No fueron palabras vacías decir que estaba deseando reunirse con Charlotte.
Unos días después de que Charlotte desapareció.
Todo salió bien.
Dessollier vendió las monedas de oro de Geneville para saldar su deuda.
Es obvio que a cambio de ayudarlo, Eduard recibió una gran cantidad de Presio.
Norbert, el jefe de la familia Dessollier, parecía como si fuera a inclinarse ante Eduard de inmediato si tan solo los que lo rodeaban no estuvieran mirando.
—Todo es gracias a usted, Su Excelencia. Si Su Excelencia no me hubiera ayudado…!
Debió estar muy agradecido con Eduard porque la mina, que estaba funcionando bien, podría haberse vendido debido a las deudas.
Dessollier también se echó a reír y Serge, que había estado luchando con el problema de Presio, también parecía más animado.
Sin embargo, Alfonso seguía sintiéndose incómodo.
“No soy yo a quien se debe agradecer.”
Cada vez que veía el rostro sonriente de Norbert, no podía superar la sensación de estar en el escenario de una obra torpe.
En realidad, él no hizo nada.
Todo esto fue hecho por Charlotte Noha. Sólo estaba jugando con él.
Ese hecho le molestó y le enojó. Aunque la hinchazón aumentó repentinamente, el dolor de estómago se sentía como un dolor fantasma.
¿Por qué?
Alfonso pudo sacar una conclusión sin dificultad.
“Porque ella nunca me explicó nada.”
Todo este malestar se debía a que Charlotte lo había engañado y escapado.
Charlotte, arbitrariamente lo engañó haciéndole creer que había roto la promesa que le hizo.
Porque al hacerlo, se enojó con alguien que no tenía la culpa.
Y luego desapareció, incapaz de disculparse o dar las gracias, como si nunca hubiera tocado este asunto en primer lugar.
“Esto es absolutamente terrible.”
¿Cómo puedes jugar con gente así?
Ese comportamiento rebelde fue extremadamente molesto.
“Me engañaron por completo.”
No importa cuál sea el resultado, no puede ser agradable.
Había una razón por la que arrastró a Charlotte hacia él.
Porque tenía que preguntárselo a Charlotte.
—Contéstame. ¿Por qué huiste?
Charlotte frunció levemente el ceño ante la expresión de Alfonso, que parecía como si nunca cedería hasta que diera una respuesta.
—…¿Eso necesita siquiera una explicación?
—Me pregunto por qué crees que no es necesario. ¿No dejaste que te malinterpretara?
—Si se trata de la carta, no creo que necesite poner una excusa. Gracias a eso, el problema de Dessollier quedó resuelto.
—Tienes razón. Entonces te mereces el agradecimiento que mereces. También me disculpo por haberte malinterpretado.
—¿Entonces es por eso que me trajo a Eduard?
Charlotte preguntó como si estuviera sorprendida, pero Alfonso solo asintió como si fuera obvio.
Gracias a esto, Charlotte, que estaba muy nerviosa, se sintió aliviada.
Dado que incluso la engañó para que fuera traída aquí, se preguntó si estaba haciendo esto para proponerle matrimonio nuevamente.
¿Solo por eso?
—No hay necesidad. Algo así se puede ignorar.
—Es necesario.
—No lo es. Básicamente soy una persona que hace lo que quiere-.
—Entonces, ¿el acto de destrozar a los demás como quieras es una forma de desear felicidad?
—¿Qué…?
Ah.
Charlotte, que estaba a punto de preguntar de qué estaba hablando, se detuvo de repente.
Esto se debió a que recordó lo que le había dicho a Alfonso justo antes de partir hacia Dessollier.
-Alfonso, te deseo felicidad.
Dijo esto porque pensó que nunca volvería a ver a Alfonso si se iba a Dessollier.
Dijo esto porque pensó que sería descartado como un simple saludo.
¿Pero estuvo pensando en eso todo este tiempo?
¿Es por eso que la trajo aquí cuando podía simplemente dejarlo ir?
“Oh, por dios… “
Charlotte estaba casi harta de esa terquedad.
A veces es más difícil tratar con personas que son demasiado rectas y honestas y, en ese sentido, Alfonso era el tipo que Charlotte encontraba más difícil tratar.
El tipo de persona que no intenta aparentar y no le importa que le lastimen las palabras.
Una persona que es exactamente lo contrario de sí mismo y puede decir mentiras como si fueran verdad.
Ni siquiera una palabra fugaz pasa desapercibida fácilmente…
“Una persona que vive una vida agotadora.”
Por eso no tuvo más remedio que amarlo.
Charlotte suspiró levemente.
—Fue un simple saludo de despedida. No piense demasiado en ello.
—Confío en que no te despides así generalmente. Así que no hay razón para tomárselo a la ligera.
—No hay necesidad de inventar mentiras porque no tiene sentido. Si hubiera sabido que esa frase sería tan molesta, no la habría dicho.
En lugar de responder a las palabras de Charlotte, Alfonso permaneció en silencio. No es un silencio para tener paciencia, sino una forma de elegir las palabras.
Y luego dijo.
—Fácilmente podrías haber roto tu promesa. Pero no sucedió. Todo salió bien, excepto que tu carta me engañó e hice una locura como correr a Dessollier en medio de la noche.
—… ¿está culpando a mi carta?
—Sólo digo que sus métodos son un tanto
engorrosos y moderados.
Eso es correcto.
Si hubiera sido Charlotte en el pasado, lo que había plantado en el monte Nuhoa no habría sido nada parecido a tierra de diatomeas.
—¿No es por mí que elegiste un método tan engorroso? Así que no importa que no quisieras decir nada cuando dijiste que querías mi felicidad, a mí no me parece así.
Fue una historia verdaderamente vergonzosa.
Era irónico que el rostro del hablante estuviera tranquilo como si estuviera recitando una línea, mientras que el oyente tenía una expresión que decía que no podía soportarlo porque le picaban las yemas de los dedos.
—Gracias a ti, pudimos obtener Presio de manera segura. Dessollier también le expresó su considerable agradecimiento. Todo es gracias a ti-
—¡B-Basta! ¡Basta! ¡Si alguien lo escucha, pensará que he logrado algo grandioso!
Al final, Charlotte no pudo soportarlo más y alzó la voz con el rostro rojo.
Alfonso parpadeó como si no pudiera entender.
—Es algo grandioso. ¿Hay alguna razón para menospreciar sus logros? Esto es todo gracias a…
—No, no. Esto realmente no es gran cosa, así que por favor detente. No lo hice por placer y no lo hice por ti.
—A menos que lo hayas hecho voluntariamente…
Alfonso pensó en lo que dijo y volvió a preguntar.
—Después de todo, lo hiciste por mí, ¿no?
—Dije que no era así. Sólo quería asumir la responsabilidad. Si te ocupas del trabajo de Dessollier, tus conversaciones matrimoniales también se verán interrumpidas.
—Cuanto más escucho, más fuerte se vuelve mi convicción. Admítelo. Lo hiciste por mí-
—¡Ugh! ¡Esta maldita persona testaruda…!
—Lo sé. Además, aparte de eso, me obligaste-
—¡Detente! ¡Ganaste, basta! ¡Mientras vivimos, nos vemos obligados a recibir gratitud!
Charlotte gritó disgustada.
Incluso se tapó los oídos con ambas manos como si no quisiera oír más.
¿Qué tenía de agradable ese rostro pálido que se ponía rojo brillante y fruncía tanto el ceño?
Era como si la incomodidad que lo había estado molestando todo el tiempo hasta que vio a Charlotte nunca hubiera existido.
¿Quería buscarla porque quería ver esto?
Mientras se preguntaba, el rostro rojo de Charlotte se enfrió y levantó la cabeza.
Con un rostro que todavía parecía un poco acalorado, habló con voz fría.
—Está bien, si realmente estás agradecido conmigo, puedes enviarme de regreso a casa.
—Por supuesto que planeo hacer eso.
Las suaves palabras de Alfonso se detuvieron de repente.
No fue por Charlotte.
Esto se debe a que en ese momento, el sonido proveniente del exterior se hizo más fuerte.
Y Charlotte también lo sintió fácilmente.
Sus cejas se estrecharon levemente por la ansiedad.
—… Alfonso, hay mucho ruido afuera.
¿Seguramente no volvió a pasar algo relacionado con Noha, no es así?
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