Cómo rechazar a mi exmarido obsesivo capítulo 58

Capítulo 58

 

No podía sentir la extraña mirada que últimamente se clavaba persistentemente en mí. No es que no supiera de quién venía, pero no quería reconocerlo.

Como hacía habitualmente, bajé las escaleras con la intención de dar un paseo, y me encontré a Aiden saliendo solo de la mansión. Su aspecto físico se parecía al de Ciel, pero el ambiente en el que se desenvolvía era todo lo contrario.

Tal vez en parte porque tenía los ojos rojos a diferencia de Ciel, pero el alto y delgado Aiden parecía sensible y nervioso.

Con un extraño aspecto bastante irritado, Aiden salió de la mansión mientras se tapaba ambos oídos con las manos. Le seguí con cautela.

Parecía murmurar algo, pero no era lo bastante alto como para que yo lo oyera.

Se adentró en el jardín y, cuando encontró un rincón, se agazapó allí. Al observarlo, ladeé la cabeza, pensando que era una visión extrañamente familiar.

Era irónico verle actuar así. Después de todo, era un joven duque que no debería comportarse así sin dignidad, pero verlo así me resultaba familiar.

Sentía curiosidad, pero no quería involucrarme con el hermano menor de Ciel. Intenté irme en silencio, pero entonces…

“¡Argh!”

Al oír el bufido lleno de susto, me vi obligada a darme la vuelta de nuevo. Si algo malo le ocurría al joven duque mientras estaba en la residencia de mi familia, nosotros seríamos los únicos que estaríamos en problemas.

Aiden se levantó sobresaltado y, según vi, parecía como si un bicho hubiera caído de un árbol y se hubiera metido en su ropa. Cuando hice contacto visual con él, se puso de pie sin dejar de temblar.

“¡Señorita!”

“¿Qué ocurre? ¿Se ha metido un bicho dentro?”

Al ver su palidez enfermiza, sentí un poco de lástima por él. Y al acercarme a él, encontré la oruga pegada a su hombro.

“Ah, no… Más que eso, Lady Closch, ¿por qué está…?”.

Ignorando las palabras del joven duque, agarré la oruga y la dejé sobre la hierba.

Como si acabara de darse cuenta de que tenía un bicho encima, me miró sorprendido y preguntó.

“Señorita Closch, ¿cómo puede coger algo tan repugnante con sus propias manos?”.

“¿Cómo que repugnante?”.

“¿No es repugnante?”

Cuando el joven duque volvió a preguntar, sus ojos rojos se abrieron de par en par con asombro. Era más alto que yo, pero se comportaba como un hermano menor. Sin darme cuenta, me reí.

“No hay nada más repugnante que un monstruo. En realidad, las orugas son bonitas y monas. Y tampoco hacen daño a la gente”.

“Eso es cierto, pero… ¿Has visto un monstruo en persona?”.

“Um…”

Vi muchos en mi vida pasada, pero no había visto ninguno desde que me reencarné. No sabía qué contestar.

“Mi hermano mayor me habló de ellos con todo lujo de detalles, así que los conozco más o menos”.

“Ah, ya veo. Mi hermano nunca me contó nada de eso…”

Hasta ahora, los ojos de Aiden brillaban de curiosidad, pero se deprimieron rápidamente en cuanto mencionó a Ciel.

“¿Por qué no intenta preguntarle a él primero? Molesto mucho a mi hermano mayor. Sé que debe estar muy cansado cada vez que vuelve a casa de luchar contra monstruos, pero me hace feliz sentir su afecto siempre que, de todas formas, responda a mis preguntas.”

“¿Me lo dirá si se lo pregunto?”

“Por supuesto. He oído que la razón por la que ha venido a la finca de mi familia es para que amplíe sus horizontes, Joven Duque. ¿No tomó Su Alteza esa decisión porque estaba pensando en usted?”

“No sé nada de eso…”

Ante mi pregunta, Aiden sonrió torpemente. Me miró con ojos brillantes, como si estuviera contemplando a una criatura extraña.

“Pero si se puede saber, ¿por qué siempre lleva guantes?”.

Me miró las manos mientras me preguntaba. Tenía una larga cicatriz desde la muñeca hasta el brazo debido a un accidente con fuego que no recordaba. Cada vez que la veían, las expresiones de mi familia se ensombrecían, así que en algún momento empecé a cubrirla.

Además, tenía unas marcas extrañas en el dorso de la mano, así que es imposible revelar esto.

“¿No sientes calor?”

Sin presionarme para que contestara, hizo otra pregunta. Sin embargo, organicé mis pensamientos y le contesté despacio.

“No tengo calor. En cuanto a la razón, hubo una vez en que tuve un accidente con fuego cuando era niña. Siempre llevo guantes para cubrir la cicatriz de la quemadura de entonces”.

“Ah…”

Aiden estaba desconcertado, pero le dediqué una pequeña sonrisa.

“No pasa nada. No tiene por qué preocuparse. Más bien, ahora me encanta esta cicatriz”.

Este pensamiento cruzaba mi mente de vez en cuando. Si no me hubiera reencarnado en este cuerpo, ¿habría sobrevivido la Irene original?

Es probable que no lo hubiera hecho. Y, por desgracia, me desperté en un ataúd, así que era un hecho cierto.

Por eso, para mí, esta cicatriz era el último rastro de la vida original de Irene. Como sigo viviendo con estas marcas, sólo yo puedo recordarla. Esta cicatriz era preciosa para mí, en muchos sentidos.

“…Lady Closch, ¿puedo tomar su mano?”

Aiden ofreció su mano. Al ver que le temblaban las yemas de los dedos, parecía que estaba muy agitado por culpa de la oruga. Así que le cogí la mano con fuerza.

“Gracias.”

“Ni lo mencione. No hay mucho que ver en nuestro jardín, pero si sube a la montaña que hay detrás de la mansión, podrá tener una vista muy buena de la finca. ¿Le gustaría verla?”

“¿Puedo?”

Ante mi sugerencia, Aiden respondió con una sonrisa radiante. Le conduje a la montaña de atrás. Habría sido más fácil subir a caballo, pero como era una montaña pequeña, más parecida a una colina que a una montaña, no nos supuso ningún problema.

Nuestra finca no tenía edificios altos, así que con subir un poco así podíamos contemplar el cielo abierto y el amplio y hermoso territorio.

Aiden, que aún me agarraba con fuerza de la mano, estalló en admiración en cuanto vio el pintoresco paisaje bajo la montaña. Mucho más que antes, ahora parecía sentirse cómodo.