Ante mi amenaza, los ángeles se miraron y se callaron.
Hablé con una comisura de mi boca ligeramente levantada.
—De todos modos, ustedes son muy reprensibles. De ahora en adelante, no uses ningún honorífico hacia Belial.
¿Cómo podría terminar así sin castigar a esos ángeles arrogantes? Fue un trato muy generoso.
—La señorita Bella no parece particularmente generosa… Mmm. Bueno, no es difícil y haré lo que la señorita Bella me diga.
El Jen masculino, dijo eso y continuó hablando.
—¿Entonces hace unos mil años? Belial tenía una amante humana.
—Era una relación muy estrecha. Belial, el Señor de la Lujuria, incluso celebró una boda para su amante.
Los dos Jen se turnaron para hablar.
Levanté una ceja ante la palabra boda.
Las bodas eran una cultura humana que no existía en el Mundo Demonio, sino que solo existía en la Tierra Media.
Un Señor del Mundo Demonio llegaría a ese punto por un simple humano.
Fruncí el ceño. Si fuera yo… Nunca habría hecho eso a menos que estuviera loca.
Amon me habló una vez de la «amante humana» de Belial.
No pensé que fuera cierto en ese momento, pero supongo que fue real ya que ambos lo sabían.
—Pero su historia de amor es famosa por su final.
—¿Su final?
Le pregunté a Jen. Entonces la Jen femenina, explicó.
—Es tan famoso en los cielos el incidente en que Belial mató a su amante con sus propias manos, que no hay quien no lo sepa.
—¿Mmm? Esta es la primera vez que escucho esto.
Incliné la cabeza.
¿No fue Belial tan estúpido como para quejarse un par de veces y seguir adelante incluso cuando le mordí la mano?
Belial era bastante misericordioso para ser un demonio.
No parecía el tipo de persona que mataría a su amante con sus propias manos. Antes de eso, pensaba que Belial no era alguien que podría tener una relación seria.
La Jen femenina, añadió una explicación.
—Escuché que es algo que se prohibió mencionar en el mundo Demonio. Dicen que fue una orden dada por el propio Rey Demonio.
Mmm.
No importa cuánto lo piense, Belial no es el tipo de persona que hace eso, pero esos dos no tenían motivos para mentirme así.
Cuando lo pensé, todo lo que sé es cómo es Belial ahora.
El Belial del pasado puede haber sido… Puede que haya sido un demonio de otra naturaleza.
Mientras permanecía en silencio y no decía nada, la Jen femenina, comenzó a decir lo que pensaba.
—De todos modos… el final fue una tragedia, pero Belial amaba tanto a su amante que incluso se casaron.
La Jen femenina, incluso parecía algo orgullosa después de decir eso.
Cuestioné el comportamiento de la Jen femenina.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Entonces lo que dijo la señorita Bella estuvo mal. Incluso los monarcas saben cosas como el amor.
—No sabía que era un tema tan importante para ti.
Miré a los ángeles y dije.
—Señorita Bella, pruebe algo como el amor. ¿Quién sabe? Me pregunto si la personalidad de la señorita Bella se volverá más generosa.
Miré al Jen masculino que dijo eso.
¿Cómo te atreves a decir algo así?
Quizás porque eran los subordinados de Gabriel, no parecían tenerme suficiente miedo.
¿O no soy una amenaza?
Pensé en eso en mi cabeza por un momento. Y me deshice de esto último.
Aunque soy un señor del Contrato de nombre, no hay forma de que no sea una amenaza. Supongo que esos dos ángeles tienen un gran coraje.
Miré a los dos y dije.
—Corregiré mis palabras. Un monarca no debería hacer cosas como el amor. A menos que lo que quieras sea una catástrofe.
¡Tak-!
Cerré el libro que tenía en la mano y les hice una pregunta a los dos.
—Jen y Jen. ¿Cuánto tiempo viven ustedes?
—Oh… Los ángeles nacidos con poder divino como el nuestro suelen vivir unos 2.000 años, así que supongo que eso es todo.
—La esperanza de vida de quienes tienen el poder es infinita.
A menos que la muerte sea acelerada por algún otro factor, no existe la muerte por agotamiento de la esperanza de vida.
Aunque el cuerpo puede resistir el paso del tiempo, la mente muchas veces no puede.
A medida que el alma se desgasta, aumenta el riesgo de ser consumido por energía demoníaca.
Por eso los monarcas evitaron en la medida de lo posible cualquier acción que desgastara sus mentes más rápidamente.
Por ejemplo, formar relaciones profundas con otras personas.
—Necesitamos estar muy decididos a hacer amigos. ¿Y si ese amigo muere de repente…?
¡Puff!
Hice efectos de sonido exagerados con mi boca.
Era obvio que si un monarca del Mundo Demonio, que estaba mentalmente débil por el dolor, fuera completamente consumido por la energía demoníaca, sucederían cosas bastante problemáticas.
Perderás la razón y te convertirás en un ser que sólo quiere muerte, destrucción y masacre.
¿Pensar en el amor en un momento en que haces amigos cuidadosamente?
—¿Quieren ver el mundo arder?
Los rostros de los ángeles comenzaron a palidecer después de escuchar mi explicación.
Los dos hablaron apresuradamente.
—Cuando pienso en ello, creo que sentimientos como el amor son inútiles.
—Así es. La señorita Bella no necesita amor en su vida. Ni siquiera lo piense, señorita Bella. ¿Qué tal tomar el camino del mal en lugar del amor? ¡Si señorita demonio trabaja duro para desarrollar su fuerza incluso puede convertirse en el próximo Rey Demonio!
—El camino del mal…. Sí. ¿Señorita Bella? Sabe que emociones como el amor son un lujo cuando se camina por el camino del mal, ¿no?
El cambio de actitud de las dos personas fue tan divertido que me eché a reír sin darme cuenta.
—………
Al verme así, Jen y yo intercambiamos miradas.
El Jen masculino, me preguntó.
—¿Señorita demonio? ¿Le gustaría volver a sonreír?
—¿De qué tonterías estás hablando?
—Hay algo que necesito comprobar.
Les sonreí a los dos con la intención de ver hasta dónde podían llegar.
Entonces los dos inclinaron la cabeza y empezaron a hablar.
—Tsk. No es igual a lo que sentí antes. Jane, ¿nos equivocamos?
—Es porque la sonrisa de la señorita Bella en este momento no proviene del corazón. Pero esa sonrisa de antes… ¿No crees que se parecen?
—¿Se parecen? ¿A quién me parezco?
Pregunté a ambos.
La Jen femenina respondió a mi pregunta.
—Oh, me refiero a Gabriel. Cuando la señorita Bella sonrió antes, vi el rostro de Gabriel por un momento.
—Qué comentario tan terrible.
Me reí de ellos dos por decir esas tonterías.
Ahora que estoy atrapada en el cuerpo de Isabella, esos dos acaban de decir que Isabella se parece a Gabriel.
A primera vista, Gabriel tiene una cara mezquina y de mal humor.
Por otro lado, Isabella tiene un rostro muy amable.
¿En qué se parecen esos dos?
—No se trata de apariencia…La forma en que sonríen es similar.
—Así es. No se parece en nada a cómo se ve la señorita Bella ahora.
Los dos ángeles continuaron diciendo tonterías.
Supongo que subestimé demasiado a los ángeles.
Esos dos sabían cómo cabrear al diablo.
***
Cambié el tema de conversación.
De todos modos, no habrá nada que hacer durante un tiempo. Pensé que no sería mala idea obtener información sobre Gabriel de sus subordinados.
—Secuaces de Gabriel. ¿Cómo es tu maestro?
Para mí, Gabriel era un ser malvado y vil.
Un ser mezquino que tiene intenciones asesinas hacia mí simplemente porque yo soy el nuevo Señor del Contrato.
Pero puede que sea diferente a los ojos de sus subordinados.
El Jen masculino, habló primero.
—Gabriel… Él siempre es perfecto.
¿Mmm?
Por la voz de la Jen femenina, que parecía carecer de confianza, pude adivinar que sus sentimientos internos eran diferentes.
—¿Perfecto? ¿Hablas en serio?
—Gabriel es una persona perfecta.
El Jen masculino, repitió las mismas palabras de antes como un loro.
Levanté una comisura de mi boca y hablé.
—Ese perfecto bastardo te animó a secuestrar a una niña.
—La señorita Bella no es una niña común y corriente… Bueno, en realidad no tengo nada que decir sobre esa parte. Sin embargo, creo que Gabriel sólo quería hablar con la señorita Bella.
—¿Actuar como un idiota te hace sentir mejor?
¿Dónde estás diciendo tonterías? Es posible que Gabriel sólo quisiera hablar conmigo.
Me reí mucho de ambos.
Entonces la Jen femenina, vaciló un momento y luego dijo.
—Señorita Bella. ¿Puede mantener en secreto lo que digamos?
—¿Realmente esperas eso de un demonio? ¿No fueron tus alas las que resultaron heridas esa vez, sino tu cabeza?
—… un momento. Si sabe que soy yo la que tiene el ala dañada… La señorita Bella realmente sabe cómo diferenciarnos, ¿no?
—Prestas demasiada atención a cosas sin importancia.
—No es importante para la señorita Bella pero, ah. No veo a la señorita Bella como un demonio que anda hablando por ahí, así que simplemente lo diré.
La Jen femenina, continuó hablando.
—Gabriel estos días… Ya no es como solía ser.
—¿Como solía ser?
—Es muy diferente a cuando Uriel estaba viva.
—Bueno, eran como una pareja casada, así que no tiene nada de extraño.
El Jen masculino, añadió.
—¿Pareja casada?
Presté atención a la palabra pareja.
Así como el concepto de matrimonio existía sólo entre humanos, ocurría lo mismo con el de parejas.
—¿Estás diciendo que esos dos hicieron cosas que sólo hacen los humanos?
Dije con el ceño fruncido.
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