Capítulo 129
«Relájate y ponte cómodo. Necesitamos que estés a gusto para que la guía vaya bien».
«Oh, sí, sí. Huu…»
Rose respiró hondo, tratando de calmar los nervios, y se mostró entrañable. Cuando salimos, Aiden, que había estado esperando ansiosamente, se acercó rápidamente.
«Lady Closch, quiero decir, yo…»
«Comprendo. Su Señoría también es un Esper, ¿verdad? Así que no hay necesidad de estar tan nervioso. ¿Vamos a un lugar más tranquilo? Es mejor donde hay menos gente».
Mi propósito al reunirme con Rose hoy era enseñarle sobre guiar. Necesitaba aprender a ajustar cuidadosamente su energía de guía a través de lecciones apropiadas.
«Es una suerte que estés aquí, Joven Duque. Para aprender a guiar, necesitamos un Esper».
Visiblemente aliviado por mis palabras, los ojos de Aiden brillaron. Parecía adorable, como un pajarillo. Sonreí y les guié hasta una colina cercana, no muy lejos de la casa de Rose.
Mientras caminaban, ambos empezaron a hacerme varias preguntas.
«Señora, ¿por qué es necesario un Esper para aprender a guiar?».
«Yo también tengo curiosidad, Milady. ¿Es el guiado realmente esencial para los Espers?».
«Bueno, es mejor experimentarlo de primera mano que explicarlo con palabras, Joven Duque. Y Rose, parece que tienes dudas sobre por qué el guiado es necesario para un Esper, considerando que están bendecidos por los dioses.»
«Sí, así es, Milady».
«Hm… Para ser sincera, yo también tengo curiosidad sobre eso. ¿Por qué crearon los dioses a los Guías para suplir las carencias de los Espers?»
«Umm…»
Cuando admití que no lo sabía, Rose miró desconcertada, con los ojos desviados. En respuesta, Aiden habló.
«Creo que lo sé».
«¿Lo sabes, Joven Duque?»
«Sí.»
Ante la respuesta confiada de Aiden, sonreí y pregunté,
«¿Por qué lo crees?»
«Creo que es para ayudar a los Espers a comprender el valor de los sentimientos sinceros».
«……»
Alcé las cejas, sorprendida por la inesperada respuesta. Rose también se sorprendió.
Era un tema por el que había sentido curiosidad en el pasado, pero nunca lo había planteado de esta manera. Aiden explicó lentamente su razonamiento.
«La gente tiende a engreírse si se cree superior a los demás. Así que es posible que los Espers, bendecidos con habilidades excepcionales, se vuelvan arrogantes. Cuando se vuelven arrogantes, pueden perder de vista lo que hay a su alrededor».
«…Supongo que sí».
Mi respuesta pareció agradar a Aiden, que parecía contento mientras seguía hablando.
«Los Guías están ahí para evitar que los Espers se vuelvan demasiado complacientes. Los guías están ahí para recordar a los Espers que no están solos».
Mientras hablábamos, ya habíamos llegado a la colina. La colina veraniega estaba cubierta de exuberante vegetación. El sol era abrasador, pero una brisa fresca soplaba en la cima de la colina. Las palabras de Aiden permanecían en mi mente mientras contemplaba el paisaje.
Sinceramente, estaba algo sorprendida. Había pensado que los Espers consideraban a los Guías seres problemáticos.
«Gracias por su perspicacia, Joven Duque».
«Eh, sí…»
Aiden, que antes había hablado con seguridad, ahora parecía tímido y se ruborizaba ligeramente. Si no fuera de linaje ducal, habría querido darle una palmadita en la cabeza o algo así.
Por otro lado, como Rose estaba cerca, se puso de puntillas y acarició suavemente el cabello oscuro de Aiden, mostrando su aprecio.
«¿Cómo es Su Señoría tan inteligente?»
«¿Huh?»
«Guau, de verdad. ¡No pude encontrar la respuesta ni siquiera después de pensar durante días! Su Señoría, ¡usted debe ser un genio!»
Contemplé si intervenir y calmar a Rose, pero decidí esperar la reacción de Aiden.
Cuando la mano de Rose pasó por su cabeza unas cuantas veces, Aiden la miró con una cara llena de felicidad.
Ah, parece que Rose ya estaba siendo considerada con sentimientos sinceros, en los términos de Aiden.
¿Era por eso que había sido capaz de responder con tanta seguridad?
Mientras observaba a la adorable pareja, pensé en Ciel. Si las circunstancias en el pasado hubieran sido diferentes, ¿podríamos haber acabado Ciel y yo como Aiden y Rose?
Fue un pensamiento fugaz, pero por alguna razón, una punzada de tristeza tocó mi corazón.
«Bueno, entonces, te daré una lección de guía».
«¡Oh, sí!»
En respuesta a mis palabras, Rose retiró rápidamente su mano de la cabeza de Aiden y me miró.
«Primero, reuniremos la energía de tu cuerpo a través de la concentración. Cierra los ojos e intenta encontrar la energía que fluye dentro de ti».
Siguiendo mis instrucciones, Rose cerró rápidamente los ojos y se concentró. Sin embargo, no parecía ir tan bien como esperaba, ya que empezó a sentirse frustrada.
Mirándola, Aiden, que había estado observando, alargó la mano y la puso sobre la cabeza de Rose.
Al igual que ella había hecho con él, Aiden le acarició suavemente la cabeza, y pronto, cerró los ojos.
No podía decir exactamente lo que estaba haciendo, pero vislumbré el potencial de Aiden.
Si podía leer la energía, además de los pensamientos, podría medir los niveles, como se hace en Corea. Y no sería a través de una máquina, lo haría una persona.
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