—Hemos llegado, señorita, espere un minuto, veré si Diego puede atenderla. —Hablo el mercenario llamando a la puerta de la oficina y preguntando por Diego.
A los pocos minutos Diego salió de la oficina y le agradeció al mercenario por ayudar a Lidia, mientras que él tomaba la mano de Lidia ahora para entrar a la oficina. Lida se dio cuenta de la gran cantidad de papeles que se encontraron tanto en el escritorio como en el piso de la oficina, notando así también las grandes ojeras bajo los ojos de Diego, quien se veía realmente cansado.
—Diego, he venido aquí porque dijiste que no podías hablar antes, ¿pero supongo que ahora podrás porque estamos solos, verdad?, vamos, dime ¿Qué sucede con Cion? —Pregunto Lidia preocupada.
—Hah… Supuse que no sería fácil, pero, hah… Cion está encerrado en los calabozos del palacio del príncipe, hace una semana Cion se disponía a venir hacia acá, pero fue interceptado por los caballeros diamantes, ellos estaban a cargo de la investigación de tu secuestro y bueno, parece ser que encontraron algunas fallas en las declaraciones de los testigos junto con las de Cion. Es por eso que lo llevaron detenido como sospechoso de ayudar en el secuestro, lo interrogaron por algunos días, pero… Cuando estalló la guerra, el príncipe ordeno que no sacaran a Cion de los calabozos hasta que él volviera y Cion le dijera la verdad de lo que sabía.
— ¡¿Qué?! ¿Entonces Ción sigue allí? ¿Por qué no ha hecho nada?… ¡Ve por él! ¡Sácalo de allí! —Grito Lidia preocupada, sintiéndose completamente desesperada.
Diego se rascó la cabeza con frustración mientras que trataba de calmarse a sí mismo.
—Lidia, Lidia cálmate, todo está bien, Cion aún está encerrado, pero no le han hecho nada aún, él está bien, no creo que lleguen a torturarlo para sacarle información, e incluso si lo hacen, dudo mucho que Cion diga algo sobre ti a los caballeros o al príncipe, para Cion lo más importante es asegurar tu seguridad y la de Javier así que no te preocupes. —Concurso Diego a la desesperación de Lidia.
— ¡Eso no me importa! Solo quiero que Cion este a salvo, ¿Cómo puedes decir que todo está bien? Si no sabemos qué está sucediendo allí, él está solo, sé bien como tratan a los prisioneros en el palacio, ese lugar es húmedo, tiene un olor a calefacción que es completamente repugnante, está lleno de ratas e insectos, ¿y me dices que Cion está bien allí? —Lidia parecía desesperada mientras hablaba.
—Él no está solo, por lo que pude averiguar hay dos mujeres que lo están ayudando, es una mujer caballera y una señorita, amiga tuya, ambas están haciendo lo posible para asegurar el bienestar de Cion dentro de los calabozos, puesto que hubo algunos caballeros plata que querrían desquitarse con Cion al verlo allí arrestado. —Diego estaba informado de todo lo que estaba sucediendo dentro de las instalaciones de los calabozos, pero aún no podía entrar a ellas.
Lidia grabó a Irene, quien la ayudo a escapar a salvo del palacio, mientras que la otra mujer que parecía estar ayudando a Cion era evidente de quien se buscó “Camila, solo puede ser ella” se dijo a sí misma Lidia mientras que pensaba en la novela que había leído y en lo que se suponía que debería de suceder luego. “Si me puedo adelantar a los sucesos de la novela, entonces podría usar para poder sacar a Cion de allí y alejarme de todo esto lo antes posible” Lidia miro a Diego y luego con una mirada comenzó a decidir hablar.
— ¿Cuándo empezó la guerra exactamente Diego? —Pregunto Lidia.
—Hace cuatro días todos fueron llamados al frente, se dice que la cantidad de soldados que tiene el ejército enemigo triplica a los de nuestro reino, así que hay muchas personas evacuando hacia el sur. —Respondió Diego.
—Cuatro días, faltan nueve, bien, creo que puede ser posible… Diego, ¿tú puedes enviarle un mensaje a Cion de mi parte sin que nadie se dé cuenta?
—Sí, será difícil, pero no imposible, puedo conseguir que mi informante se lo entregue, pero ¿Qué quieres enviarle? —Pregunto Diego, confundido, ya que Lidia recién estaba despertando después de estar inconsciente dos semanas.
Lidia se quedó en silencio ante la pregunta de Diego para solo sonreír y levantarse con dificultad del sofá donde se encontraba, Diego solo pudo quedarse con la duda sin recibir respuesta de la pregunta que había hecho viendo como Lidia se marchó por la puerta “Lidia… se parece bastante a Cion cuando actúa así, ellos, realmente son tan diferentes y parecidos al mismo tiempo, es difícil no darse cuenta” pensó Diego mientras se queda completamente solo en la oficina. A la mañana siguiente, Lidia tomo una hoja y pluma y comenzó a escribir todo lo que recordaba sobre la guerra que estaba presente en ese momento “Sé muy bien lo que sucederá, si uso esto a mi favor podría sacar a Cion del palacio, si lo logro todo estará bien,
—Lidia, ¿mi hermano regresó pronto? ¿Sabes algo?… Yo, he estado preguntando, pero nadie me dice nada. —Dijo Javier mirando a Lidia escribir en las hojas frente a ella.
Comment