Después de trabajar como profesora en una academia de preparación, morí de agotamiento y reencarné como una rica hija de un conde. En esta nueva vida, planeo vivir cómodamente sin trabajar, pero termino enseñando demasiado bien a mi hermano gemelo, lo que provoca una avalancha de consultas de admisión.
Mis estudiantes son algo sospechosos, pero lo que realmente me desconcierta son los padres.
«No eres consciente de tu belleza, y eso te causa inseguridad.»
Un amigo de la infancia, que siempre mantuvo cierta distancia, de repente cambia su actitud:
«La reunión con los padres era una excusa. Vine porque quería verte, así que siéntate.»
El duque, que solía ser frío como un bloque de hielo, se sonroja y dice:
«Tu vida es interesante. Me provoca deseo, pero no sé si es una buena señal.»
Incluso el príncipe, a quien nunca había visto, se ve involucrado.
Sin quererlo, me convierto en profesora y, cuando me doy cuenta, soy CEO. Intento concentrarme en ganar dinero, pero los padres no me dejan en paz.
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