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Es Un Malentendido Que Soy La Amante Del Jefe Final – Capítulo 2

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¿Por qué diablos Meyer está intentado que me una a los Caballeros Negros?

 

Jun Karentia, mi personaje favorito, el personaje que solo es un mago de soporte.

 

El cual solo sirve de apoyo, sin ataques de defensa y centrada en la magia curativa.

 

Entre las opiniones de los jugadores, se llegó a la conclusión de que Jun no es más que un personaje del montón, algo para complementar al grupo.

 

Siempre pensé que los videojuegos y la vida real fueran diferentes.

 

En este mundo es diferente, y pensé que aquí los magos serian considerados seres superiores, por eso si me preguntaran, estaría bien ser un personaje de apoyo.

 

Pero eso fue esperar mucho.

 

El desdén por el personaje de apoyo no solo se mantiene fuera del juego, sino que dentro de este mundo es lo mismo.

 

Mi propia familia me ignoro por nacer como mago, y ni hablar de las personas de la expedición de Fabian.

 

En ese momento no me importaba.

 

La culpa solo dura un momento, y los ojos de nadie lograra que me sienta mal.

 

La reputación, etc. Volverá a ser igual que en la primera parte.

 

Lo que realmente importa es que Fabian me reconoció.

 

Fabian, el preferido de los jugadores, es el único personaje que inicia la segunda ronda con un recuerdo de la primera parte.

 

Oh, y Meyer Knox también recuerda que es el núcleo del rey demonio.

 

Y yo soy una excepción ya que ocupe este cuerpo.

 

De cualquier manera, en la segunda ronda, Fabian vuelve a unir a los miembros de su expedición para derrotar al Rey Demonio.

 

Y obviamente, un personaje de apoyo inútil no será elegido para participar.

 

Al final de la primera ronda, o quizás en el inicio de la segunda, llegue a pensar que no sería un problema para mí. (1°)

 

Teniendo en cuenta mi participación en la primera, era natural que me incluyeran en la segunda ronda.

 

Que ilusa fui.

 

«No puedo pensar en una expedición sin ti. Necesito que derrotes al Rey Demonio.»  Me susurro tan amablemente para luego desecharme sin remordimiento.

 

Y para darme cuenta, tuvo que llegar el día que acordamos reunirnos y ver que nunca llego.

 

El acuerdo era que Fabian y yo nos reuniéramos en un calabozo.

 

Y todo porque los aldeanos estaban avergonzados por una mazmorra que apareció repentinamente, y ahí, me sacrificaron por ser el mago del pueblo.

 

¿Qué esperaba que hiciera el sistema de seguridad? ¿Qué parte de «personaje de apoyo» no se entendió?

 

En resumen, fui un sacrificio humano.

 

Inicialmente no pude ver correctamente la situación en la que estaba ya que no había pasado mucho tiempo desde que «tomé» este cuerpo. Y aunque llore y grite, fui arrojada al calabozo.

 

Afortunadamente, me encontré con Fabian, o la historia podría haber sido otra.

 

Así que tome a Fabian como mi salvavidas y jure dar todo de mi para ayudarlo en lo que quisiera.

 

Cuando llego la segunda ronda, pude enfrentar la situación de una forma más fácil. Seguí los aldeanos sin mucha resistencia.

 

Por supuesto, pensé que volvería aparecer Fabian.

 

‘Si hubiera sabido que terminaría así, ni loca volvía al calabozo…’

 

Me mordí los labios.

 

Si.  Quizás creíste que todo sería más fácil con la información que obtuviste de mí.

 

Pero…

 

Pero aun si debiste volver por mí.

 

Tal vez no me hubiera unido a la expedición por ser inútil, pero…

 

Conoces mi situación mejor que nadie…

 

Si no hubiera aparecido Meyer Knox, seguramente hubiera muerto en la mazmorra.

 

Sin saber nada de mi situación.

 

‘Algo está sucediendo, y se está tardando, supongo’

 

Atacar mazmorras es algo político.

 

Si Meyer entro en la mazmorra, eso significa que Fabian ya había dejado de atacarla.

 

«Solo hay una razón para dejar de atacar, atacar otras mazmorras es más rentable que salvarme. Quizás…  Quizás fue atracar la mazmorra de Ignota.»

 

Esa mazmorra es similar a esta, a la mazmorra en la que me arrojaron.

 

Si atacas la mazmorra, de recompensa puedes obtener un anillo de llamas. Un objeto muy valioso para Fabian, con propiedades de fuego.

 

Fabian debió haberse rendido conmigo al ver que no puede conseguirnos a ambos.

 

No a una persona, si no a un anillo.

 

«Oh… Eso es malo.»

 

Suspire profundamente.

 

Nunca sabes cómo será tu vida… Es como si la vida fuera un objeto del juego.

 

No esperaba que Meyer Knox me salvara en esta expedición.

 

Para ser honesta, Meyer me resto diez años por su apariencia. Y agradezco que me salvara.

 

Pero agradecer y aceptar su oferta son dos cosas distintas.

 

Me quede en blanco.

 

Abrí mis labios dolorosamente, humedeciéndolos con dificultad.

 

«Primero que todo… Gracias por salvarme señor. Si no me huera salvado, los ciclopes me hubieran matado.»

 

Meyer me volvió a preguntar, arqueando sus cejas esperando una respuesta positiva de mi parte.  «Déjame decirte que esa no es la respuesta que esperaba.»

 

Es bueno para ir al grano.

 

Le sonreí de una forma aturdida y me rasqué la barbilla simulando pensar.

 

Seria genial que Meyer fingiera no saber nada, pero es más persistente de lo que pensé.

 

«No hagas tanto ruido, no vuelvas a lanzarte tan pronto como el monstruo entre en tu campo de visión.  No creo que deba explicarte como andar en una mazmorra y ¿Por qué aun no respondes a mi pregunta?»

 

¿Me estaba viendo mientras huía de los ciclopes…? ¿Por qué no lo sentí?

 

El sudor se hiso presente de nuevo. Incluso mientras estaba sola y siendo perseguida por los ciclopes, jamás sentí tantos escalofríos como ahora.

 

«Esto… Soy una maga de apoyo.»

 

«¿Y eso es un problema?»

 

«Pero no sabes nada de mis habilidades.»

 

Mire a Meyer.

 

Tan pronto Meyer me rescato de los ciclopes, fui llevada al cuartel y extorsionada para unirme a su expedición.

 

Hablando de los Caballeros Negros, no creo que deba actuar como si fuera un sirviente ya que al final me uniré a ellos, ¿Verdad?

 

Oh bien. Todo el mundo es agradable, por eso debo…

 

«Hmm.»

 

Mientras pensaba en como rechazar la oferta de Meyer, el hombre frente a mi jugueteaba con su barbilla meditando algo.

 

«Si, me apresure.»

 

¡Aun puedo vivir!

 

Ante el paso atrás de Meyer, no pude evitar alegrarme.

 

Me reí torpemente, como si tuviera prisa de volver a mi cara seria.

 

«Jaja, bueno, muchas gracias por la gran oportunidad que le ofreces a esta maga de soporte…»

 

«Okey. Veamos que tal son tus habilidades y hablaremos nuevamente sobre mi oferta. Aún nos queda una mazmorra por explorar.»

 

¿Disculpa?

 

Dijo eso y me envió fuera. Que gran actitud, con una mentira como esa, el no debió haber sido tan persistente.

 

¿Pero por qué?

 

Estaba segura que Meyer jamás me dejaría ir.

 

¿Cómo puedo hacer para que cambie de opinión?

 

Ocultare mis habilidades tanto como pueda. Sali del cuartel con mi determinación al tope. Mis pasos eran pesados.

 

 

***

 

Estoy jodida.

 

 

***

 

 

«Te lo preguntare de nuevo, Jun Karentia. ¿Te unirías a mi expedición?»  Las mismas palabras, el mismo tono de voz, la misma atmosfera.

 

Mi segunda vez en el cuartel de Meyer me dejó con una sensación de déja vu.

 

‘Cada vez que estoy aquí, me quedo sin aliento.’

 

Meyer, la persona que genera este sentimiento de sofoco, me mira con una sonrisa de satisfacción.

 

Es la misma mirada que da una serpiente al ver a su presa caer en su trampa.

 

«Aprendí mucho sobre tus habilidades al seguir tus pasos en la mazmorra. Eres una maga solidaria que logro reducir el tiempo de limpieza del calabozo. Eres un miembro necesario para nuestra expedición. Así que estaría muy satisfecho si te unieras a los Caballeros Negros.»

 

«Jaja…»

 

Creo que voy a llorar.

 

Intento contenerme lo más que puedo, pero mis ojos arden cada vez que lo miro.

 

<Jun Karentia. Tú crees que la mazmorra es acogedora. No pareces ser alguien que quiera salir de ella. >

 

En resumen, si no quieres quedarte sola en la mazmorra, demuestra tus habilidades.

 

El realmente me podría dejar sola en el calabozo.

 

Finalmente, no tuve otra opción más que llorar y usas mis habilidades mientras como mostaza. (2°)

 

En la segunda ronda, se agregaron los puntos de guardado.

 

Fue puesto por la compañía del juego para que los jugadores no se aburrieran de este.

 

Naturalmente, las habilidades heredaras y las habilidades ordinarias eran incomparables al mismo nivel.

 

Sin saber que es la virtud intrínseca o no, las características del juego quedan intactas, y también tienen una forma de heredarla.

 

Por supuesto, mis habilidades también estaban al tope.

 

Pero, si deliberadamente aumentaba mis habilidades, mi flujo de magia se reduciría.

 

El problema fue que, al momento de optimizar mis habilidades de la primera ronda, yo no tenía ninguna.

 

Y la eficiencia de esto fue mayor de lo que pensaba.

 

Como resultado… Fracase al momento de ocultar mis habilidades con la magia.

 

¡Pero no puedo unirme a los Caballeros Negros!

 

Esa fue la mejor razón para no unirme a ellos.

 

«La expedición del Gran Duque esta escasa de manos… y no creo ser capaz de ayudar.»

 

«¿No te parece una excusa lo que acabas de decir?»

 

«…»

 

No, debes decirlo así.

 

La última vez me dejo ir, pero creo que esta ves realmente me va a obligar unirme a los Caballeros Negros.

 

Meyer continúo persiguiéndome como si fuera un monstruo.

 

«¿Cuál es la verdadera razón por la que no quieres unirte a mí?»

 

«Bueno…»

 

«Donde sea que vayas, siempre habrá prejuicios sobre los magos de apoyo. En nuestro equipo podrás explotar tu talento al máximo.»

 

«Agradezco sinceramente que reconozca mis habilidades…»

 

«Si ese no es el problema, ¿Hay una razón por la que no deberías unirte a mi expedición? Hay más expediciones que se unirán.»

 

Mi corazón sufrió un vuelco con las palabras de Meyer.

 

Su par de ojos dorados me miraban. Con una postura que dejaba en claro lo que querían.

 

Esto no era solo una cacería, era una cacería de topos.

 

Empecé a sudar frio, tanto que mi capa exterior llego a ser molesta.

 

«No es un evento obligatorio, ¿Es posible rechazarlo?»

 

Tiré de las comisuras de mi boca, humedecí mis labios.

 

«¿Otras expediciones? He vivido toda mi vida en este pueblo y la tuya es la primera que conozco.»

 

«La primera.»

 

La boca de Myer se volvió una sonrisa.

 

Meyer era un hombre que sabia sonreír. Inconscientemente, mire esa sonrisa sin comprender.

 

La yema de su dedo toco mi escritorio. Y mi mente enfoco en el.

 

«Solo soy…»

 

«¿Aun tienes sentimientos por Fabian?»

 

«¡…!»

 

 

 

(N/T: °1. Cuando se habla de primera o segunda ronda, por lo que entendí, la primera parte es cuando ella transmigro por primera vez e hiso todas las cosas con Fabian, la segunda es que se reinició el mundo y sucedieron cosas diferentes, por eso se habla de dos rondas.

 

°2. Es un proverbio coreano, que dice «llorar mientras comes semillas de mostaza» y se usa para cuando alguien hace algo de manera obligada o que preferiría no hacerlo, pero aun así finge disfrutarlo.  )

 

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Comment

  1. Gissel dice:

    Me encantó la novela espero sigan actualizando y no se quede así a medio camino

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Chapter 2