Los vasallos de abajo eran personas que Charlotte conocía bien.
Este “conocer” era el problema.
Era la duquesa Eduard para el afuera, pero en realidad no hizo nada.
Charlotte era una persona que pertenecía pero a su vez no pertenecía a Eduard.
Desde el principio, Alfonso sólo quería una cosa de la nueva duquesa de Eduardo.
Hacer coincidir la familia estando presente.
Además, dado que Charlotte fue condenada al ostracismo incluso por los vasallos directos de Alfonso, le resultó imposible estar informada de acontecimientos profundamente arraigados dentro de la familia.
Por supuesto, la historia habría sido diferente si Charlotte hubiera querido conocer o ejercer sus derechos en los asuntos familiares.
-¿Por qué debería involucrarme en los asuntos de Eduard? Soy alguien de Noha. Si necesita algo, mi marido debería inclinarse y entrar gateando.
Al comienzo de su matrimonio, no se involucró por este motivo.
-Alfonso me odia. Y esta familia no me da la bienvenida. ¿Pero a Alfonso quiere que me presente como duquesa? Sería más fácil para Alfonso vivir como está ahora, fingiendo que no le importa nada y cerrando los ojos.
Posteriormente, por esta razón, deliberadamente hice la vista gorda ante los asuntos familiares.
“Más que nada, en ese momento, tenía una creencia muy firme de que era una persona de Noha.”
De hecho, Dominic y Quincy le preguntaban a menudo a Charlotte sobre los movimientos de Alfonso y Eduard.
En resumen, Charlotte pertenecía a Eduard, pero no era diferente de un espía que tenía un enemigo bajo el mando de Noha.
No hay manera de que otras personas no sepan este hecho.
Todos en Eduard odiaban a Charlotte, y Charlotte era alguien a quien le costaba ser condenada al ostracismo.
Entonces, Charlotte demostró deliberadamente con todo su cuerpo que no estaba interesada en los asuntos internos de Eduard.
No participó en ningún evento relacionado con la familia, incluidas reuniones de vasallos.
Naturalmente, la reputación de Charlotte se vio afectada.
-Nuestra anfitriona realmente no tiene vergüenza. ¿Cómo puede una duquesa hacer algo así?
-¡Arno! Eso es demasiado duro.
-Jaja, ¿por qué? Escuché que Su Excelencia irá solo al territorio esta vez. Cualquiera que lo vea pensará que está soltero.
-Arno tiene razón esta vez. Sobre ese tema, escuché que no acepta obsequios de Su Excelencia, ¿no es así? Al principio del matrimonio pensé que era porque no estaba acostumbrada, pero, ¿no es hora de cumplir adecuadamente con Su obligaciones?
Charlotte permaneció en silencio mientras escuchaba a los vasallos directos de Alfonso intercambiar esas palabras.
Porque eso era lo único que podía hacer por Alfonso.
“Dicen que están muy descontentos porque no me presento, pero si lo hago, estarán ocupados vigilándome.”
En ese caso, ¿no sería útil quedarse quieto?
Gracias a esto, Charlotte desconocía los asuntos internos de Eduard.
Por supuesto, no hubo comunicación con los vasallos.
“Al menos hay algunas cosas que sé.”
Si no fuera por Charlotte, que recuerda obsesivamente información sobre las personas que conoció debido a su hábito en Noha, no habría sido posible en absoluto.
“Esa persona esRenard Behonik.”
Los ojos de Charlotte se volvieron hacia su cabello gris color trigo.
Aun así, recordaba bastante sobre Renard.
La primera razón fue que esta no era la primera vez que Renard intentaba adoptar una postura arrogante sobre Alfonso.
«Definitivamente escuché que era el primo de la duquesa anterior, ¿verdad? Dicen que Behonik es su ciudad natal.”
El propio Renard Behonik no parecía tener una relación cercana con la anterior duquesa, pero se dice que su hermana era muy cercana a la ex duquesa.
Por lo tanto, la duquesa anterior visitaba a menudo Behonik incluso después de su matrimonio, e incluso cuando murió a una edad temprana, murió en Behonik.
Entonces, Behonik es a la vez la ciudad natal y el pariente materno de la duquesa anterior.
“Creo que a Alfonso le costó luchar contra eso.”
En el proceso, Charlotte también se enredó un poco en ello.
Esa es la segunda razón.
De todos modos, es una persona que nunca ha dejado una muy buena impresión en su memoria.
“En este punto, vino aquí apresuradamente con un grupo de personas.”
Se mire como se mire, no parecen buenas intenciones.
Simplemente escuchar la conversación en el primer piso fue así.
—… con la noticia de que Su Excelencia se casa, no pude evitar venir a verlo. Si le falta preparar algo, ¿no debería ayudarlo como vasallo?
—Tiene razón. Su Excelencia se fue al campo de batalla tan pronto como heredó el título, entonces, ¿no necesitaría algunos consejos cuando maneja los asuntos internos dentro de la familia?
Ante las palabras de los vasallos, la frente de Alfonso se arqueó.
—… ¿Consejos?
—No importa cuánto nos diga que nos marchemos, ¿no es natural que siga la tradición de Eduard? ¡Especialmente cuando se trata de algo importante como el matrimonio! Ahora que no existe ningún mayor que lo guíe, ¿no debería escuchar los consejos de los vasallos mayores?
Está bien dar consejos y todo eso, pero al final significa pedir el derecho a interferir.
Dado que había un asunto importante como el matrimonio, sería bueno tener una razón para interferir, y era obvio que querían jugar con Eduard en este momento.
“El problema es que todos son personas mayores.”
Incluso Alfonso no pudo encontrar una respuesta apresurada, ya que siempre surgían problemas a los que la generación actual no podía responder, ya sea por tradición o por generaciones anteriores.
Es natural que si cometes un error, incluso tu padre pueda caer en desgracia.
A medida que la paciencia de Alfonso se extendió, la fuerza de sus vasallos se volvió más igualada y la paciencia de Charlotte rápidamente se agotó.
—Aun así, corre el rumor entre sus sirvientes de que Su Excelencia carece de humildad, a diferencia de sus predecesores.
—En momentos como este, es necesario hablar con tus vasallos y continuar con los asuntos importantes de la familia.
—No planea descuidar nuestras palabras porque está demasiado absorto en los juegos de guerra, ¿no es así?
Al final, esas últimas palabras acabaron con la paciencia de Charlotte.
Alfonso no tenía motivos para escuchar esas palabras.
“Realmente traté de contenerme cuando vi la cara de Alfonso.”
Como todo el mundo está pasando por un momento difícil, no hay nada que podamos hacer.
Charlotte salió de su escondite, subió las escaleras y abrió la boca.
—Juegos de guerra. Es bueno escuchar eso de alguien con la cara grasosa.
Si quieres demostrarte a ti mismo que mientras tú estabas revolcándote en una casa cálida, alguien más estaba siendo golpeado por el fuerte viento en el páramo.
—Supongo que la gente de allí aún no ha aprendido este sencillo principio, ni siquiera a su edad.
Tap, Tap, tap.
La atención de todos se centró en el sonido claro de los zapatos pisando las escaleras y la voz fría y lánguida.
Serge fue el primero en abrir la boca.
—¡L-Lady Noha!
Sólo entonces Alfonso recobró el sentido y se acercó a Charlotte con una expresión de perplejidad en el rostro.
—¿Charlotte? ¿No te dije que te quedaras en la habitación? ¿Por qué estás aquí…?
—Me dijo que solo tomaría un momento, pero como nunca vino, salí a ver. ¿La única razón por la que me hiciste esperar es para poder escuchar estas tonterías?
—Eso-
Justo cuando Alfonso estaba a punto de decir algo, Renard lo interrumpió con una expresión de enojo en su rostro.
—¡Lady Noha! ¿Qué clase de mala educación es esta ahora?
—Por mala educación, ¿se refiere a lo que estás haciendo ahora?
—¡Su Excelencia nos estaba hablando ahora! Además, ¿Noha no es una familia relacionada con Eduard? ¿Crees que alguien de otra familia puede atreverse a interferir en los asuntos internos de la familia?
—Hay invitados no invitados que quieren interferir con los acuerdos preexistentes en curso, pero no veo por qué personas de otras familias no pueden interferir en los asuntos internos de la familia. Si no querías que me entrometiera, no deberías haber hecho tanto escándalo delante de mis narices.
—¿Qué? ¡¿No sabe dónde está ahora mismo?!
—Parece que está aquí porque no sabe dónde está.
Fui invitada a la residencia del duque Eduard y, por lo que parece, parecen ser invitados no invitados.
—Me pregunto cuántos perros hay ladrando en el jardín delantero de Eduard.
Cuando Charlotte frunció el ceño en tono molesto, las expresiones en los rostros de los vasallos se hicieron notorias.
La mayoría de los aquí reunidos son jefes de familia que están a punto de jubilarse.
No podía estar contento de que una joven de la edad de su hija lo tratara con rudeza.
Si la situación hubiera sido diferente, el estado de ánimo no habría cambiado tan fácilmente solo con Charlotte.
Sin embargo, en el momento en que se enteraron de su identidad, los vasallos que habían estado de muy buen humor comenzaron a entrar en pánico de repente.
* * *
(N/T: finalmente al día con el manhwa, la próxima actualización será este finde.)
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