Capítulo 91
Ciel remontó el vuelo de inmediato. Mientras tanto, Morgan gritó como si se le hubieran borrado la visión, arrancó los árboles que tenía a su alrededor y los lanzó con todas sus fuerzas. Aun así, ninguno de ellos alcanzó a Ciel.
Por desgracia, un Esper físico no era rival para un Esper elemental. Por supuesto, la cosa cambiaría si el Esper físico fuera de alto rango.
Como me encontraba en un punto más elevado, observé cómo se enfrentaban los dos, pensando en lo que debía hacer. Yo no era diferente de un camarón entre dos ballenas que se enfrentaban, y probablemente sería la única que quedaría como desecho al final.
Sin embargo, seguí observando, mis ojos sólo seguían a Morgan. Hoy se había dejado guiar por primera vez en su vida, pero si seguía adelante y se esforzaba demasiado, podría llegar a desbocarse.
“Déjate de trucos extraños- ¡Baja y lucha limpiamente!”
Gritó Morgan a Ciel, que sólo se dedicaba a moverse por el aire y a defenderse.
“Ja, ¿aunque sólo seas un Esper recién manifestado?”.
Cuando Ciel hubo respondido con un murmullo, Morgan agarró una roca que sobresalía y la levantó.
Al arrancarla del suelo, se reveló aún más grande de lo que parecía. Pero eso no le impidió lanzarla directamente hacia Ciel a gran velocidad.
Como Ciel sólo se había estado burlando de este nuevo y audaz Esper hasta ahora, utilizó sus vientos para atrapar la roca y la lanzó de nuevo hacia Morgan.
Morgan trató de esquivar con rapidez, pero parecía que no podía eludir por completo la enorme roca.
Se hizo añicos al contacto, y Morgan utilizó sus puños para romper los trozos restantes.
“Huu… Qué voy a hacer”.
Mientras lo contemplaba, Ciel no dudó ni un segundo y utilizó sus habilidades para aporrear a Morgan, que no pudo hacer nada mientras el viento invisible lo elevaba al aire libre y lo dejaba caer directamente al suelo.
Ciel levitó en el aire y miró a Morgan con visible furia en los ojos. Sólo esta visión me estaba haciendo sentir como si estuviera perdiendo la cabeza.
No podía aguantar más.
“¡DETÉNGANSE!”
Grité con todas mis fuerzas. De hecho, como ambos eran Espers, habrían podido oírme aunque me hubiera limitado a susurrar. Pero si no me hubiera expresado con claridad, esos dos probablemente habrían continuado como si yo nunca hubiera hablado.
“¡Basta, los dos!”
volví a gritar, sin embargo Ciel ni siquiera me devolvió la mirada. Morgan al menos me miró mientras se limpiaba con el dorso de la mano la sangre que goteaba de su labio agrietado.
Una vez más, Ciel preparó un ataque más fuerte para golpear aún más a Morgan.
Thwack- ¡Fwick, THUD!
La visión de Ciel levantando a alguien sólo para enviarlo directamente al suelo era algo que había visto muchas veces en el pasado.
“¡Es el invitado de mi familia! ¡Si no paras, romperé la carta que me enviaste y la tiraré!”
A pesar de todo el entrenamiento que había hecho para fortalecerme, me parecía patético que lo único que pudiera hacer para detener a un Esper fuera amenazarlo de esa manera.
Sentí vergüenza, sin embargo, los alrededores pronto se volvieron silenciosos de cualquier manera.
Hasta ahora, Ciel había estado deliberadamente sin mirar en mi dirección por su terquedad, sin embargo, ahora me miraba con los ojos muy abiertos.
Cuando Morgan estaba en el aire, Ciel lo arrojó como si estuviera tirando algo y voló hasta mis inmediaciones en un instante.
“La carta… ¿Aún no la has quemado?”.
Me sorprendió su pregunta. Al parecer, había supuesto de inmediato que yo la quemaría. Suspirando brevemente, lo miré con veneno en los ojos. Además, me llevé las manos a la cintura, como hacía mi madre cuando se enfadaba.
“Así es. Hoy he estado un poco ocupada, así que no he podido ni recogerla. Desgraciadamente”.
“…Entonces, ¿puedo enviar otra?”
“Incluso si lo haces, no la leeré de todos modos. ¿Estás jugando conmigo ahora?”
Mientras mi voz subía, sus ojos se curvaron. ¡Qué despreciable!
“Vale. Ese Esper torpe de ahí. Si lo dejo en paz, entonces te quedarás con la carta como está, ¿sí?”.
“Esa es mi decisión. Es suficiente con que la haya recibido, ¿no?”
Parecía que decía lo que se le ocurría mientras sonreía. Al ver las comisuras de sus labios dibujando una amplia sonrisa, sentí que mi corazón latía extrañamente, como si su alegría fuera contagiosa.
“Es cierto. La has recibido y con eso basta. Tienes razón”.
“……”
Aunque sabía que era diferente a como era en el pasado, fue chocante ver exactamente cómo habían cambiado su actitud y sus expresiones. En aquel entonces, la hostilidad ardía tras su mirada constantemente, apenas oculta… pero ya no.
Cuando descendió al suelo, le miré con desconfianza en los ojos.
Ahora, de pie ante mí, inclinó la cabeza para que sus ojos quedaran a la altura de los míos.
“Por favor, cariño. Dame una oportunidad”.
“¿No te dije que no me llamaras así?”.
Mirando en dirección a Morgan, murmuré en voz baja. Estaba lejos y seguía tumbado boca arriba, pero era un Esper. Era muy posible que pudiera oírlo todo.
Entonces, Ciel me tapó la vista con su cuerpo macizo. Cuando levanté la vista, sus labios, que hacía un momento sonreían, volvieron a bajar hasta convertirse en una línea fría.
Incluso sus ojos estaban fríos. Viéndole así, me parecía estar viendo a su yo del pasado.
Me abrazó. Sin darme cuenta de mi nerviosismo, tragué saliva. Sus anchos hombros y sus largos brazos me rodearon.
“No mires a otros hombres”.
“…Ja.”
“Dices que no es así, pero para mí sigues siendo mi mujer. Lo haré bien a partir de ahora. Voy a hacer todo lo que no pude hacer por ti antes… Así que por favor, ¿puedes darme sólo una oportunidad?”
No pude ver qué expresión ponía en ese momento, pero sólo con su voz pude sentir lo desesperado que estaba.
Comment