Noah arrugó los papeles que tenía en sus manos y prendiendo una vela quemo cada documento sobre la vida de Helena “Tengo que encontrar a esos tipos, ¿Cómo puede ser que tenga a hombres así viviendo en mi territorio? La gente confía en mí, esperan que yo les ayude, que me haga cargo de sus carencias, pero… Estuve todo este tiempo escondido en este cuarto preocupándome solamente de lo básico del territorio, solo para asegurarme que la gente no muriera, pero jamás me preocupe de como vivían su día a día, eso cambiara ahora” El príncipe se puso de pie y se acercó hacia la ventana para mirar hacia el patio del castillo. Allí pudo ver como varios caballeros parecían estar molestando a los hermanos de Helena, el príncipe molesto apretó los puños, pero luego pudo notar como otro caballero de cabello castaño se acercaba y enfrentaba a sus compañeros caballeros para defender a los hermanos de Helena.
— ¡¿Qué creen que están haciendo?!, ¡nosotros no somos los caballeros de este territorio, solo somos meros invitados, no tenemos ningún derecho ni autorización de imponernos ante los demás, menos aún, ante los sirvientes del príncipe! —Grito el caballero castaño, quien se veía bastante delgado para ser un caballero del duque.
— ¡Oye! ¿Quién te crees para hablarnos así?, puede que seas de la guardia personal del duque, pero nosotros llevamos muchos más años que tú en esto, y nos hemos esforzado de verdad, no como tú que conseguiste todo por esa cara bonita. —Grito uno de los caballeros mientras le daba fuerte empujón al caballero castaño y se marchaba junto a sus amigos.
El príncipe que había presenciado todo aquello desde la ventana no podía creer, como los caballeros del duque se comportaran de ese modo con sus camaradas, fue entonces cuando el príncipe se estaba por alejar de la ventana cuando vio una silueta correr hacia el caballero y ayudarlo a levantarse “Helena” El príncipe frunció el ceño molesto al ver como Helena corría hacia el caballero en el suelo y lo socorría, “¿Por qué está ella allí?” El príncipe se quedó quieto mirando desde la ventana a Helena.
— ¿Se encuentra bien? Deme la mano, deje que la ayude. —Dijo Helena al ver las manos delgadas del caballero.
—Gracias señorita, lamento que haya tenido que ver y escuchar tantas cosas molestas en tan poco tiempo por parte de nosotros, sé que es difícil, pero la gente a veces puede ser… —El caballero intentaba disculparse cuando Helena lo interrumpió.
— ¿Groseras?, ¿Intolerantes?, ¿Discriminadoras?, ¿Inflexibles? Y ¿Retrógrados?, Claro, sé muy bien que existen las personas así, pero ¿Por qué deberíamos tolerarlos?, ellos son los errados, no nosotros, ellos son quienes se ven incapaces en ver a las personas por si verdadero ser y solo están limitados a lo que ven sus ojos, solo un caparazón, eso es todo lo que ellos logran ver. —Dijo Helena al dejar al caballero de pie para luego marcharse.
El caballero corrió hacia ella y sujeto su brazo con delicadeza. Helena se quedó con él y comenzaron a conversar. Helena se enteró entonces que se trataba de una mujer quien se había convertido en caballero hace apenas cinco años, esta se había cortado el cabello e intentaba encajar entre todos los caballeros, puesto que era la única mujer entre los caballeros del duque.
—¿Pero Evans, no te sientes cansada de la actitud de esos hombres?, digo, a fin de cuentas, tú ya demostraste tu valía al convertirte en caballero siendo una mujer, eso es muy admirable. Seguramente ellos solo sienten su ego lastimado, porque por naturaleza ellos siempre han visto a las mujeres como débiles seres a los que deben de proteger, y tú rompiste ese estándar ante ellos, demostraste que una mujer puede ser tan fuerte como ellos o incluso más. —Dijo Helena mientras miraba el rostro del caballero femenino frente a ella.
—Es que… Entiendo por qué se sienten así, el duque puede que solo me haya aceptado porque yo era hija del anterior comandante, los demás caballeros llevan años esforzándose, tuvieron que rendir exámenes y pasar por mucho entrenamiento e ir a campañas para poder obtener el rango suficiente para servir al duque y yo… Yo solo pase el examen y fui recibida de inmediato por el duque. —Contesto la joven caballera, mientras apretaba los labios.
Helena la observo por unos segundos y luego volvió hablar.
—Entiendo, entonces dígame, ¿usted no entrenó?, ¿no se esforzó?, ¿acaso no paso el examen que hacen todos los caballeros también?, o talvez, ¿usted piensa que los ojos del duque, de su maestro están errados al escogerla como su único caballero femenino? Si algo de esto es cierto, entonces le aseguro que usted no merece este puesto, pero, por el contrario, si usted hizo todo esto, e incluso logro el reconocimiento del duque para que la nombrara caballero, y la pusiera en sus filas, entonces le aseguro que usted merece ese puesto que tiene más que cualquiera. —Respondió Helena ante las palabras de Evans que se sentía menos que los demás caballeros.
Al terminar de hablar, Helena se vio interrumpida por Robert, que la buscaba con gran impaciencia. Helena al ver el rostro de Robert se preocupó, así que se despidió de Evans y se fue junto al mayordomo al interior del castillo. “¿Qué sucede?” Se preguntaba Helena mientras seguía a Robert que la guiaba al tercer piso del castillo, luego de unos minutos se encontraron parados frente la puerta de la habitación del príncipe.
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