—Yo realmente…
Me subí al carruaje sin siquiera escuchar la historia que salió de boca de la condesa Wallace.
—¡Ethel!
La oí gritar, pero la ignoré e informé al cochero de mi destino.
Finalmente, el carruaje partió y la condesa, mirando el carruaje que partía con una expresión vanidosa en su rostro, se alejó lentamente.
¿Qué diablos estaba tratando de decirme esa persona ahora?
¿Una disculpa por pedir perdón por todo este tiempo? ¿O críticas de por qué no ayuda a su padre y a su hermano menor?
Después de pensar por un momento, sacudí la cabeza para aclarar los pensamientos en mi cabeza.
«¿A quién le importa?»
Mi relación con la condesa Wallace ya había terminado.
Incluso ahora, cuando cierro los ojos, los recuerdos de ser su hija regresan claramente a mí, pero los sentimientos de afecto y resentimiento hace tiempo que se han desvanecido.
¿Es porque han pasado tantas cosas mientras tanto?
De todos modos, ya no tenía obligación de escucharla hasta el final, y no quería hacerlo.
Cerré los ojos mientras observaba la escena de la calle pasando por la ventana.
Ella llevaría una vida difícil a su manera, pero eso ya no me preocupaba.
—Bienvenina.
Kayden, ex mayordomo de Cassius y gerente general de la empresa minera Lucibiu, me saludó calurosamente.
—Disculpe. Esta es la primera vez que visito al Sr. Kayden desde que se mudó a la capital.
Mientras miraba el interior cuidadosamente decorado de la casa, me llevó a la sala de estar.
—Por favor ven por aquí. Es un honor finalmente darle la bienvenida a Ethel a nuestra casa.
—No, ¿por qué actúa así?
—Porque es mi benefactora.
—He tenido problemas últimamente porque no he podido prestarle atención a la empresa debido a varios problemas. Me alegro de que el señor Kayden esté dirigiendo bien la empresa.
—Gracias a la política de operación aproximada que se estableció de antemano, no fue tan difícil.
—Por favor, continúe cuidándome bien en el futuro. Una vez que me case y me mude, no podré visitar la capital con frecuencia, así que lo único que me queda por hacer es confiar más en Kayden.
—Si confía en nosotros, haremos nuestro mejor esfuerzo.
Dijo eso, pero sentí como si le estuviera dejando todo a él y me sentí incómoda.
¿Es esta una separación completa de propiedad y gestión?
Si fuera posible, quería crear una sucursal de la compañía minera Lucibiu en el área a donde me mudaría, pero muchas cosas no estaban claras, así que por ahora era solo mi deseo.
Mientras charlaba con él en la sala de estar, pronto me quedé sin té.
—Lo lamento.
Kayden, que me estaba mirando, de repente se disculpó.
—Supongo que todavía es demasiado pronto para ese niño.
Sus ojos seguían dirigiéndose hacia la puerta que conducía al pasillo. Por esa puerta por donde Joshua podría entrar.
De hecho, visité la casa donde hoy viven padre e hijo para conocer a Joshua.
Anteayer, Kayden me dijo que la condición de Joshua había mejorado significativamente.
Había planeado encontrarme con Joshua al menos una vez antes de salir de la capital, así que concerté una cita para hoy.
—Está bien, Sr. Kayden.
Joshua fue quien quiso conocerme primero, pero puede que no sea tan fácil para él como pensaba.
—No es como si nos estuviéramos separando para siempre. Pasaré por la capital más tarde, así que hice otra promesa entonces…
Fue cuando. La única puerta de la sala se abrió lentamente con un chirrido.
Pronto, se escuchó una voz desde el otro lado de la puerta.
—H-Hola. Vizcondesa Lucibiu. M-Mi… Mi nombre es Joshua.
Un joven al que nunca había visto antes asomó su rostro pálido a la sala de estar.
Me saludó con una voz cada vez más clara.
—M-Mi padre me habló mucho de usted, así que siempre quise conocerla.
Sonreí y le devolví el saludo.
—Hola, mi nombre es Ethel Lucibiu. Encantado de conocerte, Joshua.
Si había una relación que ya había terminado, también había que formar una nueva relación a partir de ahora.
Luego de reunirme con varias personas una tras otra, se anunció al público la noticia de mi matrimonio con Terence.
Se habló mucho de que el príncipe se casaría con una mujer que tenía antecedentes de divorcio y no pertenecía a una gran familia noble.
Algunas personas susurraron que la familia imperial y Terence me habían elegido por la mina de piedras mágicas de primer nivel, mientras que otros creían que nuestro amor era verdadero.
Citaron relatos de testigos presenciales míos y de Terence durante el asedio de Miloam como evidencia y argumentaron que era por amor dado que estuvimos juntos incluso en situaciones peligrosas.
Además, Terence bailó por primera vez conmigo en la fiesta de cumpleaños del emperador.
En ese momento, pasó mucho tiempo antes de que se supiera que yo poseía una mina de piedras mágicas de primera clase, por lo que sirvió como evidencia para refutar la «teoría del segundo príncipe siendo snob».
Luego, el grupo que desaprobaba nuestro matrimonio surgió con la especulación de que yo había tenido una relación inapropiada con Terence incluso antes de divorciarme de Leandro.
Por supuesto, dado que la familia imperial se mantuvo firme, fue solo una ocurrencia tardía que no escucharías si no estuvieras prestando atención.
Además, después de un tiempo, incluso estos comentarios detrás de escena desaparecieron por completo.
Esto se debió a que Leandro y la familia Cassius me felicitaron públicamente por mi matrimonio.
La familia Cassius, cuya fortuna ha crecido considerablemente últimamente, también entregó regalos caros, por lo que parecía una celebración formal.
Lo siento por usted, vizcondesa Lucibiu. Le deseo todo lo mejor en el futuro. Y gracias por detener a Liena antes de que cayera en un camino peor.
Tuve sentimientos encontrados al leer la carta de mi exmarido adjunta al regalo de felicitación.
Bueno, de todos modos, probablemente esta sea una relación que ya terminó.
Para ser honesta, era difícil para mí odiarlos porque los recuerdos de la primera vez que Cassius me apadrinó y tuve una relación cercana con ellos estaban regresando.
Sin embargo, pronto dejaría la capital, al igual que la familia Cassius, que abandonó la mayoría de los diversos negocios en los que había trabajado y se centró únicamente en administrar su feudo.
En muchos sentidos, sería difícil establecer contacto.
—Bueno, será lo que tenga que ser.
Me estiré y murmuré.
Mientras viviéramos, existía la posibilidad de que pudiéramos volver a involucrarnos nuevamente como así también no.
Porque nadie conoce el futuro.
Después de guardar la carta de Leandro entre mis otras cartas, volví a mi tarea original.
Se trataba de la lista de invitados a la boda.
—¿No hay nadie más a quien llamar…?
Mientras pensaba y golpeaba el escritorio con el bolígrafo, Terence entró en la habitación.
—Ethel, ¿va bien la lista?
—Sí. Parece que hay alguien a quien dejé fuera, y a veces parece que no falta nadie, y me siento incómoda.
Inmediatamente se agregaron a la lista Arsia y el Conde Miloam, al igual que Kais y Cecil.
Por supuesto, excluyendo a los hombres en prisión, como Roland, Isaac y Elliot…
Después de contar con mis dedos por un tiempo, Terence dejó la humeante taza de té frente a mí.
—Puedes hacerlo mientras bebas algo. Si lo piensas con cuidado, te vendrá a la mente.
—Gracias. Oh, Terence. Tus habilidades mejoran día a día.
—Valió la pena practicar.
Mientras charlábamos cortésmente.
—¡Es urgente!
Apareció una Laura angustiada. Parecía muy sorprendida por lo que había sucedido.
—E-En este momento, alguien vino diciendo que quería conocer a Ethel y está en el salón de al lado…
—¿Quién es? ¿Cómo se llama?
—¡Vaya! Lo, lo siento. Tenía prisa, así que ni siquiera pregunté su nombre.
—¿Pero incluso lo trajiste al salón?
Me sentía orgullosa de la sinceridad y el trabajo confiable de Laura.
Además, su lealtad hacia mí era tan alta que incluso dijo que me seguiría a dondequiera que me mudara.
Era difícil creer que Laura hubiera dejado entrar a cualquiera al salón del anexo.
—Bueno es que … Al principio, también escuché que una persona anónima vino a visitar a Ethel frente al palacio imperial, así que salí con la intención de ver su rostro…
—¿Entonces?
—Al ver su apariencia, no tuve más remedio que creerle, o mejor dicho, lo que dijo. Se ven muy similares.
—¿A quién se parece?
—¡A la señorita Ethel! ¡Según sus palabras, es quien dio a luz a Ethel!
—¿Qué?
Instantáneamente sentí como si un comentario completamente inesperado me hubiera golpeado en la cabeza.
—Mi madre biológica…
Me vino a la mente un recuerdo de hace mucho tiempo.
La mano suave que me abrazó con fuerza, la dulce voz y el rostro que mostró lágrimas al final.
Terence me preguntó con una expresión seria.
—Ethel, ¿te gustaría conocerla? Elige lo que más quieras.
—No lo sé.
Junté mis manos temblando.
Estaba tan confundida que me resultaba difícil organizar mis pensamientos.
Cuando era joven, me negué a ser adoptada, creyendo firmemente que mi madre biológica volvería a buscarme.
Pero la fe en ese momento se fue desvaneciendo gradualmente con el paso del tiempo.
De hecho, mi madre biológica nunca me buscó hasta el final, ni en mi primera ni en mi segunda vida.
Aunque en mi segunda vida y en la actual, fui a otro orfanato a través del plan de Liena y fui adoptada por la familia Wallace, en mi primera vida, dejé suficientes pistas en el orfanato para que mi madre biológica pudiera encontrarme.
Sin embargo, sin siquiera conocer a mi madre biológica, mi primera vida terminó cuando Liena retrocedió en el tiempo.
«Por supuesto, si esa vida hubiera continuado hasta el final, mi madre biológica podría haber venido a visitarme algún día…»
No estaba segura. ¿La persona en la sala es realmente mi verdadera madre y, de ser así, ha venido a verme con intenciones puras?
—Si vino aquí con un propósito, me sentiré muy decepcionada. Para ser honesta, tengo miedo de conocerla.
—Ethel.
—Es extraño, ¿verdad? Di un paso adelante con valentía incluso cuando mi vida estaba en peligro, pero no puedo creer que esto me haga estremecer.
Sin embargo, como alguien que no había logrado formar una familia con Wallace y Cassius, no tuve más remedio que tener miedo. Tengo miedo de que mi verdadera madre, que ahora ha aparecido, me haga daño.
—No es extraño.
Terence puso suavemente su mano sobre mi hombro.
—Yo también tendría miedo. Y si no quieres reunirte, no es necesario que lo hagas.
Bajó su postura e hizo contacto visual conmigo, que estaba sentada en la silla.
—Pero piensa en esto. Ethel me dijo que la vida es una serie de desafíos. Tal vez, sólo tal vez, este sea el momento de asumir un desafío.
—… ¿piensas realmente así?
—Es sólo mi opinión. Lo más importante es la decisión de Ethel.
Respiré hondo y me calmé.
Aunque todavía tenía miedo de conocer a mi madre biológica, el deseo de conocerla también persistía dentro de mí.
Me gustaría conocerla. Me gustaría conocerla y comprobarlo. ¿Por qué me dejaste en el orfanato y por qué no has venido a recogerme hasta ahora?
Sólo quería ver su cara después de mucho tiempo. Tenía curiosidad por saber cómo se veía.
—Está bien. La veré.
Después de tomar mi decisión, me levanté.
Mientras me dirigía a la sala de estar con el corazón tembloroso, Terence estaba a mi lado y me tomó la mano.
Su calidez calmó mis miedos. No sé qué pasará después, pero sentí que podía superar cualquier desafío mientras tuviera a Terence.
Abrí vigorosamente la puerta de la sala y dije.
—Hola, mi nombre es Ethel. ¿Por qué no me cuentas tu historia?
La historia de Ethel, que se divorció de su exmarido y salvó al mundo como apóstol de la diosa, ya terminó, pero la historia de Ethel, que conoció a su madre biológica antes de casarse, ahora ha comenzado.
Mi vida continúa.
<Fin de la historia principal>
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