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(Novela) ¿Cómo terminar un contrato matrimonial de manera perfecta? Capítulo 29

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“Estoy seguro de que Quincy se ha dado cuenta de que ya no estoy en la villa.”

 

Pensó Charlotte con indiferencia.

 

Era natural, dado qué debería haber regresado ayer a más tardar para evitar que la atraparan.

 

Para ser honesta, está realmente sorprendida de que no la hayan atrapado aún.

 

“Creo que dejar atrás a Sylvia fue de gran ayuda para engañar a los demás.”

 

Sylvia era una extremidad que Charlotte había tenido desde que era joven.

 

Quincy nunca hubiera pensado que podría hacer algo con sus extremidades separadas y sin ningún contacto con su familia.

 

Nunca habría pensado que extendería sus manos a Eduard.

 

Actualmente, Charlotte estaba en Dessollier.

 

¿Por qué?

 

“Porque todavía queda trabajo por hacer.”

 

No podía dejar Dessollier todavía hasta terminar esto.

 

Así que hace un tiempo le dio una carta a Jean-Jacques y pidió que la enviara.

 

—¿Realmente volveré solo?

 

—¿Si? Todo lo que necesitas decirle a Alfonso está en esa carta, lo único que tienes que hacer es ir a entregarla. Mi papel ha terminado, así que no hay razón para que vaya contigo.

 

Ante sus palabras, Jean-Jacques entrecerró los ojos como si intentara comprender las intenciones de Charlotte.

 

¿Pero es posible descubrir sus intenciones con sólo entrecerrar los ojos?

 

—…Transmitiré su mensaje a Su Excelencia.

 

Jean-Jacques finalmente se fue de mala gana.

 

Charlotte se sentó con la barbilla apoyada en su mano, recordando la mirada sospechosa que le dirigió el caballero justo antes de irse.

 

En su mano había un trozo de papel arrugado.

 

 

[Jean, describe tu evaluación de Lady Noha con el mayor detalle posible. -Ludwig-]

 

 

Dice que el remitente es Ludwig, pero lamentablemente no era la carta de Ludwig.

 

“Tiene usted una buena idea, Sir Jean-Jacques.”

 

La letra debía ser exactamente igual a la de Ludwig, pero no se dejó engañar.

 

Charlotte murmuró como si se arrepintiera.

 

A primera vista, Ludwig parece ser el más astuto, pero sorprendentemente era Jean-Jacques quien tenía el mejor desempeño.

 

Probablemente Alfonso también lo sabía, por eso puso a Jean-Jacques junto a Charlotte.

 

Si hubiera sido cualquier otra persona, ya habría estado en la palma de la mano de Charlotte, así que fue un buen intento.

 

Lamentablemente, nada cambia.

 

La mirada de Charlotte se hundió fríamente.

 

La conversación que tuvo con Risali estaba dando vueltas en su mente.

 

 

-El Monte Nuhoa es una montaña sin nada especial. Sin embargo, es un lugar con un profundo significado para nuestra familia ya que es donde se encuentran los restos de nuestros antepasados.

 

-Pero estás diciendo que estás en una situación en la que tienes que renunciar a esa montaña por culpa de la deuda.

 

 

Risali asintió ante las palabras de Charlotte.

 

Los ojos de Risali estaban hinchados y todavía tenía rastros de llanto.

 

 

-Mi hermano pidió dinero prestado al templo para invertir, pero quebró…

 

-Es bastante común.

 

Desafortunadamente, no era suficiente saberlo, pero la historia interna era claramente visible.

 

¿Por qué? El negocio de préstamos con el pretexto de una inversión por parte del templo está a cargo de Noha en su nombre.

 

Un método para atraer a un objetivo con un producto plausible y luego pedirle prestada una gran cantidad de dinero al templo para invertir.

 

Si el producto invertido resulta ser falso y el inversor no paga el préstamo, la garantía en poder del templo vuelve a manos de Noha.

 

Era un método antiguo que nadie mayor de edad habría ignorado.

 

Charlotte también quedó inmediatamente convencida con solo escuchar las palabras de Risali.

 

“Al final, parece que Noha estaba detrás de esto.”

 

Sólo escuchar la marea.

 

Le dolía aún más la cabeza porque podía adivinar por qué Noha hizo eso.

 

Cuando Charlotte escuchó por primera vez sobre el monte Nuhoa a través de Risali, no pudo evitar sorprenderse.

 

-¿Montaña Nuhoa…? ¿Era de Dessolier?

 

-¿Sí? Sí… ¿Alguna vez has oído hablar de ella?

 

He oído hablar de ello, por supuesto.

 

Aunque ahora parece una montaña sin nada, más tarde se revelará que allí está enterrado el legado de Lavené.

 

“Pero en ese momento, eso era de Noha.”

 

Al menos parecía que Noha estaba apuntando al Monte Nuhoa debido al legado de Lavené.

 

Como no era un asunto que requiriera movilizar a Charlotte, la información no le fue transmitida.

 

En medio de esto, Dessollier estaba pataleando porque no tenía forma de pagar su enorme deuda.

 

“Recibí una llamada de Eduard solicitando que vendiera Presio.”

 

Fue como si Dessollier hubiera descubierto al Hogu* perfecto.

 

(N/T: una persona que es tan tonta que todos la usan para su propio beneficio.)

 

 

“Es obvio.”

 

Eduard provenía de una familia adinerada que ni siquiera podía compararse con gente como Dessollier, por lo que no habría sido posible perderse esta cantidad de dinero.

 

Si Presio no funcionaría, probablemente habrían intentado extorsionar con otra cosa.

 

“En este punto, he descubierto toda la historia.”

 

Pero todavía quedaban problemas.

 

El caso es que conocer toda la historia no aporta ninguna solución.

 

Sin embargo, Charlotte no tenía intención de transmitirle su fracaso a Alfonso y decidió permanecer en Dessollier.

 

“Estoy segura de que a Alfonso no le gustará si se entera.”

 

Sin embargo, no puede permitir que Alfonso se vea estafado por la colaboración entre Dessollier y Noha.

 

La solución fue sencilla.

 

Si el otro lado está actuando como un bastardo, todo lo que tienes que hacer es usar la fuerza de este lado.

 

—Señorita, dicen que los trabajadores terminaron de colocar las bombas.

 

—¿Es así? Entonces toma el dinero prometido y envíalo. Es dinero para guardar silencio, así que paga generosamente.

 

Tan pronto como Charlotte se enteró de toda la historia, inmediatamente contrató trabajadores y los envió al Monte Nuhoa.

 

No hubo escasez de dinero.

 

Porque hubo muchas joyas que Risali regaló como muestra de agradecimiento.

 

Y en la carta que llevaba Jean-Jacques, escribió.

 

 

 

[… Por esta razón, colocamos algunas bombas en el monte Nuhoa. Recomiendo usar esto en las negociaciones.

 

Dessollier ya estaba luchando incluso para operar la mina, por lo que parecía que no tenía la capacidad para contratar mano de obra con prisa.

 

Así que escribo esto con la confianza de que esto definitivamente te pondrá en una buena posición.

 

Espero que el final de esta carta te lleve a la felicidad.

 

Compensación de Charlotte Noha.]

 

 

 

Charlotte arrugó el papel que sostenía y murmuró en voz baja.

 

—…Espero que Alfonso no se enoje demasiado.

 

Ahora todo su trabajo está hecho.

 

Realmente era hora de irse.

 

 

* * *

 

—… escribo con la confianza… Buena posición. Espero que el final de esta carta… te lleve a la felicidad. Compensación… de Charlotte Noha…

 

Después de que Serge terminó de leer la carta, sólo quedó un tenso silencio en la habitación.

 

El primero en hablar en medio del impresionante silencio fue Arno, cuyos ojos eran los más abiertos entre todos.

 

Se echó a reír con energía para vomitar hasta el almuerzo de anoche, y luego dijo, secándose las lágrimas.

 

—Oh, tuvo una idea única, ¿no crees? ¡Una bomba! ¡No tenía ni idea!

 

—¡¿Qué idea única?!

 

—¿Cuál es el problema? Ludwig. ¡Qué idea tan innovadora es esta!

 

Cuando Arno comenzó a reír de nuevo, Ludwig recuperó el sentido un momento después y tartamudeó mientras abría la boca.

 

—-S-Su Excelencia. ¿Qué diablos es esto…? ¡Quiero decir, Jean! Tú,¿qué diablos has estado haciendo?

 

—¡Bueno, he cumplido con mi deber! ¿No envió Ludwig una carta extraña?

 

—¿Qué? ¿Cuándo lo hizo?

 

—Para mí está claro que Charlotte no-

 

Crack.

 

La protesta de Jean-Jacques se detuvo ante el sonido de algo rompiéndose.

 

Sólo entonces todos en la sala llamaron su atención, como si se hubieran dado cuenta de quién había estado en silencio todo el tiempo.

 

Su maestro sosteniendo lo que era… la pluma estilográfica que sostenía hace un momento.

 

A Alfonso Linus Eduard.

 

Alfonso no dijo una palabra, pero todos podían sentir que su humor era inusual.

 

En todos los años que llevaban conociendo a Alfonso, nunca lo habían visto hacer una “expresión” como esa.

 

«Oye, oye. Eso no puede ser….»

 

“…¿no es así?»

 

“ Pensé que Su Excelencia era una persona que no entendía el concepto de ira…”

 

Los tres caballeros intercambiaron miradas en secreto y Serge abrió la boca con cautela.

 

—… Su, Su Excelencia. ¿Qué debemos hacer?

 

—Inmediatamente.

 

Y en ese momento, la boca de Alfonso, que había estado bien cerrada, se abrió.

 

Las cuerdas vocales, que siempre fueron capaces de producir tonos medios-bajos que eran cómodos de escuchar sin ningún tono alto-bajo, emitieron un sonido horriblemente grave, raspando con dureza las cuerdas vocales.

 

—Vayamos ahora mismo a Dessollier. Preparen todo.

 

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