Cuando finalmente llegué al lugar donde se llevaba a cabo la fiesta del té, dejando a Nigel lejos, sentí una mirada extraña en los ojos de las personas cuando me miraban.
¿Qué…?
Si fueran ojos de disgusto hacia mí o a Isabella, no habría prestado mucha atención pero…
Varias señoritas me miraban con ojos extraños.
No sentí ninguna hostilidad, pero la mirada en sus ojos me hizo sentir mal por alguna razón.
—Princesa, ha pasado un tiempo.
Alguien se me acercó y me saludó. La miré de arriba abajo.
Era una mujer sin rasgos especiales más que su cabello negro inusualmente espeso.
No podía recordar su nombre, no sólo en mis recuerdos, sino incluso en los recuerdos de Isabella.
—Me gustaría decir que ha pasado un tiempo, pero… Bueno, en realidad, no recuerdo tu rostro. Entonces, supongamos que hoy es nuestra primera reunión.
—… Veo.
Nigel me dijo que ser demasiado grosero también puede llevar a que te traten como una mierda.
Entonces respondí lo más educadamente posible.
La mujer abrió y cerró la boca repetidamente como si quisiera decir más.
Pero al final volvió como si no tuviera el valor de hablar.
Miré alrededor.
Todos las reunidas aquí me miraban, fingiendo no hacerlo.
Sin embargo, no hubo nadie más que la mujer anterior que se acercó y habló primero.
Originalmente se decía que las fiestas de té eran un lugar para tener conversaciones elegantes con otros nobles junto con refrigerios…
No hay necesidad de hablar porque nadie hablará. Entonces lo único que queda son los refrigerios.
Caminé hacia la mesa con más postres. Me senté en el asiento que me pareció más cómodo, tomé el postre y comencé a comerlo.
Una a una, la gente empezó a reunirse a mi lado.
Miré a mi alrededor con macarrones en ambas mejillas.
¿Me estás viendo comer ahora?
No sé la intención, pero realmente no me molestó.
Hay algo más importante frente a mí ahora.
—¿Supongo que la princesa tiene mucha hambre? Ni siquiera puedo comer postres dulces como este porque tengo que mantenerme en forma.
Mientras saboreaba mi postre, alguien me dijo.
Miré a la mujer que dijo eso. A primera vista, tenía un cuerpo delgado.
¿Pero renuncias a la comida que tienes delante sólo para mantenerte en forma?
—No sabes lo valiosa que es la comida. En mi época, ja, eso es todo.
No puedes encontrar postres como este en el mundo de los demonios.
Consideré brevemente llevar a un chef conmigo cuando regresé al Mundo Demonio.
Además, la comida escaseaba en el mundo de los demonios. Como monarca, no necesariamente pasaba hambre, pero entre los demonios de bajo nivel, era común que no pudieran comer ni una sola comida al día.
De todos modos, ¿por qué el dios demonio eligió el mundo de los demonios como su hogar? Dejando atrás esta rica Tierra Media.
Chasqueé la lengua y comencé a concentrarme en el postre nuevamente.
—De todos modos, mientras no la he visto, el tono de la princesa se volvió algo… ¿inusual?
Sonreí gentilmente intencionalmente cuando escuché la voz de otra persona criticando mi forma de hablar.
—Mmm. Bien. Parece que debido a que hablo con el Dios celestial todos los días, su forma de hablar se ha transferido a mí. Me aseguraré de transmitir lo que la dama dijo al Dios celestial.
—¡……!
¿Cómo te atreves a criticar mi forma de hablar?
Me tragué un sentimiento de orgullo por dentro mientras miraba el rostro de la mujer cada vez más pálido.
Pensé que la gente dejaría de hablarme después de eso, pero estaba equivocada.
—Es tan grosera, princesa.
Miré hacia el dueño de la voz.
Un momento. Tiene el pelo rojo, ¿verdad?
Tan pronto como vi el color del cabello de la mujer, me enojé.
Porque me recordó a mi color de cabello original.
Por supuesto, mi cabello no era de un color tan apagado, era un color más intenso, pero solo ver un color similar me hacía sentir mal.
Cuando simplemente fruncí el ceño y no respondí de ninguna manera en particular, la pelirroja continuó hablando emocionada.
—¿No es de buena educación al menos saludar a las otras damas tan pronto como llegue?
—…….
—Lady Florence la saludó primero y no puedo creer que haya reaccionado así. Hace que la gente se sienta avergonzada.
—…….
—Además, ¿qué tipo de postre come con tanta frecuencia?
—Necesito concentrarme en comer, así que mantén la boca cerrada.
No pude disfrutar plenamente de mi comida debido al ruido metálico de antes.
Cuando la pelirroja escuchó lo que dije, su rostro comenzó a ponerse rojo como si se sonrojara.
—Eso también es bastante grosero. No creo que una Santa deba ser tan grosera.
—Mmm. ¿Mi estatus de Santa desaparecerá porque soy grosera?
—¡Por supuesto que-!
—¿Por supuesto?
Cuando pregunté, la pelirroja no pudo responder adecuadamente.
—Acabo de preguntarle al Dios celestial. Dice que no me culpará incluso si te derramo vino aquí mismo.
Por supuesto que era mentira, pero no había forma de que la gente de aquí lo supiera.
Insultó a esa persona arrogante y blasfemó al mismo tiempo.
La pelirroja se estremeció ante la palabra vino.
Ver esa escena le trajo recuerdos, más precisamente, los recuerdos de Isabella.
Una vez hubo un incidente en el que Isabella le lanzó vino a alguien…
—¿Alguna vez te he derramado vino encima?
—¿Estás seguro de que no lo recuerdas?
Cuando pregunté, la pelirroja me miró y dijo.
Ese pelo rojo definitivamente me recordaba al vino. Fue un corte de pelo que me hizo querer derramar más vino.
Isabella, ¿piensas lo mismo que yo?
Parece que me guarda rencor por ese incidente… Era una persona con un corazón muy mezquino.
Si no recuerdo mal, la razón por la que se derramó el vino fue porque se estaba burlando de Isabella por haber sido abandonada por su familia.
Dije, sonriéndole gentilmente a la pelirroja.
—Por supuesto que no lo recuerdo. Sin embargo, mirando el color de tu cabello, creo que sé por qué te lancé vino.
—¿Qué significa…?
—Tu cabeza es como cenizas. Supongo que serví vino para apagarlo porque tenía miedo de que el fuego se extendiera.
—¡Qué grosería es esa!
—Parece que el Dios celestial está de acuerdo. Él está sonriendo desde arriba.
Lo diré de nuevo, todo es mentira.
¿Pero qué puedes hacer si yo, un Santa, lo digo?
El rostro de la pelirroja se puso rojo una vez más.
Parecía que quería rebelarse contra mí, pero se contenía porque estaba hablando del Dios celestial.
Si criticas las palabras de un Dios celestial, serás arrestado por blasfemia.
La pelirroja respiró lenta y profundamente, apenas capaz de calmarse.
Ella me preguntó de nuevo.
—De todos modos, la princesa debe estar ocupada estos días. Hay tanta gente buscándola, princesa.
¿Qué estás diciendo de repente? Dejé a la pelirroja sola, esperando ver si podía descubrirlo.
—Su Alteza Real y el Príncipe Kaiden. Además, ¿qué sucede con ese sirviente de antes?
¿Qué quiere decir esto? No entendí el contexto de la pregunta por un momento.
Luego, cuando me di cuenta de lo que esos tres tenían en común, me di cuenta de lo que la pelirroja quería decirme.
Esos tres eran todos hombres.
—¿De verdad estás preguntando sobre mi relación con un hombre?
—Bueno, se podría decir eso.
—Es un malentendido.
No estaba tan interesada en aclarar los malentendidos de otras personas, pero si me involucraba con Nigel de esa manera, sería una historia diferente.
Fue un insulto tanto para mí como para Nigel.
—Oye, pelirroja. Un sirviente es sólo un sirviente.
—… ¿Estás segura de que ni siquiera sabes mi nombre?
—Mmm… Sí. Ah, pero si me lo dices ahora, no lo recordaré, así que no pierdas el tiempo. Olvido muy rápidamente las cosas que no son importantes.
—¡Ja!
Parecía que hablaba amablemente, pero el veneno comenzó a aparecer en los ojos de la pelirroja.
—La princesa parecía muy amigable con ese sirviente de antes… No importa cómo lo mirara, no parecía simplemente un sirviente.
Con calma tomé un sándwich de la mesa y le di un mordisco.
La combinación de verduras frescas y jamón fue excelente.
Después de saborear la comida en mi boca, abrí la boca.
—Pelirroja, parece que sientes curiosidad por mi relación con los hombres, así que te lo haré saber.
—……..
—Ayer mismo escuché palabras de amor de otro hombre.
—¿De quién?
—De Abby.
—¿Qué? ¿Entonces Abby es el apodo de…?
—No. Es literalmente Abby. El duque.
—¿Qué?
—Significa que soy una hija amada. La hija preciada del duque de Dunkeld.
—……..
—Le contaré al duque todo lo que dijiste hoy.
No es mi tipo de cosas decirle a los demás, pero… sentí que el duque también debería saberlo.
Todas las penurias que Isabella sufrió en la sociedad porque la trataba mal.
—Ah, puedes decirme tu nombre ahora. Intentaré recordarlo una vez.
Dije, sonriendo ampliamente a la pelirroja.
* * *
(N/T: Creo que nunca lo expliqué, pero Abby/애비 es una jerga que significa papá. Es una expresión muy informal y no muy respetuosa. Es bastante grosero, así que no suele utilizarse.)
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