ya es suficiente, vete ahora! ¿Cuál es el punto de ver un Dios tan frívolo y de mal carácter?
El espacio en blanco estaba distorsionado.
La diosa estaba tratando de sacarme de este espacio en blanco.
¡Un momento! Todavía había muchas cosas que quería preguntar.
¿Por qué transmigré al mundo del libro? ¿Fue realmente una bendición de su parte que Liena provocara un amor extraño que no era diferente del lavado de cerebro de la gente?
—¡¿Por qué no tengo ninguna bendición especial, a diferencia de Liena?! ¡Tengo la habilidad de leer el libro!
Finalmente grité en voz alta antes de que me arrastraran por completo fuera de este espacio.
—Solo responderé la última pregunta. Ya tienes mi bendición. Lo que pasa es que no lo notas porque es un poder relativamente débil.
¿Ya tengo la bendición de la diosa? ¿Qué demonios quiere decir eso? Las palabras de Miella no terminaron ahí.
—No borraré tus recuerdos de esta pregunta y respuesta, como me pediste. Y como disculpa por la broma, tengo otro regalo para ti, así que espéralo con ansias.
* * *
En el jardín de la residencia del embajador, Terence me preguntó.
—Pareces cansada. ¿Qué pasó anoche?
Diana también me miró con expresión preocupada.
—Así es. No has tenido energía desde la mañana.
Respondí, frotándome los ojos.
—En realidad, anoche no pude dormir bien.
Diana abrió mucho los ojos.
—¿Tuviste una pesadilla?
—… Fue casi como una pesadilla.
También tenía una buena sensación. Sobre Elliot y el Conde Miloam.
Como dijo Miella, mi memoria fue borrada, así que no sé exactamente de qué se trataba, pero tan pronto como desperté del sueño, me sentí aliviada por estos dos y me sentí aliviada de que mi elección no fue incorrecta.
Por otro lado, las preguntas y respuestas con Miella quedaron claras. Gracias a esto, perdí todo el sueño y actualmente tenía insomnio.
Bebí té caliente repetidamente para evitar que mi mente se distraiga hacia otra parte.
Me reuní con Terence después de mucho tiempo, así que no podía quedarme dormida.
Terence visitó oficialmente hoy la residencia del embajador para entregar un mensaje del emperador.
En secreto me dijo que no es un gran mensaje, sino que fue algo que el emperador ordenó en primer lugar para conocer a los embajadores de cada país dentro del imperio.
«No es diferente a una oportunidad de presentar a un hijo que podría convertirse en sucesor en otro país.»
Después de hablar con Terence, llegamos a la conclusión de que el emperador enfrentaría a sus dos hijos.
Aunque se decía que Mikhail había decepcionado mucho al Emperador, era el hijo legítimo del Emperador y todavía tenía muchos seguidores.
En realidad, era un candidato a sucesor al que el emperador difícilmente podía renunciar fácilmente.
Sin embargo, existe la posibilidad de que Mikhail nunca cambie de opinión, por lo que le brinda a Terence su apoyo para que pueda convertirse en el príncipe heredero en cualquier momento.
Esta era probablemente la intención del actual emperador.
El embajador de Leok no era alguien que
juzgara los asuntos públicos basándose únicamente en sentimientos personales, pero de todos modos estaba encantado con Terence.
Parecía estar en deuda conmigo por ser mi amigo y por ayudarme cuando buscaba a Diana, incluso solicitando la ayuda de Terence al Gremio de Inteligencia.
—Por favor, pasa por nuestra mansión con frecuencia de ahora en adelante. Si no le importa, me gustaría establecer una relación personal con Su Alteza el Príncipe.
El embajador Leok le dijo esto a Terence, quien vino a visitarlo y le dijo que pasara el tiempo restante entre jóvenes y le preparó este lugar.
Estaba a punto de presentar a Terence y Diana, pensando que era una buena oportunidad.
Mientras tanto, Diana llegó y dijo que quería hacer lo mismo que el embajador Leok.
No había nada de malo en que Terence conociera a alguien que posiblemente podría convertirse en embajador.
«Por eso esperaba que ustedes dos pudieran hacerse amigos.»
Los intereses de Terence y Diana parecían estar en otra parte. Yo era el tema de conversación entre ellos.
—¡Debe haber sido una pesadilla aterradora!
—Se suele decir que los sueños reflejan emociones o pensamientos. ¿No hay algo que te preocupe?
En primer lugar, Diana simpatiza conmigo y Terence se acerca a mí de forma racional.
De alguna manera la conversación tomó una dirección diferente a la que yo había pretendido, pero fue reconfortante sentir que ambos realmente se preocupaban por mí.
—Bueno. No fue tan aterrador y aunque tenía preocupaciones… No es tan malo.
—Aun así, si te apoyas en otra persona, me sentiré aliviado.
Diana estuvo de acuerdo con las palabras de Terence.
—Así es.También quiero ayudar a Ethel.
Miré a mi alrededor, a los rostros de Terence, Diana y Vinetta, quienes habían estado en silencio pero habían estado observando detrás de mí desde el principio, luego fruncí los labios.
—Entonces hay algo que quiero preguntarles…
Luego hice la mejor expresión linda que pude.
—¿Soy por casualidad una persona adorable?
Hubo un silencio incómodo. Mi cuerpo tembló por la abrumadora vergüenza. Sentí que quería esconderme en una madriguera de ratas.
«¿Por qué debo hacer esto para disfrutar de la riqueza y la fama?»
Mi preocupación desde que me desperté anoche fue sobre la identidad de mi bendición que Miella había mencionado en mi sueño.
Lo primero que me vino a la mente fue la bendición de Liena: ser amada por los demás.
Pensé que tal vez no fuera así, pero me detuve por si acaso…. Como la Diosa dijo que era una bendición débil, pensé que existía la posibilidad de que no lo hubiera notado antes.
La primera persona en reaccionar fue Diana.
—¡Por supuesto! ¡Qué encantadora es Ethel!
Después de eso, Vinetta respondió con su habitual rostro inexpresivo.
—Así es. Ethel es encantadora.
Terence apartó la cabeza de mí y abrió tardíamente la boca.
—… muy encantadora.
Incluso si Diana tenía vainas de frijoles en los ojos*, las otras dos personas claramente parecían estar diciendo cosas que no tenían intención de decir.
(N/T: alguien que piensa que todo lo que hace la otra persona es encantador y maravilloso.)
Terence, en particular, sacudía la cabeza porque mi pregunta era muy divertida. Era el comportamiento de una persona que apenas contenía la risa que estaba a punto de estallar.
—¡Por favor finge que no hice esa pregunta hace un momento!
¡Claramente me volví loca por un momento! Tenía la cara sonrojada, como si me hubieran quemado.
Como era de esperar, mi bendición debe tener un efecto diferente al de Liena.
La diosa dijo que apareció ante Liena en la forma que deseaba.
En ese caso, había una buena posibilidad de que la bendición de la diosa también fuera dada en la forma que Liena deseaba.
«Si Liena recibiera tales bendiciones porque quería ser amada por los demás, ¿qué hay de mí?»
La bendición de que el dinero llegue por sí solo incluso si te quedas quieto… Por mucho que lo pienso, parece que no existe.
En un intento desesperado por librarme de la vergüenza, reflexioné sobre cuál sería mi bendición.
Terence y Diana debieron darse cuenta de lo que estaba pensando y cambiaron el tema.
Después de un tiempo, naturalmente me uní a la conversación como si nada hubiera pasado.
Incluso después de ese vergonzoso incidente, pensé en ello de vez en cuando mientras me preparaba para abandonar el imperio.
Sin embargo, ni mucho menos la identidad de la bendición, no pude descubrir de qué otro regalo habló Miella. La diosa nunca volvió a aparecer en mis sueños.
Entonces un día. Mientras leía el periódico como de costumbre después del desayuno, casi escupo el té que estaba bebiendo.
Fue por un pequeño artículo publicado en una esquina del periódico. Era una historia sobre varios rumores que circulaban en el Imperio en forma de «Aunque usted no lo crea».
[¡Un extraño rumor circula en un pueblo rural de la región nororiental de Andala! Se dice que muchos aldeanos presenciaron una estrella fugaz caer sobre la montaña…]
El contenido en cuestión estaba intercalado entre varios rumores populares, como noticias de un pueblo rural. Pero para mí no fue cualquier cosa.
—Mi mina…
La región de Andala era la zona donde se encontraba mi preciada mina, y la estrella fugaz que allí cayó fue la oportunidad de transformar la inútil mina abandonada en una gallina de los huevos de oro.
Sin embargo, hubo una cosa extraña.
—¿Por qué cayó ahora?
Según la novela, la estrella fugaz debería haber caído a principios del invierno de este año, pero en este momento todavía era verano.
Por supuesto, tiene sentido suponer que este invierno caerá otra estrella fugaz, distinta de la que cayó esta vez.
«No, pero ¿es eso posible? ¿Dos estrellas fugaces caen en la misma zona en un año?»
Tener una sola caída era algo raro. Pero resulta un poco extraño pensar que la realidad ha cambiado respecto a la novela sin ningún motivo concreto.
«De ninguna manera.»
En ese momento, una suposición cruzó por mi mente. ¿Era este el otro regalo que Miella dijo que me daría? ¿Traer temprano a mis brazos la gallina de los huevos de oro?
Pensándolo así, no era el momento de quedarme quieta.
Al principio, estaba planeando ir al extranjero y regresar a casa antes del invierno, pero se volvió urgente. Rápidamente corrí a mi habitación y empaqué mi equipaje.
—¿Vas a ir de viaje a alguna parte?
Vinetta vio eso y preguntó. Respondí vigorosamente.
—¡Vamos a buscar a mi adorable gallina! Si te parece bien, Vinetta, ¿te gustaría ir conmigo?
Vinetta, que no entendió lo que quería decir, simplemente inclinó la cabeza.
* * *
Residencia Cassius.
Liena, mientras almorzaba con su familia, dijo.
—Papá, se me ocurrió una buena idea de negocio. ¡Si tenemos éxito en esto, compensaremos con creces las pérdidas sufridas la última vez!
Los ojos del duque Cassius y Leheim se volvieron hacia Liena.
—Pero como el Gremio de Iver se ha vuelto así, esta vez necesito la ayuda de papá. En concreto, ¿qué tipo de….?
—Liena.
El duque Cassius rara vez interrumpía a su hija.
—¿Por qué no dejamos de hacer negocios ahora?
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