Cion miro a Lidia lamentando que ella escuchara lo que él acababa de hablar con Diego. Cion se aproximó a Lidia, pero ella dio un paso atrás avergonzada.
—Cion yo… Lo siento, debí de preguntarte, no debí haberle pedido eso a Diego, pero, yo creía que tú, pues te habías esforzado tanto para convertirte en un caballero que… Me sentí culpable, culpable de que dejaras de hacer algo por lo que te habías esforzado tanto por mi culpa, lamentaba que tuvieras que dejar un puesto que te costó tanto conseguir solo por estar conmigo ahora, yo… —Lidia bajo la mirada al suelo lamentándose.
Cion dándose cuenta de la tristeza e impotencia de Lidia camino hacia ella y cuando vio que esta daría un paso atrás se apresuró a sujetar la muñeca de Lidia y jalarla hacia él besándola apasionadamente en los labios. Lidia, sorprendida, abrió los ojos al sentir los labios de Cion contra los suyos.
—Hmmm, ah, hm… —Lidia saboreo aquel beso mientras que Cion se apartaba para mirarla a los ojos.
— ¿Lamentar? No tienes nada que lamentar Lidia, tú eres lo más importante para mí, y de todas formas, como dije antes, ese puesto solo lo conseguí para poder ganar más dinero y contratar un mejor médico para Javier. Pero como bien ya sabrás, mi hermano ahora está bien, está completamente sano, así que no tengo ningún motivo para quedarme en un puesto como ese, menos aún después de ver todas las injusticias que se vieron en ese lugar. A ti te encerraron en ese palacio solo porque el príncipe así lo quiso, los caballeros allí se burlaban y agredían a los de menor rango, eso no es un lugar donde me gustaría estar Lidia. Así que, no sientas pena por mí, yo solo deseo estar contigo, deseo poder compartir una vida contigo y formar nuestra familia en un futuro. Sé que no soy perfecto, pero, intentaré mejorar día a día, daré mi mayor esfuerzo en no decepcionarte mi amor, aparte, el que yo deje de ser un caballero no significa que dejaré el manejo de la espada. Pienso enseñarles a mi hermano y a mis hijos el manejo de la espada si ellos así lo quieren en el futuro, claro, cuando tengamos hijos, digo. —Dijo Cion mientras sujetaba el rostro de Lidia con ambas manos.
Lidia miró a los ojos a Cion notando la sinceridad de sus palabras, “Sé que él no me mentiría, sé que es sincero, la próxima vez será mejor que hablemos las cosas más evidentes y no sacar mis propias conclusiones, así todo estará más claro” pensó Lidia mientras apoyaba su frente con la de Cion, este la miro a los ojos y luego desvió la mirada hacia un lado mientras mordía su labio. Lidia al ver esto se dio cuenta de que algo más estaba sucediendo, por lo que pregunto.
—Cion, ¿Qué sucede? ¿Pasa algo? —Pregunto Lidia mirando a Cion quien desviaba la mirada bruscamente mientras sus mejillas se sonrojaban.
—Yo, yo te vi, te vi durante la noche, tú, estabas saliendo de la habitación de Diego y yo… —Cion se quedó en silencio mientras él bajaba la cabeza y sus orejas y nuca se ponían completamente rojas.
— ¿Qué? ¿Cion porque no me dijiste nada anoche entonces? —Pregunto Lidia, dándose cuenta tarde de lo que Cion estaba pensando.
Cion levanto la mirada, sintiéndose culpable y avergonzado por tener que admitir ante ella que había estado celoso nada más ni nada menos que de Diego y ella. Lidia lo miro confundida y este, la abrazo con fuerza para no tener que mirarla a la cara mientras hablaba, puesto que sentir vergüenza que ella viera lo rojo que estaba al tener que admitir tal confusión.
—Yo, pues, pensé que tú y Diego… Es que, te vi salir de su habitación, y hablando en el pasillo y esta mañana ustedes, pues él te fue a ver para hablar contigo en privado y… A, esto es vergonzoso, pero yo, yo… —Cion oculto su rostro en el hombro de Lidia.
— ¿Estabas celoso? —Pregunto Lidia mientras acariciaba la espalda ancha de Cion.
Cion asintió con la cabeza sin despegar su rostro del hombro de Lidia. Lidia sonrió juguetonamente y luego beso el cuello de Cion haciendo que este se sobresaltara. Cion sintió los labios tibios de Lidia en su cuello, mientras que ellá con una sonrisa en su rostro, aún quería seguir provocándolo, pero antes de que ella pudiera hacer el siguiente movimiento, Cion la sujeto por la cintura y la apego aún más a él. Lidia abrió los ojos, sorprendida al sentir el fuerte agarre de Cion en su cintura “Mi corazón no para de latir, siento que todo mi cuerpo hierve al sentir su toque” pensó Lidia mientras que Cion intentaba contenerse para no manchar el honor de Lidia con sus acciones.
A la mañana siguiente Lidia se despertó, encontrándose recostada junto a Cion en el sofá de la oficina de Diego, está sonrojada miro el rostro de su amado, quien aún dormido la abrazaba con fuerza “Anoche, anoche nosotros casi…” Lidia se sonrojó al recordar las manos de Cion sujetándola con fuerza contra él mientras la besaba tiernamente, con pasión y ansiedad en los labios, dejando claro que deseaba mucho más, pero Cion, aun así, se detuvo, la abrazo con fuerza y se recostaron juntos en el sofá de la oficina quedándose profundamente dormidos.
{PARECES ESTAR DISFRUTANDO TU TIEMPO LIBRE LIDIA, PERO DÉJAME RECORDARTE QUE SE TE ACABA EL TIEMPO Y AÚN NO ME HAS DEMOSTRADO NADA, TE QUEDA MUY POCO TIEMPO PARA QUE LOGRES HACERME CAMBIAR DE IDEA DE LLEVAR ESTA HISTORIA POR EL CAMINO YA TRAZADO, LOS DÍAS PASAN RÁPIDO Y TÚ VOLVERÁS AL DESTINO YA ESCRITO SIN OBJETAR CUANDO YO GANE LA APUESTA}-Dijo la Diosa dejando escuchar su voz solamente para Lidia.
—No hagas eso, es irritante, tú solo obsérvame y te lo demostraré. —Susurro Lidia con una voz molesta mientras se apartaba del agarre de Cion y se ponía de pie.
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