—¿Por qué no puedo leerlo en voz alta?
Por pura curiosidad, le pregunté a Jesse.
—Eso es. Ah. Esto es difícil de explicar con palabras, pero, ¿debería decir que es de alguna manera vergonzoso?
—¿Te avergüenzas del contenido de este libro?
—Ahora que lo pienso, creo que sí…
Jesse murmuró en voz baja.
¿Es así? Hojeé el libro unas cuantas veces más, pero no encontré nada que me hiciera sentir avergonzada.
Después de todo, los humanos son extraños. Se avergüenzan del libro que escribieron para leer.
De todos modos.
—¿Pero qué tiene que ver este libro con los adoradores del diablo?
Le pregunté a Jesse sobre lo qué había sentido curiosidad desde antes.
—Porque ese libro retrata al diablo de una buena manera.
—¿Algo como esto?
¿Crees que hacer un corte en el cuello de un amante y chuparle la sangre como un mosquito es una buena manera de describirlo?
—Oh bueno. Aún así, él es el protagonista masculino. ¿Debería decir que es algo fascinante…?
Dijo Jesse, girando su cuerpo.
Estaba sin palabras.
¿Qué tipo de pensamiento tienen los humanos?
Sentí que aprendería cosas que no quería saber si escuchaba más aquí, así que decidí dejarlo pasar.
—Bueno. Digamos que tienes razón. Pero todavía no entiendo por qué este libro tiene algo que ver con los adoradores del diablo.
—Cualquier libro que describa al diablo, incluso de manera positiva, está prohibido en el templo. Ese libro es obviamente un libro prohibido. Pero estos días circulan rumores sobre ese libro…
Jesse bajó la voz y me susurró.
—¡Ese libro en realidad lo distribuyen adoradores del diablo!
¿Por qué? ¿Por qué demonios harían eso?
Parpadeé sin comprender.
—Dicen que de esta manera intentan mejorar la percepción de los demonios. Hay varios libros similares, um. Vale la pena verlos más de lo que piensa.
—¿Eso funciona?
Jesse asintió a mi pregunta.
—En estos días, ha habido un aumento en el número de sirvientas que quieren salir con un demonio. Bueno, ¿se siente como un último escape antes del matrimonio?
En el pasado, los adoradores del diablo solían sacrificar seres humanos para capturar el corazón del diablo, pero, ¿han cambiado tanto en tan sólo unos cientos de años?
Fué confuso. Además, el objetivo es mejorar la conciencia sobre el diablo. No sé a qué apuntan.
El diablo se enorgullece de su notoriedad. ¿No sería posible ganarse el favor del diablo mejorando así la concienciación?
Negué con la cabeza. Aquellos fanáticos, pasados y presentes, eran difíciles de entender.
—Eso… mi lady, ¿le gustaría que le trajera algunos libros más?
—Traelos.
Necesito leerlo con fines de investigación.
Ese día me salté la cena y leí un libro antes de acostarme.
***
Al día siguiente. Un invitado inesperado llegó a mi habitación.
Miré al Sumo sacerdote con cara rígida. No sé si realmente no se dio cuenta, o si simplemente fingía no darse cuenta, pero siempre me sonreía.
—¿Entonces está diciendo que ahora es mi escolta?
Señalé con la punta de mi barbilla al hombre que brillaba salvajemente ante mis ojos.
Era Kaiden, el medio hermano que el príncipe heredero mencionó ayer.
—No quiero.
Rechacé rotundamente la escolta. El sumo sacerdote empezó a persuadirme, todavía sonriendo.
—No hay nada más que podamos hacer por la seguridad de la Santa. ¿Sabía que hoy en día se encuentran constantemente estatuas de ángeles rotos en el templo? Concluimos que era una advertencia de los adoradores del diablo hacia la Santa.
¿Por qué sacas tus propias conclusiones? Además, ¡la conclusión es tan errónea!
Me tragué mi ira por dentro. Ahora, no puedo decir que realmente fui yo quién lo destruyó.
Además, los adoradores del diablo se arrodillarán a mis pies tan pronto como les muestre mis poderes mágicos.
Aunque esta suposición se vio algo sacudida por los recientes nuevos descubrimientos sobre los adoradores del diablo, no importa.
El Sumo Sacerdote me presentó a Kaiden.
—Este es el Príncipe Kaiden, el líder de nuestros Paladines. El príncipe vivió desde joven en un templo cerca de la frontera, pero recientemente regresó a la capital. ¿Es esta la primera vez que ustedes dos se ven?
No era la primera vez, pero me preguntaba si debería fingir que lo conocía. No es un muy buen recuerdo.
Y cuando vi a Kaiden mirándome con una cara inexpresiva, parecía que no me recordaba.
—Sí.
Respondí sucintamente.
—Así es.
Kaiden abrió la boca por primera vez desde que entró a mi habitación. Una voz pura que coincide con su apariencia. Parecía que sería perfecto para cantar un himno.
De todos modos, no me gusta nada del uno al diez.
—¿No ocupa el importante puesto de Comandante de los paladines? No puedo confiar mi escolta a alguien así. Si quiere asignar un guardia, elegiré uno de los caballeros de rango.
Todo lo que tiene que hacer es elegir un caballero de escolta razonablemente decente. Hice los cálculos mentalmente y presenté mi compromiso al sumo sacerdote.
Pero el sumo sacerdote se limitó a sonreír amablemente y sacudir la cabeza.
—Es la persona más preciosa de nuestro templo. ¿Cómo se puede confiar la escolta de la Santa a un simple caballero? ¡Debería ser el Comandante de los paladines! ¡Jajaja!
El sumo sacerdote parecía estar hoy de muy buen humor.
—Ahora que lo pienso, ¡ustedes dos juntos forman una gran pareja! ¡Jajaja!
El Sumo sacerdote volvió a reír a carcajadas. ¿No ves que mi expresión se pudre cada minuto? ¿O quieres fingir que no lo sabes?
Pensé que el sumo sacerdote que podía sonreír así incluso en una habitación triste tenía una cara muy gruesa.
Las intenciones del sumo sacerdote eran transparentes, si no claras.
Isabella es hija de un duque, aunque su reputación es pésima. Además, gracias al fraude que cometí recientemente convirtiéndome en Santa, se espera que mi reputación se recupere pronto.
¿Dijo que la persona que el templo está presionando para ser el próximo emperador es Kaiden?
Si Kaiden se casa con Isabella, definitivamente le ayudará a ascender al trono.
El sumo sacerdote nos reunió a Kaiden y a mí y parecía esperar que algún tipo de sentimiento floreciera entre nosotros, pero fue en vano.
Porque ni yo ni ese hombre parecemos tener intención de hacerlo.
Miré el rostro del hombre frente a mí.
Ahora que lo pienso… No podía encontrar ninguna emoción en el rostro de Kaiden.
Parecía una muñeca, no un ser humano vivo.
Fruncí ligeramente el ceño. Esas personas a las que Dantalion les lavó el cerebro eran exactamente así.
«¿Oh?»
Ese pensamiento cruzó por mi mente por un momento, pero negué con la cabeza para mis adentros.
El lavado de cerebro del diablo no funciona en un ser humano con tal poder divino.
«Supongo que es una persona un poco inusual.»
Eso pensé y se lo transmití.
***
Salí del templo resoplando.
El Sumo sacerdote era un anciano astuto. No importa cuánto no quisiera tener a Kaiden como mi escolta, él ignoró mis palabras.
Al final, no pude soportarlo más y salí primero de la habitación.
Y.
Escuché las señales de presencia que venían desde atrás.
Caminé un paso adelante. Al mismo tiempo, alguien dio un paso por detrás.
Empecé a correr hacia adelante. Los pasos que me seguían también se hicieron más rápidos.
Cuando miré hacia atrás, vi a Kaiden siguiéndome a la misma velocidad.
Esta ha sido la situación desde que conocí al Sumo Sacerdote.
Sólo un caballero escolta ya sería bastante molesto, pero bueno, él era ese caballero.
Ese cabello plateado y ojos azules. Los colores parecían como si alguien los hubiera seleccionado minuciosamente para revolverme el estómago.
Además, Kaiden no sólo se parecía a Zachary, sino que también era su descendiente.
Lo miré.
—¿Hasta cuándo me seguirás?
—El sumo sacerdote me encomendó la custodia de la Santa.
—Ja. No necesito tu escolta.
—Esta es la orden del Sumo Sacerdote. Debo seguir sus órdenes.
Era una voz seca. Parecía no tener dudas sobre las órdenes del Sumo Sacerdote.
Creo que será difícil deshacerme de ese tipo por mi cuenta. De repente, me vino a la mente alguien que podía solucionar este problema.
—Suficiente. Tengo que ir a ver a mi otra mitad*, así que no me sigas.
—¿Quién es su otra mitad?
—Es el príncipe heredero. ¿Supongo que no cree que sea necesaria una escolta en el palacio imperial?
—No puedes sentirte a salvo sólo porque es el palacio imperial. Pero…
Por primera vez, apareció una grieta en el rostro de Kaiden. Dudó por un momento y luego abrió la boca.
—¿Es «la otra mitad» una forma abreviada de «la mitad de su alma»? Entonces, ¿es este un apodo que la santa le dio a mi hermano?
Es sólo un apodo mediocre… Contrariamente a las apariencias, era una persona con buena imaginación.
—¿Y si es un apodo?
Pregunté por curiosidad.
—¿Están la Santa y él en una relación romántica? Si es así, debo informar al Sumo Sacerdote.
—¿Qué…?
—El sumo sacerdote me dijo que informara absolutamente cualquier cosa que pasara entre él y la santa.
Cuando Kaiden dijo esas palabras, su expresión volvió a su estado de calma anterior.
Parpadeé por un momento. Lo que acaba de decir….
—¿No tienes ningún orgullo?
¿No e ra un príncipe? Nació con el linaje más noble entre los humanos, pero escucha muy bien al sumo sacerdote. Como si se tratara de una extremidad del Sumo sacerdote.
No importa cuán poderoso sea el templo en el imperio, ¿es eso normal?
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