Se sintió distante.
Si dijera que podría morir si se lo dijera, era obvio que no era sincera, si lo piensas con sentido común.
Pero por alguna razón, pude leer la sinceridad en los ojos de Liena.
Como si fuera alguien que regresaría al lugar de ejecución y esperaría el día de la ejecución si yo lo dijera.
«No, si digo eso, podrían darse la vuelta y atacarme.»
No podía leer los pensamientos de Liena en este momento.
Aunque su forma de pensar no era normal en el pasado, aún podía predecir aproximadamente cómo actuaría.
Pero ahora, no tenía idea de qué cambio de opinión había ocurrido o cuál era el propósito.
«Honestamente, da miedo….»
Era más fácil tratar con la vieja Liena, que mostraba claramente sus verdaderos sentimientos y ardía en hostilidad.
Además, Sombra también era problemático.
¿El monstruo bajo la influencia del dios maligno observará obedientemente cómo ejecutan a Liena?
Incluso si tuviera que mirar, no podía imaginar qué haría Sombra cuando Liena muriera y ya no hubiera nadie que lo controlara.
Más que nada.
—Discula.
Hablé con cuidado para no provocar a Liena.
—No estoy pidiendo que te ejecuten, pero ¿qué pasa si mueres? Lo mismo con Sombra…
—Sé lo que te estás preguntando. Sombra es Sombra, pero ¿no es lo que más te da curiosidad acerca de qué sucede con la ola de monstruos?
Así es.
—Quizás el Dios maligno vuelva a seleccionar un nuevo apóstol. ¿No escuchaste mucho de la Diosa Miella?
—…….
—Los dioses pueden elegir apóstoles hasta que se decida claramente qué lado ganó.
Lo sabía. Pregunté esto cuando la Diosa nos llamó a Liena y a mí.
¿Qué pasaría con el mundo si termino mi vida sin completar la tarea que me han encomendado?
—Es muy amable de tu parte preocuparte por lo que sucederá después de tu muerte. No te preocupes demasiado, porque puedo elegir otro ser siempre y cuando no sea derrotado por el apóstol del mal, es decir, que él me mate.
En otras palabras, si fuera derrotado por el Dios maligno, el mundo se acabaría.
Una vez más, los hombros que cargaban con el destino del mundo estaban pesados.
«Desde el momento en que decidí expulsar a Liena, estuve preparada para hacer su trabajo.»
Hasta hace apenas unos meses mi único objetivo era divorciarme de Leandro, pero no estoy segura de cómo llegué a tener un objetivo tan grande.
De todos modos, no tengo más remedio que hacer lo que tengo que hacer.
Como miembro de este mundo, tampoco podría estar libre de las olas monstruosas.
Pensé en qué opciones serían beneficiosas para detener la ola de monstruos.
Sentí que quería deshacerme rápidamente de esta persona problemática justo frente a mis ojos, pero no importa cómo lo mirara, decirle a Liena que simplemente regresara y fuera ejecutada no era una buena opción.
Afortunadamente, incluso si Liena regresó sin problemas y Sombra no causó ningún problema, el Dios maligno finalmente elegiría un nuevo apóstol y todo volvería a empezar.
«No, la situación podría empeorar…»
En ese caso, no sabría quién es el enemigo que tengo que derrotar.
Existe la posibilidad de que el papel recaiga en el personaje que apareció originalmente como apóstol del dios maligno en la novela, pero era imposible garantizarlo porque la trama ya había salido mal.
Por el contrario, ahora al menos sé claramente quién es el enemigo.
Mientras Liena miraba, abrí la boca.
—No quiero que te ejecuten.
Liena parecía complacida con lo que dije.
—Gracias por decir eso, Ethel.
—Pero como la Emperatriz murió y el Emperador resultó herido por tu culpa, no puedo dejarte en paz.
—Entiendo. En realidad, estaba pensando en irme lejos.
—¿Irte?
—Sí. Aunque no puede hacerlo ahora, Sombra aún podría volver a lastimar a alguien. Quiero ir a un lugar sin gente tanto como sea posible.
—… No es una mala idea.
No debería haber más víctimas que ésta.
—Allí. Sin embargo…
De repente, Liena me miró y dudó en hablar.
—¿Qué es?
—Sé que es una petición realmente descarada, pero realmente lo siento por ti.
—Dilo.
—¿Te gustaría venir conmigo?
—¿Qué?
—Para ser honesta, no tengo la confianza para sobrevivir sola. Incluso ahora sigo escuchando la voz del Dios maligno que incita a mi odio hacia el mundo.
Liena suplicó y tomó mi mano.
—Por eso quiero que Ethel se quede a mi lado. Entonces haré todo lo posible para aguantar. Puedo controlar monstruos, así que no habrá muchos inconvenientes en tu vida.
—… No lo entiendo. No sé por qué de repente estás tan obsesionada conmigo.
—Es sencillo. Cuando estaba a punto de morir, me di cuenta. Incluso sin la bendición de la diosa, fuiste la única persona que me dio verdadero afecto.
La persona que Liena recordaba era la verdadera Ethel, que ya no está.
—Es una historia pasada. No me gustas ahora. Lo sabes bien, ¿verdad?
—No importa. Aun así, eso no quita el hecho de que Ethel fue buena conmigo en el pasado.
Suponiendo que lo que acabo de escuchar fuera cierto y que Liena no tuviera otra agenda, sentí que de alguna manera podía entender la psicología de Liena.
¿No es la felicidad de su infancia, lo único en lo que Liena puede confiar ahora?
Lo supe porque vislumbré sus recuerdos a través de la resonancia de su alma.
En la vida de Liena, que estuvo llena de desgracias después de ser abandonada por sus padres biológicos y posteriormente por sus padres adoptivos, los únicos recuerdos felices eran los de jugar con Ethel.
Ahora que toda la felicidad que había acumulado a través de las bendiciones en esta vida e incluso la creencia de que era amada por la diosa había desaparecido, no era nada extraño que Liena estuviera atrapada en el pasado.
«Pero no puedo aceptarlo.»
Ya ha ido demasiado lejos. Incluso si yo fuera la verdadera Ethel, no habría podido perdonar a mi vieja amiga que ahora cruzó la línea.
Después de pensar un rato, se me ocurrió una respuesta a la sugerencia de Liena.
—Está bien, iré contigo.
Liena tuvo una expresión en blanco por un momento.
—¿En verdad?
—No puedo evitarlo. Si esa es la manera de detener la ola de monstruos.
—¡Gracias ! ¡Muchas gracias! ¡Nunca tendré malos pensamientos! ¡Resistiré hasta el final!
Liena, con el rostro sonrojado, gritó.
—No voy a ir contigo porque me gustas, así que no hay necesidad de estar demasiado agradecida.
Porque acabo de decidir. Me iré contigo así y te llevaré personalmente a un lugar donde nadie más resultará lastimado… Y luego terminaré todo.
Dado que cada una estaba destinada a competir entre sí como apóstoles, esa era la forma más segura de detener la ola monstruosa.
Aún así, gracias, dijo Liena mientras me abrazaba.
«A menos que sea un idiota, probablemente tenga alguna idea de mis intenciones.»
¿Pero la razón por la que está tan feliz, es porque se está esforzando por ignorar la peor posibilidad?
¿O es porque también tiene otras intenciones y ha cavado una trampa para atraparme?
De cualquier manera, no podía dejar que Liena se fuera sola a un lugar lejano.
Sería problemático si Liena se escondiera y creara una ola monstruosa.
«No hay nada que no puedas encontrar si te tomas el tiempo. Pero la gente seguirá muriendo mientras buscamos.»
Unas 10.000 personas. Esta fue la cantidad de personas sacrificadas por la ola de monstruos en <Regresa y camina por un sendero de flores>.
En la novela, se expresa que terminó con el menor sacrificio entre todas las oleadas de monstruos porque Liena rápidamente derrotó al apóstol del dios maligno y selló al dios maligno.
Pero hay hasta 10.000 personas. 10.000 personas. Hay hasta 10.000 personas como yo que respiran, comen y viven con sus seres queridos todos los días.
Me resultó imposible, dado que ya no era una lectora, ignorar la cifra de 10.000 y decir: «Bueno, normalmente mueren millones de personas, pero este es un número pequeño».
«De todos modos, dado que Liena se ha convertido en apóstol del dios maligno, no tengo más remedio que manejarlo con mis propias manos.»
En ese caso, a diferencia de la novela, tratara con ello antes de que ocurra la ola monstruosa.
Ese era mi objetivo. Y para lograrlo, inevitablemente tenía que correr algún riesgo.
Bueno, haré lo mejor que pueda para prepararme.
—Espera un momento, hay dos condiciones para que te siga.
Liena, que estaba tan feliz, abrió los ojos ante mis palabras.
—¿Cuáles son las condiciones?
—Primero, voy con la bestia divina.
—Está bien. No hay problema.
—Segundo.
Miré en dirección a Sombra.
—Tengo miedo de Sombra, quien rompió las estrictas medidas de seguridad y asesinó a la Emperatriz. Así que usa esto en Sombra hasta que esté segura de que es seguro.
Después de decir eso, me acerqué al escritorio y abrí el cajón.
Después de un rato, lo que tenía en mi mano era la pequeña cuerda que usé para atar a Herciso en el templo principal.
—¿Qué es?
—Un artefacto vinculante.
—Ese tipo de artefacto no funciona en Sombra. Será absorbido.
—Pero por si acaso, inténtalo. Podría ser peligroso si lo hago yo, así que hazlo tú misma.
Parecía que Liena no sabía lo que estaba pasando, pero siguió obedientemente mis instrucciones.
Le entregué una pequeña cuerda y le mostré cómo usarla, y Liena se la lanzó a Sombra.
La cuerda se hizo más grande y se envolvió alrededor de Sombra, luego desapareció en el cuerpo negro.
—¿Ves?
Chasqueé mi lengua sin responder a las palabras de Liena.
Pero este fue mi fracaso previsto.
Con esto se logró una de las condiciones para neutralizar a Sombra.
Liena me instó a que me fuera antes de que otros notaran que algo andaba mal en el anexo, así que rápidamente hice las maletas.
Además, no quería que nadie accediera al reino de Sombra.
Empaqué una bolsa grande no solo con ropa y artículos de primera necesidad, sino también con cosas que secretamente podrían usarse como armas, y lo último que hice fue tomar un bolígrafo.
«Terence…»
Le dejé una breve carta, sosteniendo mi mano inmóvil.
Dado que el emperador resultó gravemente herido, debería estar a cargo de cuidar del imperio en su nombre.
No, aunque no fuera eso, no quería ponerlo en peligro.
En su caso, su situación era diferente a la de la bestia divina, a quien la diosa le había encomendado una misión.
—Vámonos ahora, Ethel.
Llegó la hora. Fue entonces cuando Liena me tendió la mano y yo estaba a punto de tomarla.
—¡Ethel!
Una voz desesperada llegó desde fuera de la ventana.
Cuando recobré el sentido, ya había saltado al balcón.
Pude ver a Terence en la distancia.
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