Cion miro de lejos a Lidia que se encontraba con Razor alejada del resto de los invitados que estaban en el lugar “¿Quién es esa persona que se encuentra junto a Lidia?”, se preguntó Cion mientras la miraba de lejos para luego acercarse a ellos. Razor sonrió al ver a Cion, luego se presentó como un gran amigo y padrino de Lidia. Lidia miró a Razor y sonrió mientras que Cion veía lo extravagante que se encontraba vestido Razor “¿Él es amigo de Lidia? ¿Su padrino?”, se preguntó Cion, pero decidió no decir nada más, aunque Razor se había dado cuenta caramente de las dudas de Cion.
—Estoy feliz de al fin conocerte en persona Cion, sé muy bien cuanto te ama mi pequeña niña, así que espero que puedan ser felices juntos. —Cion miro a Razon quien hablaba con una sonrisa en el rostro mientras lo miraba a él y a Lidia.
—Eso téngalo por seguro, señor, yo haré siempre lo posible por hacer feliz a Lidia, y porque podamos ser felices juntos. —Respondió Cion mientras tomaba la mano de Lidia.
Razor sonrió nuevamente y luego volteo mirando a una mujer que se encontraba de pie a lo lejos, mirando hacia ellos. Lidia al darse cuenta hacia donde miraba Razor se sorprendió, dándose cuenta de que quien se encontraba a lo lejos era la diosa Daki, era completamente distinguible por su apariencia cansada y lúgubre, “¿Qué hace ella aquí?”, se preguntó Lidia a sí misma preocupada, al pensar que talvez la diosa había bajado a la tierra, para poner fin a la gran felicidad que Lidia está sintiendo en ese momento, talvez, talvez la diosa se había cansado de esperar y había decidido terminar con todo, incluyendo a Lidia y sus seres queridos, Lidia miro a Razor asustada y luego vio a Cion, dándose cuenta de que este parecía estar alerta al ver que la diosa Daki se acercaba a paso lento hacia ellos.
—Señor, ¿Qué hace ella aquí? —Pregunto Lidia mirando a Razor, dándose cuenta de que este se ponía por delante de ella y fruncía el ceño preocupado.
—Niña, quédate detrás de mí con tu amado, no dejes que él intervenga. —Dijo Razor dando unos cuantos pasos adelante.
El frío parecía comenzar a invadir el lugar, las nubes se volvieron oscuras repentinamente, y el viento soplo con fuerza. La mano de Cion sujetaba a Lidia impidiéndole acercarse a Razor o a la diosa, por lo que era evidente que él, se había dado cuenta de algo.
—Ci… Cion, creo que comenzara a llover, es mejor que volvamos, no quiero que nuestros amigos se mojen o enfermen por nuestra culpa. —Dijo Lidia intentando parecer casual con sus palabras, así talvez lograba hacer que Cion se distrajera y no le prestara mayor atención a Daki y Razor.
—Lidia… Creo que tienes razón, lo mejor es enviar a nuestros amigos de vuelta, pero luego tendrás que explicarme qué está sucediendo Lidia, es claro que nada de esto es normal. —Dijo Cion mientras miraba a Razor y Daki a lo lejos, mientras que él tomando la mano de Lidia se alejaba para advertir a sus amigos de que volvieran pronto a casa.
Después de unos minutos, todos los amigos de Cion y Lidia, comenzaron a marcharse, diciéndoles que los esperarían en la posada donde se hospedaban todos los mercenarios, Lidia miro a Cristian y Camila, dándose cuenta de que estos miraban a Razor con sospecha, luego ambos se acercaron a Cion y hablaron con él. “No” Lidia se dio cuenta de que sus amigos, se habían dado cuenta de que algo no estaba bien, y eso podía ponerlos en peligro si es que ellos intentaban intervenir.
—No, no nos iremos Cion, sabemos bien que algo extraño está sucediendo aquí, debimos sospecharlo en cuanto vimos a ese hombre, su apariencia y actitud es muy extraña. —Hablo Cristian mientras fruncía el ceño.
—Cristian tiene razón Cion, nosotros somos amigos, no los vamos a dejar solos si tienen problemas. —Agrego Camila, mientras que Lidia los escuchaba al acercarse a ellos.
Lidia miró de reojo a Razor dándose cuenta de que este parecía estar hablando con Daki, pero ella seguía viéndose molesta, y una sombra oscura parecía estar rodeándola, lo cual la hacía ver aún más aterradora.
—No, no se acerquen, es mejor que se vayan ahora, no quiero que ustedes se vean involucrados en esto. —Respondió Lidia a las palabras que había acabado de escuchar decir a sus amigos.
—Pero Lidia, nosotros… —Camila no alcanzo a terminar de hablar cuando Cion tomo la mano de Lidia y agrego.
—Vayan, no se preocupen, estaremos bien, apresúrense, vayan a la posada, nosotros iremos pronto para celebrar. —Agrego Cion mientras sentía la mano nerviosa de Lidia sujetando la suya.
Lidia sintió la calidez de la mano de Cion, lo cual lograba hacerla sentir mucho más segura y calmada ante la situación, Lidia dio un suspiro y luego sujeto con firmeza la mano de su amado, decidida a enfrentar lo que vendría al encontrarse con la diosa Daki, “Se suponía que aún me quedaban algunos días para finalizar la apuesta, entonces ¿Por qué? ¿Por qué ella está aquí?”, se preguntaba Lidia mientras observaba la situación, sus amigos terminaron marchándose, quedando en el lugar, simplemente los dioses, Cion y Lidia. Razor volteo dándose cuenta de que Lidia parecía ser que no se marcharía, por lo que él abrió paso a Daki para que se acercara a Lidia.
—No dañes a la niña Daki, ella solo es una pequeña que no tiene culpa alguna, ella es inocente, amable y de corazón puro, Daki… —Razor hablo con miedo, ya que al estar en el mundo creado por Daki, él no tenía una libertad completa para interferir en las decisiones de ella.
—Calla Razor, ya he tenido suficiente de tus discursos. — Respondió Daki mientras que la neblina a su alrededor parecía comenzar a desvanecerse.
Cuando Daki quedo a solo unos pasos de Lidia, Cion confundido dio un paso al frente cubriendo a Lidia por instinto, algo le decía que la mujer con apariencia lúgubre se encontraba parado frente a ellos, era alguien realmente temible, “¿Qué estoy haciendo? Esta mujer, se ve pálida y cansada y se ve sin fuerzas siquiera para caminar, ¿entonces por qué? ¿Por qué sigo sintiendo esta gran presión venir de ella? ¿Por qué creo que es alguien poderosa?”, se preguntaba Cion a sí mismo mientras se sentía ansioso, al saber que Lidia se encontraba con ellos, y en caso de que su percepción de esa mujer fuera cierta, Lidia podría estar en gran peligro.
—Lidia… he venido cobrar nuestra apuesta el día de hoy, ya me has demostrado todo lo que querías demostrar, y yo ya me cansé de esperar mientras que tú juegas en este mundo. —Hablo Daki con una voz rasposa.
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