—Señorita Helena, ¿Qué hace aquí? ¿No se encontraba con su alteza hace un momento? —Pregunto el mayordomo mirando a Helena.
—Sí, pero el príncipe ha pasado por mucho hoy y es momento de que descanse, yo iré a buscar algo de leche para que tomen los niños antes de dormir, así que iré por eso y luego me iré a descansar. De todas formas, no debo preocuparme mucho, dado que el príncipe me dejo la habitación contigua a la suya para dormir con los niños hoy. —Dijo Helena mientras daba un bostezo y se despedía del mayordomo para caminar hacia la cocina.
Helena llegó a la cocina encontrándose allí con varias sirvientas y dos cocineros que se encargarían de los alimentos del príncipe y del duque, la jefa de las mucamas miraba a todos detenidamente dudosa de las acciones de cada uno de ellos. Helena, al ver la reacción de la jefa de las mucamas, se dio cuenta de que al parecer esta desconfiaba de las acciones de los sirvientes.
—Señora Inés, llevaré un poco de leche para mis hermanos para que se duerman, por lo visto estaban jugando en la habitación, así que intentaré que vuelvan a dormir ahora, no quiero que molesten al príncipe puesto que estamos en la habitación contigua a él. —Dijo Helena mientras llenaba una jarra de leche para subir a la habitación de los niños.
Los demás sirvientes miraron a Helena, viendo que esta había llevado demasiada leche. La jefa de las mucamas sonrió al ver Helena tarareando una canción mientras preparaba la bandeja para llevarla al cuarto. Algunos sirvientes masculinos se ofrecieron ayudar a Helena, pero ella solo los miró fríamente y luego los evito caminando por su lado hacia la habitación. Al día siguiente, Helena se levantó temprano para comenzar a preparar el desayuno, pero al llegar a la cocina se encontró con una discusión entre el mayordomo y los cocineros del duque.
—Soy uno de los mejores chefs del imperio, ¿y me dice que el príncipe no quiere siquiera ver mi platillo?, le aseguro que él jamás ha probado algo tan delicioso. —Dijo uno de los chefs, mientras que los demás sirvientes asentían con la cabeza.
—Eso no nos importa aquí, usted puede ser el mejor de todo el continente, pero si su alteza no quiere su comida no se le puede obligar, así que… —El mayordomo parecía agotado al discutir con los sirvientes del duque.
Helena miró a todos, y parecía ser que todos los sirvientes en la cocina solamente apoyaban al chef y no les importaba en absoluto las palabras del mayordomo.
—Dígale entonces al príncipe que pruebe mi comida primero antes de enviarla de vuelta, ni siquiera la ha probado, ¿Cómo puede decir que no le ha gustado? —Reclamaba el chef.
Helena, viendo la mirada cansada del Robert, dio un suspiro y dio un paso adelante.
—Si su alteza no quiere su comida no lo pueden obligar, ¿o es que creen siquiera que están cerca de estar a su nivel? Es mejor que conozcan su lugar, cuando el príncipe dice no, es no, aquí ustedes solo están para servir a las órdenes de sus maestros, y déjenme recordarles, que entre el duque y el príncipe aquí la mayor autoridad es su alteza, el futuro heredero de este imperio y el dueño de este castillo es él, su alteza Noah. Así que es mejor que aprendan cuál es su lugar y respeten las órdenes de nuestro príncipe. —Grito Helena con el ceño fruncido y las manos en su cintura, mostrándose autoritaria ante todos.
Los demás sirvientes que estaban en el sitio la miraron molestos, pero se quedaron en completo silencio cuando una figura alta e imponente apareció detrás de la mucama que defendía al príncipe.
— ¿Qué está sucediendo aquí? —Se escuchó una voz profunda y tranquila, preguntar por la discusión que se encontraba en la cocina.
Los sirvientes que estaban en la cocina se inclinaron nerviosos y saludaron al príncipe que se encontraba a las espaldas de Helena, este miro a Helena y luego paso por su lado quedando frente a ella.
—Pregunte ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién de todos ustedes me responderá porque mi sirvienta ha tenido que levantar la voz? —Pregunto el príncipe mientras su mirada aguda intimidaba a todos en la cocina.
El mayordomo, que había estado allí desde mucho antes de que llegara Helena, interrumpió y comenzó hablar explicándole la situación al príncipe. Diciéndole que el chef del duque se negaba a preparar otra comida, y que estaba reclamando que el príncipe no sabía que es lo que era realmente digno, puesto que él era el mejor chef del imperio y no podía creer que el príncipe rechazara su comida.
—¿Acaso este hombre tiene alguna autoridad para ordenarme, degustar su comida? Robert, saca del castillo a todo aquel que haya sido capaz de contradecir mis palabras anteriormente, si alguien se atrevió a refutar mi opinión que se largue de mi castillo, aquí nadie tiene derecho a obligarme hacer nada, y tampoco tienen el derecho a ordenar o criticar a mis sirvientes. Ustedes solo son sirvientes de un invitado no deseado en mi castillo, así que si lo ordeno pueden marcharse de aquí cuando yo lo desee, por lo que espero que entiendan que quien se atreva a faltarme el respeto a mí o a cualquiera de mis sirvientes tendrá que marcharse sin importar lo que el duque replique. —El príncipe hablo molesto mientras miraba a todos los sirvientes, el mayordomo asintió con la cabeza y mando a llamar a los guardias del duque que ahora se encontraban al mando del príncipe y estos tomaron al chef por los brazos y lo echaron del castillo.
El mayordomo miró al príncipe, quien por primera vez mostraba su autoridad de una manera tan severa frente los demás “Creo que todo esto es por esa niña, el príncipe no dejara que nadie le falte el respeto o levante la voz frente a Helena, supongo que es algo bueno tener a esa joven en el castillo. El príncipe poco a poco va mostrando su autoridad” se dijo a sí mismo el mayordomo mientras veía a todos en la cocina bajar la cabeza obedeciendo las palabras del príncipe. El príncipe volteo a mirar a Helena mientras todos los sirvientes aún mantenían su cabeza mirando al suelo.
—Helena, por favor te encargo a ti de todos mis alimentos desde ahora en adelante, te estaré esperando en la habitación. —Concluyo el príncipe marchándose y dejando a Helena en la cocina.
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