— ¡Está escapando!
Gritaban algunos hombres, los cuales seguían a una extraña y fea criatura, la cual tenía su cuerpo manchado de sangre. “Esa cosa, esa cosa… No tiene, no tiene ojos, que ¿Qué es eso?” Se preguntó Iris aterrorizada cuando repentinamente noto que la fea criatura giraba la cabeza hacia ella pareciendo haberla visto “No, no, no, no vengas aquí” Iris saco una cuchilla de su mochila rápidamente con las manos temblorosas y miro a la criatura la cual parecía tener una piel traslúcida que brillaba en la oscuridad una boca la cual pasaba de un extremo a otro de su cabeza la que permitiría arrancar una cabeza humana de un solo mordisco, brazos largos que tocaban el suelo y piernas deformes como un avestruz “Esa cosa, esa cosa se está acercando, sé que viene hacia mí, pero, pero… Jamás había visto algo tan horrible antes, su piel, sus brazos, su cuerpo por completo es aterrador” la piel de este era lisa y sin un solo pelo en su cuerpo.
— ¡Va a saltar!
Grito uno de los hombres que seguía a la criatura, Iris asustada sujetó su mochila y se aferró al árbol, esperando no ser derribada por el monstruo cuando repentinamente vio como un jaguar aparecía frente a ella y sujetándola con sus colmillos por la ropa la sacó de la rama de los árboles.
— ¡Que!
—Shh… Quédate tranquila mujer.
— ¿Qué? ¿Quién?
Iris miró al jaguar el cual la soltó al llegar a tierra y vio como el monstruo volteaba hacia ella nuevamente, soltando un sonido estruendoso por la molestia de perder a su presa ante los colmillos del jaguar, fue entonces que Iris vio como el jaguar que la había rescatado tomaba forma humana, mostrándose ante ella con una hermosa apariencia.
— ¿Estás bien?
—He… Tú ¿Qué?
—Creo que será mejor que me acompañes si no quieres que ese Yumaf te persiga nuevamente.
—Per… Perseguirme ¿Por qué? No entiendo. —Pregunto Iris confundida.
—Bueno, eres una mujer, así que es lógico que te atacara. —Respondió el hombre frente a Iris.
— ¿Lógico? No, no es lógico, yo no le he hecho nada a esa cosa ¿Por qué querría matarme? Creo que…
[Estruendo, Grito]
—¡!
—Cúbrete los oídos, mujer.
Dijo el hombre rubio que había rescatado a Iris mientras que volvía a tomar forma animal y se ponía frente a esta para que ella se subiera en su lomo “¿Quiere que me suba?” Se preguntó Iris mientras se montaba sobre la espalda del jaguar y este corría a gran velocidad tratando de alejarse de aquella extraña y aterradora bestia.
— ¡No dejen que él Yumaf alcance a la mujer!
— ¡Protéjanla!
Gritaban los hombres que corrían detrás del jaguar, mientras que Iris se aferraba a su espalda aterrada, “Puedo soportar, estar a mil metros de altura, pero no puedo negar que esa cosa que nos persiguen es mucho más aterradora” pensó Iris cuando repentinamente vio que el sol ya comenzaba a salir nuevamente y el monstruo que los había estado siguiendo se detenía con miedo a los rayos del sol y corría en dirección contraria perdiéndose en la oscuridad del bosque.
— ¡Grrrr!
—El jefe dice que se detengan, volveremos a la aldea.
—Sí señor.
Hablaron los hombres que habían estado corriendo detrás de Iris y el jaguar con el fin de protegerlos, así fue que nuevamente Iris, que aún se encontraba sobre el lomo del jaguar, fue llevada a una aldea cercana donde se encontraban varias especies de animales.
— ¿Qué es este lugar?
Se preguntó Iris en voz alta, cuando de repente el jaguar que la había estado llevando entro en una cueva y la invito a bajar, mientras él volvía a su forma humana, quedando completamente desnudo frente a ella.
—¡!
Iris, sorprendida al ver a aquel hombre desnudo, se tapó los ojos y volteo sonrojándose “Él, él está completamente desnudo, no le tome mucha atención antes, pero ahora, solo estamos nosotros dos en este lugar…” El hombre que se encontraba detrás de Iris sonrió al ver la reacción de ella y se vistió rápidamente antes de comenzar a hablar.
— ¿De qué aldea eres mujer?
—He… Yo, yo no soy de ninguna aldea.
— ¿Qué? ¿Entonces te abandonaron de pequeña o…?
—…
Iris escuchó las palabras de hombre y se dio cuenta de que no tendría como explicarle que ella no pertenecía a ese mundo, por lo que solo asintió ante lo que él había dicho.
—Sí, si eso…
—Está bien entiendo, entonces puedes quedarte aquí, eres más que bienvenida a vivir en la aldea.
Dijo el hombre, el cual tenía una apariencia hermosa, ojos celestes y cabello rubio, con un cuerpo bien tonificado y mirada amable.
—Eres una mujer, así que eres libre de quedarte y elegir donde vivir, mientras te decides puedes dejar tus cosas aquí y te muestro los alrededores, ¿qué te parece?— Pregunto el hombre mientras que Iris lo miraba con inquietud.
—Está bien, pero… ¿Cómo te llamas?
—Oh, verdad… Soy Harvey, el jefe de la aldea, líder de los jaguares.
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