Capítulo 93
Después de que pasaran tantas cosas, por fin volví a casa. Mientras tanto, pude reunirme enseguida con el barón Allen y mi familia, quizá porque también nos buscaban a Morgan y a mí, que habíamos desaparecido de la mansión.
“¡Morgan!”
Tras ver a Morgan ensangrentado en el suelo, el barón Allen intentó correr directamente hacia su hijo, pero no pudo acercarse porque enseguida se dio cuenta de quién era el que llevaba a Morgan.
“Su Alteza”.
En ese momento, papá también dio un paso al frente. No hizo ningún esfuerzo por ocultar lo disgustado que estaba.
“Me gustaría escuchar una explicación de lo que acaba de suceder”.
Ciel ya no se comportaba como hacía un rato en la montaña, sino que se limitaba a dejar tranquilamente al otro joven en el suelo. Fue entonces cuando el barón Allen se apresuró a acercarse. Mamá se fue y regresó por donde había venido, tal vez para llamar a un médico.
Con una sonrisa inofensiva dibujada en sus facciones, Ciel respondió.
“Espero que no me malinterprete, barón”.
“¿Cómo no voy a malinterpretar la situación, Duque?”.
“¿Pero no es por eso por lo que preguntas primero?”
“…¿Cómo pudiste hacerle esto a un invitado de mi familia?”
Podía sentir la energía de papá ardiendo peligrosamente, y era algo que no esperaba ver. Siempre había sido amable y tierno.
Al notar mi reacción, papá contuvo inmediatamente su aura y vino rápidamente a mi lado. Me cogió de la mano.
“¿Y por qué te llevaste a mi hija contigo? Estoy completamente seguro de que ella lo ha rechazado, Su Alteza. Si esa es la razón por la que está haciendo esto…”
“Es una pena, pero puedo decir que el hombre de ahí se me acercó él mismo”.
“…¿Qué? ¿Por qué demonios…?”
Después de hablar con mi padre, Ciel se volvió hacia el Barón Allen.
“¿Es usted consciente de que su hijo es un Esper?”
“…¿Perdón?”
El barón no lo sabía, así que naturalmente levantó la vista sorprendido. Pero justo después, su expresión se endureció. No pude evitar sorprenderme por la rapidez con la que se recompuso cuando hace un momento estaba tan aturdido.
¿Siempre ha sido así?
“Cuando un Esper encuentra a otro Esper, a veces cambian y actúan impulsivamente. Parece que no ha pasado mucho tiempo desde que se manifestó, pero en cuanto me vio, me atacó”.
Desescaló la situación tan hábilmente. Las expresiones tensas de papá y del barón se relajaron de inmediato en cuanto escucharon la explicación de Ciel.
A decir verdad, lo que dijo no estaba mal. Los Espers eran personas que estaban genéticamente codificadas para estar en desacuerdo con cualquier cosa que vieran como una amenaza, ya fuera un Esper más poderoso que ellos o cualquier otra cosa. Incluso si son derrotados, se abalanzan sobre sus oponentes y presentan batalla.
Puede que la motivación inicial de Morgan fuera salvarme, pero también puede que se viera afectado por la presencia de Ciel.
A pesar de saber todo esto, no podía decírselo con sinceridad, ya que este conocimiento era de mi vida pasada, y seguía manteniendo en secreto que era Guía.
…¿Qué debía hacer? Mi conciencia estaba siendo apuñalada.
“No hay nada por lo que debas preocuparte”.
Ciel dijo esto aparentemente a otra persona, pero sonaba como si esas palabras estuvieran dirigidas a mí.
Le lancé una mirada, y él me devolvió una sonrisa furtiva.
Aun así, siguió hablando con el barón Allen.
“Por lo que he visto, su hijo es un Esper físico. No tiene que preocuparse mucho por él, puede seguir viviendo como una persona normal. Pronto se sentirá mejor”.
“Un Esper físico, ¿qué quiere decir…?”.
El shock del Barón se notaba en sus facciones. Le estaban diciendo que su hijo era un Esper, pero por lo que todo el mundo sabía, sólo había dos Espers en todo el imperio: el príncipe heredero y el duque. Era natural que se sorprendiera tanto.
“Entonces, ¿por qué ha venido Su Alteza así a casa de mi familia sin avisar? También hiciste lo mismo la última vez”, señaló papá.
Surgieron dudas en mi cabeza. ¿No dijo que se encontró con Ciel por casualidad fuera y lo trajo de vuelta?
En el momento en que Ciel escuchó a papá decir esto, la expresión de confianza en su rostro desapareció. No, para ser más precisos, ahora parecía nervioso.
“…Es sólo porque quería ver su cara, aunque fuera por un momento. Nunca quise que ocurriera este incidente”.
Ahora mismo era la viva imagen de un duque austero, pero eso se esfumó en cuanto la comisura de sus ojos se inclinó en una expresión abatida.
Dado que sería mejor que papá se centrara en el estado de Morgan y no en los extraños cambios de humor de Ciel, agité una mano y hablé.
“Creo que lo mejor sería tratar primero al hermano Morgan, papá”.
“Por supuesto, querida. Deberíamos hacerlo”.
Como David estaba detrás de mí, se adelantó y me abrazó suavemente con un brazo.
“Debes haberte sorprendido mucho, Rin. Debes volver a tu habitación y descansar antes también”.
“Hermano”.
“Padre, déjame llevar a Morgan a la espalda”.
“Sí, Dav. Huu…”
David se cargó a Morgan a la espalda, y luego se dirigió hacia los aposentos de los invitados a paso ligero. Sabía que no estaba en condiciones de volver sola a mi habitación, pero intenté seguir a David de todos modos.
Pero antes de que pudiera dar un paso adelante, Ciel me sujetó suavemente la muñeca.
“Sólo para asegurarme de que estás bien, volveré a verte mañana”.
Ni siquiera es de los que se preocupan por los demás. Mientras dudaba por qué decía eso, papá apartó la mano de Ciel de mí.
Eso no era algo que un barón debería hacer contra un duque. Sin embargo, papá no se echó atrás y levantó la voz.
“¡No toques a mi hija! Y es inútil aunque vengas!”
“Barón Closch.”
“No puedo permitirlo jamás”.
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