4. Hasta que sea posible
—¿Ya te has calmado?
Laniakea asintió ante la voz amigable. Aun así, las lágrimas seguían saliendo y tuvo que secarse los ojos con un pañuelo.
Gemma giró lentamente la cabeza y miró hacia la puerta por la que salió Hyperion.
«No, ¿por qué habló tan duramente en ese momento?»
Gemma, conocía bien a Hyperion, así que podía adivinar lo que estaba pensando.
Pero no Laniakea. Mientras seguía secándose los ojos con el pañuelo, la imagen de Hyperion de hace un momento le vino a la mente.
Pensó que se había acostumbrado a su intimidación, pero su rostro severo y sus palabras sonaban como si estuviera culpando a Laniakea.
—Debí haberme reprimido un poco más…
Intentó mantener la mayor calma posible, pero no pudo ocultar el hecho de que se estaba desmoronando debido a sus palabras.
Gemma negó con la cabeza.
—No. Es culpa de Su Majestad el Emperador, quien ni siquiera se dio cuenta que Su Majestad la Emperatriz estaba sufriendo.
Ante las palabras de Gemma, Laniakea la miró con expresión de sorpresa. Gemma adivinó por qué estaba sorprendida Laniakea y se inclinó cortésmente.
—Mis saludos llegan demasiado tarde, Su Majestad. Mi nombre es Gemma Ensi y fui la médica personal de Su Majestad cuando estuvo destinado en la frontera. Gracias a eso, me atrevo a hablar imprudentemente delante de él. Ahora me he convertido en médico real.
Gemma luego dijo que había examinado a Laniakea.
—Afortunadamente, parece que no hay ningún problema importante en su cuerpo, pero, ¿siente algún dolor o malestar muy arraigado?
No se puede saber la extensión total de las heridas en un lugar como este con sólo mirarlo. Por lo tanto, estaba claro que debía escuchar directamente al paciente y examinarlo nuevamente.
El problema era que el paciente podía no hablar porque estaba avergonzado.
Entonces Gemma no tuvo más remedio que hablar con Laniakea con voz más seria.
—El cuerpo real de Su Majestad también está relacionado con el futuro del imperio. No sea tímida y piense en mí como una herramienta necesaria para ayudarla a sentirse mejor. Siéntase libre de hablar.
Entonces Gemma habló con severidad.
—Nadie en el Imperio conocerá la condición de Su Majestad, excepto yo, mi esposo y Su Majestad el Emperador.
Laniakea asintió ante las palabras de Gemma. Su voz y actitud transmitía confianza. Al mismo tiempo, continuó sosteniendo su mano como si la consolara, tranquilizándola.
Ahora entiende por qué Hyperion dejó atrás a los médicos imperiales existentes y los trajo desde la frontera.
—Eso es… La verdad es que todavía me duele un poco. No, debería decir que es una sensación de hormigueo más que de dolor.
Gemma asintió como si entendiera la respuesta de Laniakea.
—Probablemente sea un dolor sordo común. Quizás Su Majestad el Emperador estiró demasiado los músculos internos de Su Majestad. El interior de nuestro cuerpo también está formado por músculos, por lo que el dolor se produce porque de repente empezamos a utilizar partes que no se utilizan con frecuencia.
Mientras escuchaba la explicación de Gemma, Laniakea quedó desconsolada.
Aunque no era doloroso, tenía miedo de que algo andara mal con el dolor punzante constante, pero se sintió aliviada cuando explicó que se trataba de un dolor muscular. Gracias a esto, las lágrimas se detuvieron antes de que se diera cuenta.
—Más que eso, se sorprendió mucho, ¿no es así?
—Sería mentira decir que no. Pero es más vergonzoso que eso. Es lo que debería hacer como emperatriz….
Laniakea recordó a Hyperion.
Se dio vuelta y la examinó varias veces antes de salir de la habitación. A diferencia de cuando gritó: «¿Por qué no me lo dijiste?», parecía que no sabía qué hacer.
«Su Majestad también debe haberse sentido avergonzado».
Entre las muchas historias que escuchó Laniakea, ninguna mencionó que fuera difícil realizar tal acción debido a un físico desarrollado. Incluso ha oído cosas buenas al respecto.
—¿Soy yo el problema después de todo?
Mientras pensaba en eso, comenzó a murmurar sin siquiera darse cuenta. Entonces Gemma respondió de inmediato.
—En absoluto. En primer lugar, lo que pasó hoy es culpa de Su Majestad el Emperador. Sin embargo, no se puede decir que sea enteramente su problema. Supongo que ustedes dos de repente llegaron a esta posición sin ninguna preparación. Entonces…
Dijo Gemma con una sonrisa.
—A partir de mañana me gustaría tener una clase con ustedes dos sobre el futuro del imperio.
La voz de Gemma se volvió más baja y más íntima.
—Haré lo mejor que pueda hasta que ustedes dos puedan disfrutar plenamente de su noche juntos.
* * *
Al día siguiente, Laniakea salió corriendo del palacio principal al amanecer y regresó al palacio de la emperatriz con Lucy esperándola.
Pudo ver a algunas de las criadas mirándola cuando regresó al amanecer.
«Esos deben ser los ojos de alguien más».
Sabe bien cuánta vigilancia hay en el palacio imperial.
Si el propietario cambia frenéticamente como ahora y el actual propietario no tiene poder, la cantidad de ojos puestos en este lugar aumentará aún más.
Más tarde regresarán con su maestro y le informarán en qué forma Laniakea regresó del palacio principal.
«Entonces.»
Su cuerpo se sentía cansado después de desmayarme una vez, pero no lo suficiente como para hacerle actuar estúpidamente.
Laniakea agarró deliberadamente el hombro de Lucy y dio un paso ligeramente inestable. Los ojos de las criadas se iluminaron aún más cuando Lucy se sorprendió y la apoyó.
Ellos dirán que la Emperatriz parecía muy cansada después de regresar del palacio principal.
Entonces, todos los que escuchen eso dejarán volar su imaginación.
«No sirve de nada hacerles saber que no le fue muy bien con Su Majestad».
Lo más importante entre la familia real y los nobles es crear un sucesor.
Laniakea presenció de primera mano cómo las personas de tales rumores eran menospreciadas por los demás.
Si se sabe lo que pasó hoy en el palacio principal…
Un emperador que llegó al trono sin una base de apoyo adecuada, y una emperatriz que, pese a ser coronada emperatriz, no recibió ni una sola carta de felicitación de su país de origen y mucho menos un enviado.
Es obvio cuán tambaleantes deben ser sus pasos y los de Hyperion.
Por supuesto, esos dientes seguramente morderán a la emperatriz primero.
En la situación actual, es mucho más conveniente y beneficioso cambiar a la emperatriz y tomar esa posición que cambiar al emperador.
Al regresar a la habitación, Laniakea entró en la bañera preparada y se sumergió en agua tibia.
—Ugh…
Mientras el agua de agradable temperatura rodeaba su cuerpo, dejó escapar un gemido.
Laniakea, que lavó su rostro varias veces con agua tibia, se levantó con cuidado y se sentó en el borde de la bañera.
Y pensó en Hyperion.
«Lo lamentó mucho».
Al salir del dormitorio del palacio principal, Hyperion agarró a Laniakea y dudó durante mucho tiempo, sin poder decir nada.
Luego habló con dificultad.
—Lo lamento. Porque soy tan torpe…
Hyperion, quien bajó la cabeza mientras decía eso, no mostró su confianza habitual.
Laniakea se sorprendió un poco por su disculpa.
Se decía que los hombres son muy sensibles a las cosas que suceden en la cama. Debido a su orgullo, nunca quieren admitir que es su problema.
Sin embargo, Hyperion no pensó en ello e inmediatamente bajó la cabeza, diciendo que él era el problema. Incluso si la presionara para que le diga que ni siquiera puedo aguantar adecuadamente, no tendría nada que decir.
Laniakea volvió a sumergirse en la bañera. Y pensó mientras se lanzaba de cabeza al agua.
“Pidió que regresara al palacio principal en dos días».
Mientras tanto, el señor y la señora Ensi dijeron que prepararían una clase para ellos dos.
No la tomarían juntos. Gemma enseñaría a Laniakea y Tamil enseñaría a Hyperion.
«Y dijo que tendríamos una formación práctica».
No tenía idea de cómo sería la práctica.
Sintiéndose sin aliento, Laniakea salió del agua. Mientras secaba el agua que corría por su rostro, reunió su voluntad.
Haga lo que haga, trabajará duro.
Si se esfuerza, definitivamente funcionará.
Al menos eso espera.
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