—Hola, mi pequeña traviesa, ¿Qué hacías? Tienes todo el cabello desordenado. — Dijo Camila al bajar del carruaje junto a un pequeño niño rubio de ojos azules, idéntico a ella.
El pequeño niño se escondió detrás de su madre (Camila) mientras que Alice trataba de buscar su mirada, “¿Por qué siempre me mira así? Esa niña es muy ruidosa y siempre está corriendo, no me gusta” pensó Ethan, mientras intentaba ocultarse detrás de su madre.
—Ethan, cariño, debes ser educado, vamos, saluda a Alice como se debe. —Dijo Camila mirando a su hijo.
Ethan miró a Alice, y la saludo educadamente junto con Óscar, para luego volver detrás de su madre. Alice y Óscar miraron al niño frente a ellos, Óscar y Ethan tenían una muy buena relación, ambos parecían tener gustos similares en los libros, pero Ethan también, a pesar de su edad, se decía que tenía una gran habilidad con la espada, seguramente, porque su madre y su padre eran extraordinarios caballeros.
—Ethan, vamos a mi habitación, mi papá me compro un nuevo libro el mes pasado, ¿quieres verlo? —Pregunto Óscar, mientras que Ethan asentía energéticamente con la cabeza y lo seguía.
La pequeña Alice miró como Óscar y Ethan se marchaban dejándola a ella sola “¿Por qué Ethan no me quiere? Hoy me vestí bonita, pero aun así él no quiso jugar conmigo” pensó para sí misma Alice. Fue entonces que sintió alguien acariciar su cabeza y luego la levanto en brazos para entrar a la cabaña de Lidia.
—Alice, perdón, no estés triste, Ethan es un poco tímido aún. —Agrego Camila mientras entraba a la casa y se sentaba en la mesa, mientras que Lidia servía algo de té.
Lidia miró a su hija y le extendió los brazos para que está fuera con ella, Alice corrió hacia su madre y luego sonrió animadamente.
—Alice, ¿Qué te parece si vamos a buscar bayas mañana? ¿Quieres acompañarme? —Pregunto Lidia con una sonrisa haciendo que Alice se olvidara rápidamente de lo que había sucedido.
La pequeña sonrió y salto felizmente al saber que podría ir al bosque con Lidia para recolectar bayas. A Alice le encantaba estar en el bosque, la caza y la recolección, era por eso que sus padres sabían muy bien como animarla cuando ella estaba triste. Alice feliz se fue a jugar fuera, acompañando a su padre Cion, mientras este cortaba algo de leña.
—Está tan grande, no puedo creer lo rápido que crecen los niños. —Agrego Camila con una sonrisa.
—Pienso lo mismo, los años pasan tan rápido y ellos parecen cada vez más independientes de nosotros. Me di cuenta de eso cuando Javier decidió ir a la capital con Irene. —Dijo Lidia mientras miraba por la ventana a Cion jugando con Alice fuera.
— ¿Y cómo le está yendo en la academia a Javiercito?, Irene me ha contado que es uno de los primeros de su clase, tiene gran talento en el control del maná. —Camila se llevó la taza de té a los labios mientras conversaba.
El ambiente parecía familiar, la armonía y alegría en el lugar se sentía en todas partes, Lidia miro a Camila y sonrió complacida.
—Javier tiene más maná que otros niños de su edad, él sufrió bastante cuando era más pequeño, y cuando al fin logro sanarse, su control de maná se intensificó y él se volvió realmente un genio. —Agrego Lidia con una sonrisa orgullosa en sus labios.
—Tú, te ves realmente feliz Lidia, me hubiera gustado venir aquí con Irene, pero ya sabes, ella está preocupada de gobernar su territorio y de cuidar de su hija y su marido. Fue realmente una sorpresa cuando nos enteramos de que Irene se convertiría en la heredera del ducado, yo pensé que su padre le pasaría el título a su hijo mayor, pero quién lo hubiera imaginado. — Camila se veía entusiasmada al hablar del tema.
Lidia sonrió escuchar las palabras de Camila y luego agrego.
—Irene es muy inteligente, y su hermano mayor nunca tuvo interés en el ducado, así que ella contó con todo el apoyo para convertirse en la duquesa. Lo que me sorprendió a mí más que ella tomara el título fue… Que volviera de su viaje al reino vecino con un marido, es como… —Lidia se quedó en silencio sin encontrar las palabras a lo que quería expresar.
Fue entonces que la puerta de la casa se escuchó y Cion entro por la puerta con Alice en sus brazos, Lidia lo miro y sonrió al ver a Alice con su vestido completamente sucio con manchas de pasto.
—Como si se hubiera traído un souvenir de su viaje, ¿eso querías decir amor? —Pregunto Cion con una sonrisa juguetona en los labios.
Lidia miró a Cion y sonrió, mientras que Camila reía a carcajadas al escuchar a Cion, ella ya estaba acostumbrada a la manera de hablar de Cion por lo que le parecía divertido como este interactuaba cuando se trataba de Lidia. Cion bajo a Alice y luego salió de la casa en busca de agua.
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